Cultura Juvenil
jocvial25 de Julio de 2013
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ULTIMA DÉCADA Nº28, CIDPA VALPARAÍSO, JULIO 2008, PP. 79-90.
EL MITO DE LA CULTURA JUVENIL
FRANCISCO RAMÍREZ VARELA*
«Tal vez algún día dejen a los jóvenes
inventar su propia juventud»
QUINO
RESUMEN
Cuando empezamos abordar EL tema de juventud y/o de jóvenes, terminamos
describiendo a este grupo social, más allá de los rangos de edades y biológicos,
tratando de incorporarlos a una visión desde las ciencias sociales, que
nos logren explicar diversos fenómenos que suceden con los jóvenes, y así
entender sus problemáticas y actuar social. Normalmente estas definiciones,
tocan de al alguna manera, el concepto de la «cultura juvenil», donde se
encasilla diversas manifestaciones de la juventud. Vamos a hacer un repaso
en las siguientes páginas no sólo de la validez o relevancia del término de
«cultura juvenil», sino también a realizar una revisión de algunas miradas
sobre la juventud, y la asociación a lo cultural; esta reflexión nos llevará a la
interrogante, ¿existe o no la «cultura juvenil»?; la que no intentaré responder,
sólo de reflexionar.
PALABRAS CLAVE: JUVENTUD, CULTURA JUVENIL
* Docente Universidad Arturo Prat, Iquique, Chile.
E-Mail: francisco.ramirez.varela@unap.cl.
El mito de la cultura juvenil
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RESUMO
Quando começamos a abordar o tema da juventude e/ou de jovens, acabamos
por descrever este grupo social, para além das faixas etárias e biológicas,
tratando de incorporá-los a uma visão das ciências sociais que consiga
explicar diversos fenômenos que ocorrem com os jovens, e assim entender
seus problemas e atuação social. Normalmente estas definições se
aproximam de alguma maneira, do conceito de «cultura juvenil», o qual
comporta diversas manifestações da juventude. Nas páginas seguintes vamos
tratar não somente da validade ou relevância do termo «cultura juvenil», mas
também revisar alguns olhares sobre a juventude e sua associação ao cultural.
Isto nos conduzirá à pergunta que não tentarei responder, mas somente
refletir: existe ou não uma «cultura juvenil»?
PALAVRAS CHAVE: JUVENTUDE, CULTURA JUVENIL
ABSTRACT
When we began to address youth topics, we ended up describing this social
group way beyond the range of ages and biologics, trying to accomodate
them with a view to social sciences, which helps us explain the diverse
phenomena which occur with youth, and in this way we understand their
problems and social acts. Normally, these definitions touch the concept of
«youth culture» where different youth manifestations are boxed in. We are
now going to review the following pages, not only for value or relevance to
the term «youth culture», but also to make a revision of some points of view
on youth, and the association of the culture. This reflection brings us to the
following questions, which we do not intend to answer, but rather reflect
upon. Does «youth culture exist»?
KEY WORDS: YOUTH, YOUTH CULTURE
Francisco Ramírez Varela
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1. ¿POR DÓNDE EMPIEZA LA JUVENTUD?
EMPEZAMOS POR UNA PREGUNTA retórica, ya que si bien es cierto, se
puede determinar algunos rasgos de edad y de desarrollo biológico
para determinar el inicio de la etapa juvenil, su inicio no va ser la definición
de lo que significa ser joven. En ese sentido el trabajo de conceptualización
de la juventud no ha sido nunca fácil; sobre todo porque
se trata de un término que ha sido utilizado por el sentido común, con
tanta frecuencia, y se le ha dotado de innumerables significados, que
se termina por construir un concepto muy vago.
La más común de las miradas es el de la juventud como un conjunto
definido por su edad. Claro que esta definición no acaba con la complejidad
de lo aludido. Sin embargo, resulta de gran utilidad estadística y
cuantitativa (Riveros, 1995). Pero aun así existen diversas interpretaciones
respecto a cuando es la edad de inicio y de fin de la juventud; ante
ello, las Naciones Unidas tienen el límite de edad en 24 años; por su
parte muchos estudios censales en Chile, hacen referencia a los 29 años.
De lo anterior podemos deducir que si dos instituciones —que pueden
ser de importancia en los estudios de este grupo humano— ya difieren
en un término básico de agrupación como es la edad, ¿qué podemos
esperar del resto de características que rodean a la juventud?
Las definiciones que se basan en criterios de desarrollo de la personalidad
entienden a la juventud como una etapa de cambios biosico-
sociales tendientes a la definición de identidad adulta. Siendo
diversas las áreas del desarrollo de la personalidad que experimentan
transformaciones durante la juventud, entre las que se encuentran lo
sexual, la afectividad, intelectual y físico motora (Riveros, 1995).
En esta visión se define el período juvenil determinado y formando
parte de un escenario, conformado por una serie de procesos relativos
al desarrollo de la personalidad, los cuales no pueden entenderse
desligados de cambios fisiológicos, iniciadores del período, de cuestionamientos
sobre la identidad, ni tampoco desconectados del ambiente
social y ecológico en que éste se vive. De aquí puede surgir una
primera afirmación, referida a que la juventud comienza en la biología
y termina en la cultura. Esto se explica ya que los procesos de la maduración
generan una serie de cambios fisiológicos y sexuales; pues
bien, estos desarrollos biológicos y la necesidad en que se ve el individuo
de adaptarse a los mismos, dan a la adolescencia algunas características
universales y la separan de períodos anteriores del desarrollo.
El mito de la cultura juvenil
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En todas las sociedades y en todos los medios sociales, la juventud
es una de varias etapas del ciclo vital, como la infancia, la adultez
y la vejez. La juventud, concretamente, está conformada por un conjunto
de procesos de desarrollo fisiológico y gradual asunción de roles
y subjetividad de adulto, en el hogar y en la sociedad. Comienza con la
pubertad y termina, en la mayoría de los casos, con la construcción de
un hogar autónomo (Durston, 1998).
Por otra parte, es a través de la cultura que se podrá determinar
cuan largo será el período de adaptación a estos cambios de la adolescencia;
ésta determinará el cambio brusco o de transición entre una
etapa de desarrollo y otra, para que se le considere en sí una etapa
aparte (Mussen, 1998). Por lo tanto los cambios en relación con el
hogar y con la sociedad, que definan punto social de término de la
juventud, serán determinados culturalmente.
Esta conclusión de la etapa de vida juvenil no ocurre en el mismo
momento en todas las sociedades —a diferencia de los procesos de desarrollo
biológico, que tiene un rango reducido de variación— sino que
varía fuertemente de un contexto sociocultural a otro. En el extremo final
de la etapa juvenil, entonces, resulta más difícil y más subjetivo fijar una
edad límite o determinar quién es joven y quién no (Durston, 1998).
Desde un punto de vista social la juventud es un período de preparación
para el futuro desempeño adulto. Ha sido encasillada la juventud,
por diversos autores, como un período de moratoria, caracterizado
por la postergación de la asunción de los roles adultos para obtener
una preparación mayor. Esto es, un retraso socialmente aceptado y
planificado, en cuanto a la capacidad de asumir los roles adultos (productor,
consumidor, contribuyente, ciudadano, padre/madre) (Cottet,
1994). Es así que podemos decir que la moratoria es la etapa de transición,
definida como un período en el que el individuo transita de la
madurez fisiológica a la madurez social.
La otra categoría utilizada con frecuencia en las ciencias sociales
para explicar la juventud es el de socialización, donde encontramos ciertas
dimensiones significativas de las relaciones sociales en que se desenvuelven
procesos específicamente determinantes de la vida juvenil; con
ella se hace referencia a un tipo de interacción particular que no es otra
que la iniciación de una vida activa dentro de los parámetros sociales
asumidos como propios de un mundo adulto. Estos procesos de socialización
se van desarrollando dentro de lo que se ha determinado como el
grupo de pares, el grupo de referencia y la generación (Cottet, 1994).
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En estas dimensiones donde se establecen las relaciones sociales,
es que podemos distinguir —primero— a los grupo de pares, dados
por un espacio horizontal de iguales, de relaciones cotidianas; luego
está el grupo de referencia, en donde encontramos un referente más
amplio en el que los jóvenes pueden reconocerse y ser reconocidos,
donde suelen adscribir a dinámicas culturales, que les brindan identidad.
Y, por último,
...