DESARROLLO SOSTENIBLE

República Bolivariana de Venezuela

Universidad Bicentenaria de Aragua

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Escuela de Derecho

Núcleo Apure.

PRODUCTO INTERNO BRUTO (PIB). LOS CÍRCULOS VICIOSOS DEL CRECIMIENTO Y EL DESARROLLO HUMANO SOSTENIBLE (ENSAYO)

San Fernando, 31 de enero de 2014

EL PRODUCTO INTERNO BRUTO, LOS CÍRCULOS VICIOSOS DEL CRECIMIENTO Y EL DESARROLLO SOSTENIBLE. GENERALIDADES.

La Economía en su sentido más amplio permite generar bienestar social, es decir, en general busca alcanzar el bien común, y es este enfoque, lo que realmente constituye la finalidad de esta disciplina social. De igual forma, es gracias a la Economía que podemos comprender el comportamiento y el funcionamiento de todos los agentes y las actividades relacionadas con generar ingresos (dinero) para alcanzar fines privados y públicos. Es decir, la Economía no es sólo importante para el Gobierno, sino también para la Empresa o la Persona, porque estudia el uso de los factores de la producción: tierra, trabajo, capital y organización, a fin de generar empleos, de desarrollar infraestructura, de predecir crisis económicas o anticipar cambios en el ingreso de las personas; ajustar sueldos y salarios, abrir negocios nacionales, importar y exportar bienes de consumo, o incluso producir y manufacturar al interior del país sea con materia prima nacional o extranjera.

En el mismo sentido, la Economía como ciencia es determinante en el desarrollo de las sociedades porque estudia el comportamiento humano, sus relaciones con otros individuos y las consecuencias de sus actos en el ambiente social. Igualmente permite comprender algunos fenómenos propios de la actualidad económica. Por ejemplo: el por qué la gente se desplaza a otro país en busca de empleo; por qué los tipos de cambio afectan las cuentas nacionales y todo esto en conjunto, se resume en que la Economía es importante porque hace posible que, como se mencionó al principio, el asalariado, el empresario o el inversionista, la familia, la comunidad, el municipio o el país entero, disfrute de bienestar social.

Sin embargo, el mencionado bien común no es la regla, pues a pesar de los avances tecnológicos y científicos que caracterizan al siglo XXI, las diferencias económicas se han acentuado mucho más entre los grupos sociales, y especialmente, entre los denominados países desarrollados y los subdesarrollados. Tales disparidades forman parte del objeto de estudio de la Ciencia Económica, cuyos estudiosos y teóricos han diseñado a través del tiempo, mecanismos que permiten determinar, por ejemplo, el nivel de riqueza de un país, o por el contrario, sus niveles de pobreza. En este sentido, este ensayo versa sobre algunas de las variables y fenómenos macroeconómicos que indican e influyen en construir esa realidad. Por tal razón, a continuación se muestran al lector, algunas nociones básicas de las teorías más aceptadas sobre Producto Interno Bruto (PIB), los Círculos Viciosos del Crecimiento Económico y el Desarrollo Sostenible.

Igualmente, es oportuno indicar al lector, que este texto obedece más a la estructura de un ensayo argumentativo que a la de un informe expositivo, esto debido a la complejidad y vastedad de los temas tratados y, por otra parte, a las vicisitudes que impidieron el desarrollo normal de la cátedra de Economía Política el presente semestre. En otras palabras, este texto se orienta más hacia la comprensión del tema que hacia la exposición citas, fórmulas y ecuaciones de Economía, con la finalidad de propiciar un aproximamiento conceptual y general de los fenómenos económicos abordados. De ahí que, el objetivo de este trabajo sea igualmente, acercar tanto al autor como al lector, aun grosso modo, al mundo de la Economía como ciencia social.

EL PRODUCTO INTERNO BRUTO (PIB)

El Producto Interno Bruto (PIB) es el valor monetario de los bienes y servicios finales producidos por una economía en un período determinado, además, es un indicador representativo que ayuda a medir el crecimiento o decrecimiento de la producción de bienes y servicios de las empresas de cada país, únicamente dentro de su territorio. Asimismo, el PIB se utiliza para muchos fines, pero el más importante de ellos es medir el rendimiento global de una economía. En síntesis, el PIB se calcula sumando, para todos los bienes y servicios, el valor agregado que se genera a medida que se transforma el bien o el servicio en los diferentes sectores de la economía o ramas de la actividad económica. En este caso, es útil calcular el PIB sectorial o PIB para cada sector productivo (por ejemplo el PIB del sector de la minería, la agricultura, las comunicaciones, el transporte, la industria manufacturera, la construcción, el sector financiero, entre otros).

Para aclarar, el PIB (Producto Interno Bruto) no es más que la suma total de todos bienes y servicios que produce un país (medidos en dólares $USD), producidos por empresas nacionales y extranjeras, dentro del territorio nacional de dicho país, que se registran dentro de un determinado período de tiempo, generalmente un año. Es importante destacar, que el PIB forma parte de un conjunto de indicadores, diseñado por la Economía, que en principio da un perfil económico de dicho país, sobre la cantidad de inversión realizada en un período de tiempo, pero que dice muy poco o nada, sobre cómo fue desarrollada dicha inversión, cuánto queda en el país de las ganancias derivadas y menos de los factores sociales y laborales involucrados.

Por otra parte, el PIB es un Indicador económico con el que el Fondo Monetario Internacional ha establecido una tabla, en la que aparecen jerarquizados 179 países (año 2010), de mayor a menor PIB, siendo USA el de mayor PIB. En esta tabla, nuestro país ocupa el puesto No. 27, por encima de países como Argentina, Sudáfrica, Irán, Colombia, Finlandia, Portugal, Israel, Hong Kong, Egipto, Bielorrusia, Rumania, Chile, Perú, Kuwait, Marruecos, Libia, Ecuador, Siria, entre otros.

EL CÍRCULO VICIOSO DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO

A lo largo de las últimas décadas hemos vivido lo que se denomina el circulo vicioso en economía, es decir hemos pasado de "economías populistas" a "economías liberales" y viceversa donde hemos acumulados más fracasos que aciertos. Las economías populistas se caracterizaron por diseñar una economía estructuralista donde el estado se presentaba como un ente protector y planificador desde donde se dirigían el grueso de las actividades económicas en base a subsidios, controles de precios o aplicando medidas tales como “nacionalizaciones” o “estatizaciones” de instituciones económicas claves como la banca, por ejemplo, y que como consecuencia terminaron poniendo en peligro la estabilidad del sector reflejado en altísimas tasas de inflación, aislamiento de la comunidad financiera internacional y manejo excesivo de las reservas del estado para poder cubrir el déficit en emisión monetaria.

Por el contrario, las economías liberales salieron al “rescate” cuando las economías y gobiernos populistas se vieron en el colapso de su gestión, con medidas tales como: la apertura de los mercados de capitales. las privatizaciones como proceso de fuentes de inversión y las medidas de tipo contractivas como las subidas en los tasas de interés e incremento en los impuestos, así como el recorte en el gasto público, entre las principales. Todo esto en base a una reinserción a la comunidad financiera internacional y en muchas ocasiones siguiendo los consejos o ¿mandatos? De instituciones financieras como el FMI o el Banco Mundial. Ahora bien, a raíz de los momentos actuales por los que estamos atravesando y en vista del giro repetitivo como un círculo vicioso donde el cambio radical de un modelo económico a otro traía como consecuencia el regreso al inicio del mismo acumulando más fracasos que aciertos, nos lleva a proponer alternativas claras de solución para proyectar nuestra economía y por ende a los demás países hacia un futuro deseado.

Retrospectivamente, durante la segunda mitad del siglo XX los organismos internacionales han dedicado grandes recursos a promover el desarrollo. En algunos aspectos, su actuación ha tenido un efecto notable e indudable. La atención sanitaria y la educación han mejorado en casi todas las regiones del mundo. La mortalidad infantil ha disminuido. La esperanza de vida de la población mundial es actualmente muy superior a cualquier otro momento de la historia. El proceso de rápido y sostenido crecimiento económico que han experimentado algunos países asiáticos y latinoamericanos en los veinte últimos años muestra claramente que existe la posibilidad de una salida para el subdesarrollo. Pero la diferencia entre los pobres y los ricos sigue aumentando y sigue habiendo poblaciones sin mejoras perceptibles de su nivel de vida con respecto a los primeros agricultores de hace diez mil años ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer para ayudarles? ¿Qué o quiénes lo impiden? De hecho, muchas regiones del planeta siguen encerradas en lo que se ha llamado el círculo vicioso del subdesarrollo: las condiciones sociales, económicas y políticas impiden su expansión cultural y económica.

En cuanto a las teorías más aceptadas al respecto, es oportuno desentrañar de qué manera actúan los fenómenos a nivel microeconómico para determinar tal variable macroeconómica

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