ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Derecho Romano

harkangel26 de Noviembre de 2014

2.793 Palabras (12 Páginas)177 Visitas

Página 1 de 12

INTRODUCCION:

Este tema en la actualidad es de gran interés debido a todas las reformas financieras que se están proponiendo en el Congreso de la Unión de nuestro país, destacando el hecho de que los créditos bancarios serán más accesibles a las personas de menos recurso económicos, con supuestas tasas crediticias menores, además del hecho que ahora se obligara de manera coercitiva al pago del mismo, teniendo la posibilidad de que este sea pagado hasta con pena privativa de la libertad.

Por eso esta investigación nos dará un panorama más amplio que nos permita entender las implicaciones que conlleva adquirir un crédito bancario a través de una “tarjeta de crédito”, su definición, estudiaremos las consecuencias y las obligaciones, así mismo señalaremos los tipos de tarjeta que existen.

Para tener conocimientos más claros abarcaremos los fundamentos jurídicos de este tipo de créditos.

ANTECEDENTES:

Recordemos que el comercio se basa en el intercambio (de común acuerdo) de mercancías entre individuos, que dan un valor similar (igualdad de niveles o valor) a las mismas, el trueque o sistema de intercambio de mercancías permitió, que el hombre se viera en la necesidad de solicitar a crédito las mercancía y material necesario para sus actividades agrícolas a otras personas (para subsistir). Esto lo podemos entender en términos económicos como intermediación financiera.

La intermediación financiera se genero en diferentes regiones a medida que las actividades agrícolas o comerciales se fueron incrementando en diferentes partes del mundo, iniciando esto de manera particular hasta que los gobernantes de los diversos países lo retomaron para cumplir con sus funciones de Estado (satisfacer las necesidades de su población) cuando se suscitaron situaciones de guerra, es decir, lo denominados empréstitos. A través del tiempo surge la banca moderna con instituciones que ejercían la intermediación monetaria atendiendo a todo cliente que se acercara en su mayoría, a título individual.

El año 1914 se tiene el registro de que la Western Unión emitió la primera tarjeta de crédito al consumidor, pero en particular a sus clientes preferenciales. Hasta la primera mitad del siglo, otras empresas como hoteles, tiendas por departamentos y compañías gasolineras emitieron tarjetas de crédito para sus clientes.

Otro periodo de auge fue después de la Segunda Guerra Mundial, surgieron nuevas tarjetas, aunque es destacable que en 1950 se emitió la tarjeta Diners Club, teniendo como característica que esta misma tarjeta fue aceptada por varios comercios.

En 1951 el Franklin National Bank de Long Island, Nueva York, emitió una tarjeta que fue aceptada por los comercios locales y poco después alrededor de 100 bancos, aunque esta solo era utilizada en el area, siendo las primeros títulos de crédito no obtuvieron el éxito suficiente, por lo que los bancos locales de los Estados Unidos de Norteamérica incursionaron en expedir sus propias tarjetas de crédito como sustitutas del cheque.

Para los años 60 se ofrecieron nuevas modalidades de pago diferidos en los saldos a pagar, lo que ofreció ingresos adicionales y mayor rentabilidad a los bancos, los cuales unidos en asociaciones o mediante convenios en todo el territorio norteamericano pudieron expedir tarjetas de crédito común, creando un sistema de carácter nacional, de donde surgieron las que hoy son grandes firmas de tarjetas que operan bajo los nombres de Mastercard Internacional y Visa Internacional, en el caso de Visa, sus antecedentes se remontan al año 1958 cuando el Bank of América comenzó a emitir la tarjeta de crédito BankAmericacard en los Estados Unidos.

En México el primer antecedente se genera con la Publicación de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito del año 1931, ya que es en el apartado correspondiente a la Operaciones de Crédito, se normatiza las denominada cartas de crédito. Estas consistían en aquellos documentos que se expedían a favor de ciertas personas, dándoles un límite de crédito. Esta ley manifestaba que “el tomador de la carta de crédito puede obtener que se le suministre fondos en una o varias partidas, por la persona o personas a quienes la carta va dirigida. Además prevé que este tomador de la carta de crédito haya dejado en poder del dador de ella el importe del crédito o que le haya dado fianza.”

Esto implica la obligación de que el tomador está obligado a reembolsar al dador de la carta los pagos que este realice por su cuenta. Cuando este no cumpla en tiempo con su obligación puede cancelarse o anularse, su validez era de seis meses iniciando desde su fecha de expedición. Estas cartas fueron sustituidas por los cheques de viajero hasta que más recientemente lo han sido por las tarjetas de crédito.

En México empezaron a utilizarse en el año de 1953, esto fue durante la creación del Club 202 S.A., consecuentemente en 1956 obtuvo el nombre de franquicia para usar el nombre de DINERS, existiendo aun y cuando no había normas jurídicas que regularan su expedición, sus alcances jurídicos (obligaciones), etc.

La Secretaria de Hacienda y Crédito Publico en el año de 1967, emitió un Reglamento de Tarjetas de Crédito Bancarias, mismo que obligaba a su cumplimiento a las instituciones de créditos que de acuerdo al artículo primero de este reglamento se encontraban en la situación jurídica de hecho que regulaba, es decir, los bancos de depósito que destinaban fondos del departamento de ahorro al financiamiento de las operaciones relativas a las tarjetas de crédito.

DEFINICIÓN Y CONTRATOS (NATURALEZA, TIPOS):

Estas se definen por los tratadistas como “un contrato por el cual una empresa bancaria o una persona jurídica autorizada, concede una apertura de crédito, de tipo rotatorio, con una cuantía determinada, a favor de su cliente que puede ser una persona natural o jurídica, para que utilizando una tarjeta plástica singular, pueda adquirir bienes o servicios de las empresas o establecimientos afiliados, cuyos consumos serán cancelados al contado (a la vista) o a cierto plazo convenido”

Naturaleza jurídica de los contratos:

Los caracteres jurídicos de este contrato son:

a. Es un contrato principal, pues no depende de otro contrato, tiene vida propia.

b. Es consensual, pues se requiere del consentimiento de las partes.

e. Es un contrato complejo, pues emanan una serie de vínculos jurídicos entre varias personas.

d. Es oneroso, pues genera beneficios a todas las partes que intervienen.

e. Es de tracto sucesivo, pues la utilización le permite el pago de compras reiterativas en oportunidades sucesivas y empresas diferentes.

f. Es conmutativo, pues cada una de las partes que intervienen en el contrato es consciente del acto jurídico que realiza.

g. Es un contrato de crédito rotativo, pues permite el uso del crédito en los límites o cuantía permitida, y a su cancelación, se puede nuevamente efectuar nuevos consumos siempre que no exceda de la cuantía otorgada.

h. Es intuito personae pues está referida a una persona determinada de acuerdo a su solvencia moral y económica y no se transmite a los herederos y es intransferible

inter vivos.

Coincidiendo con estos caracteres jurídicos, Hundskopf manifiesta que es un contrato sui generis, atípico, consensual, de prestaciones recíprocas, principal, de ejecución sucesiva y de adhesión.

Tipos de contrato:

Roberto L. Mantillas, en su análisis de “LAS TARJETAS DE CREDITO” nos dice que la expedición y el funcionamiento de estas, se basa en dos contratos complementarios, estos generan además la celebración de otros contratos.

Denotando así la existencia de dos contratos básicos, en los que se regula la obligación principal, el primero de ellos se celebra entra las personas (propietarias de negociaciones mercantiles) a las que se dirige la tarjeta (titular del crédito / obligado al pago) y mediante el cual se da el carácter de comerciantes afiliados a la emisora o dadora de la tarjeta. Mientras el otro se celebra con la persona a quien se entrega la tarjeta.

1.- El primer contrato, se resume según Roberto L. Mantillas en que el afiliado se obliga implícitamente a tomar un límite de crédito económico (moneda), los documentos que firmar o suscriba el tomador o tenedor de la tarjeta, en pago de mercancías o servicios, sin que se exija entrega alguna de efectivo; además se obliga a no cobrar una cantidad mayor que la que cubran quienes pagan en efectivo o al contado.

El emisor o dador de la tarjeta, a su vez se obliga a reembolsar al establecimiento afiliado el importe de los consumos o adquisiciones que haya realizado el tenedor de la tarjeta.

En este mismo contrato suele incluirse algunas otras estipulaciones accesorias, como lo es el contrato de comodato, en virtud del cual se le entregan maquinillas especiales para imprimir los datos de cada tarjeta de crédito en la documentación que para acreditar el adeudo, firma el usuario. Otro es aquel en virtud del cual la empresa emitente de la tarjeta se obliga a incluir el nombre del afiliado en los directorios que publique, y el afiliado a su vez, se

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (18 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com