Discurso sobre la cultura
ortegol611Trabajo5 de Febrero de 2014
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DISCURSO SOBRE LA CULTURA
Muy buen Día hoy que estamos reunidos en este lugar, les vengo hablar de un tema bastante importante e interesante, pero que lo hemos dejado a un lado, olvidando el peso y valor que tiene como palabra y acción “La Cultura”.
A lo largo del tiempo la noción de la cultura, ha tenido muchos cambios y significados pero y matices. Durante muchos siglos es un concepto que no se ha separado de la religión y conocimiento teológico; en Grecia estuvo marcada por la filosofía y en roma por el derecho, en tanto que el Renacimiento lo impregnaban sobre todo de literatura y las artes.
En épocas más recientes como la Ilustración fueron la ciencia y los grandes descubrimientos científicos los que dieron el sesgo principal a la idea de cultura Pero, a pesar de esas variantes y hasta nuestra época, cultura siempre significó una suma de factores y disciplinas que, según amplio consenso social, la constituían y ella implicaba: la reivindicación de un patrimonio de ideas, valores y obras de arte, de unos conocimientos históricos, religiosos, filosóficos y científicos en constante evolución y el fomento de la exploración de nuevas formas artísticas y literarias y de la investigación en todos los campos del saber.
La cultura estableció siempre unos rangos sociales entre quienes la cultivaban, la enriquecían con aportes diversos, la hacían progresar y quienes se desentendían de ella, la despreciaban o ignoraban, o eran excluidos de ella por razones sociales y económicas. En todas las épocas históricas, hasta la nuestra, en una sociedad había personas cultas e incultas, y, entre ambos extremos, personas más o menos cultas o más o menos incultas, y esta clasificación resultaba bastante clara para el mundo entero porque para todos regía un mismo sistema de valores, criterios culturales y maneras de pensar, juzgar y comportarse.
En nuestro tiempo todo aquello ha cambiado. La noción de cultura se extendió tanto que, aunque nadie se atrevería a reconocerlo de manera explícita, se ha esfumado. Se volvió un fantasma inaprensible, multitudinario y traslaticio. Porque ya nadie es culto si todos creen serlo o si el contenido de lo que llamamos cultura ha sido depravado de tal modo que todos puedan justificadamente creer que lo son.
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