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Donacion De Ovocitos

13 de Octubre de 2013

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DONACION DE OVOCITOS

Cuando las pacientes han alcanzado la menopausia de forma prematura o le han sido extirpados ambos ovarios; cuando tienen anomalías cromosómicas que de forma sistemática transmiten a su descendencia, o cuando no responden bien a la medicación estimuladora del ovario o fracasa de forma repetida la FIV; o incluso en otras circunstancias, existe la posibilidad real de quedar embarazada mediante la donación de ovocitos. Las mujeres receptoras deben tomar una medicación que proporciona a su útero la capacidad de que implanten los embriones transferidos y, mientras se produce una donación, deben permanecer en contacto con su Centro IVI para poder ser localizadas en el momento en que se produzca una donación.

A las donantes de ovocitos se les practican los mismos controles que realizamos a los donantes de semen para poder descartar la existencia de enfermedades congénitas (siempre y cuando se hayan manifestado ya en la donante), malformaciones y enfermedades de transmisión sexual.

Este método es el más eficaz que existe, sin duda, en reproducción asistida.

INSEMINACION ARTIFICIAL

La inseminación artificial es una sencilla técnica que consiste en el depósito de una muestra adecuada de espermatozoides en el tracto reproductor femenino, lo más frecuente es realizarlo en el interior de la cavidad uterina. De esta manera se acorta la distancia que separa óvulo y espermatozoide y se facilita el encuentro entre ambos.

Para que la inseminación artificial tenga éxito es imprescindible que al menos una de las trompas de Falopio sea permeable. Además, el semen del varón debe cumplir unos parámetros mínimos (en los centros IVI, la concentración de espermatozoides móviles -tras su preparación en el laboratorio- y lograr los mejores resultados debe superar los 3 millones, aunque han ocurrido embarazos con cantidades por encima de 1 millón).

El tratamiento de inseminación artificial consta de tres fases:

1. La estimulación del ovario con hormonas unido a la inducción de la ovulación. Aunque la inseminación artificial puede hacerse aprovechando un ciclo natural (sin estimulación ovárica), la estimulación ovárica con hormonas lleva consigo el desarrollo de varios folículos que tras la inducción farmacológica de la ovulación permite disponer consecuentemente de más de un óvulo para ser fecundado de forma natural, y por tanto aumenta la tasa de embarazo, aunque también el riesgo de embarazo múltiple, que suele ser gemelar, y se sitúa en torno a un 15%.

2. La preparación del semen consiste en seleccionar y concentrar los espermatozoides móviles, ya que la baja movilidad de éstos es uno de los factores que puede afectar negativamente a la consecución de un embarazo. Para ello se procesan las muestras mediante técnicas de capacitación o preparación seminal. Con estas técnicas de lavado y capacitación, se eliminan del eyaculado restos celulares o espermatozoides muertos, inmóviles o lentos.

3. La inseminación se realiza en las consultas: no es preciso aplicar ningún tipo de anestesia ni resulta dolorosa. La inseminación se suele realizar tras haber inducido la ovulación. Para ello habrá que proveer al laboratorio de una muestra seminal. Una vez preparada la muestra, se deposita con una cánula especial dentro del útero. Tras ser depositado el semen, la mujer podrá permanecer unos minutos en reposo.

¿Qué resultados se obtienen?

En cuanto a los resultados obtenidos en IVI con inseminación artificial, cuando hablamos con semen de su pareja, la tasa de gestación por ciclo está alrededor de un 20%. Es decir, que de cada 100 ciclos de inseminación cerca de 20 resultan en gestación, y de cada 100 parejas que completan 4 ciclos, 60 consiguen gestación.

¿Qué buscamos en un tratamiento de inseminación artificial?

1. Asegurar la ovulación: Aunque la inseminación artificial puede plantearse con ciclo natural, la eficacia de la inseminación aumenta cuando usamos gonadotropinas exógenas (iguales a las naturales) que inducen el desarrollo folicular múltiple. Este desarrollo se controla mediante ecografías transvaginales y, en caso necesario, determinaciones de estradiol en sangre, hasta determinar el momento adecuado para desencadenar la ovulación (suministrando la hormona hCG). Las inseminaciones se suelen realizar a partir del siguiente día de aplicar la inyección de hCG.

2. Mejorar e incrementar el potencial de los espermatozoides: Para obtener una mejor calidad seminal se emplean diferentes técnicas de lavado que eliminan del eyaculado el plasma seminal, los restos celulares, los espermatozoides muertos, inmóviles o lentos. Finalmente se logra concentrar en un volumen pequeño la población de espermatozoides con mayor movilidad y mayor capacidad de fecundación. Las dos técnicas más utilizadas para este procedimiento son el Swim Up (los espermatozoides más rápidos suben en un medio fluido) o los gradientes de densidad (los espermatozoides más rápidos podrán vencer los gradientes de diferentes densidades con la retención en ellos del plasma y resto celulares).

¿Qué parejas pueden optar por la inseminación artificial?

 Parejas con esterilidad de origen desconocido, es decir, aquellas en las que tras el estudio básico de esterilidad (que incluye seminograma el varón y hormonas basales, ecografía e histerosalpingografía a la mujer) no se han encontrado la causa de la misma.

 Parejas en las que la mujer no ovula normalmente (ocurre con mayor frecuencia en las que padecen síndrome de ovario poliquístico) o bien presenta defectos en el moco cervical que lo convierten en un medio hostil para los espermatozoides.

 Parejas en las que el varón presenta defectos leves en el semen. Por ejemplo, concentración o movilidad no adecuada (oligozoospermia o astenozoospermia) o bien, aunque esto es menos frecuente, anomalía en los genitales que impidan el coito y/o dificulten la eyaculación.

FECUNDACION INVITRO

La Fecundación In Vitro (FIV) es la unión del óvulo con el espermatozoide en el laboratorio, con el fin de obtener un número apto de embriones disponibles para transferir al útero materno.

Es una alternativa válida cuando han fallado tratamientos previos, como la Inseminación Artificial, y necesaria en casos de factor masculino severo y factor tubárico (trompas de Falopio obstruidas), entre otros.

La inseminación de los ovocitos puede llevarse a cabo mediante técnica de FIV convencional o Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), indicada esta última en casos de factor masculino severo, fallos de fecundación previos con FIV, fallos de tratamientos previos de Inseminación Artificial o situaciones en las que disponemos de un número limitado de ovocitos.

Las tasas de éxito de la FIV/ICSI se han ido incrementando en los últimos años gracias a los avances científicos y mejoras de las condiciones de laboratorio, ofreciendo una mayor posibilidad de gestación a las pacientes.

El procedimiento consta de varias fases:

Evaluación personalizada de la paciente

Evaluación personalizada de cada paciente para determinar su edad, reserva ovárica (mediante ecografía y determinación de hormonas basales tras un análisis de sangre), índice de masa corporal, antecedentes personales y ginecológicos…etc. Todo ello orienta al ginecólogo para poder escoger el tratamiento más adecuado para cada paciente.

Estimulación ovárica

Estimulación del ovario con hormonas, denominadas gonadotropinas, que inducen la formación de un mayor número de folículos, dentro de los cuales hay un ovocito. Este procedimiento es necesario para incrementar las posibilidades de éxito, ya que de forma natural la mujer sólo hace un folículo –y por tanto, un ovocito- cada ciclo menstrual. Este tratamiento trata de estimular al ovario para que produzca más ovocitos que de forma natural, y de este modo, poder llegar a obtener un mayor número de embriones. Hay que tener en cuenta que no todos los ovocitos van a dar lugar a embriones de buena calidad, y por ello tenemos que partir con un mayor número de ovocitos. Las hormonas son inyectables y se administran por vía subcutánea o intramuscular. La mayoría de los preparados hoy en día disponibles son por vía subcutánea, lo que permite la autoinyección por parte de la paciente sin ninguna dificultad.

El tratamiento viene a durar entre 10 y 20 días, en función del protocolo utilizado y de la velocidad de respuesta de cada paciente. Durante el mismo, se realizarán ecografías seriadas (unas 3 ó 4) y determinación de estradiol en sangre para comprobar que el crecimiento y la evolución de los folículos es el adecuado.

En algunos casos puede ocurrir que la paciente responda exageradamente a la estimulación, produciendo muchos folículos y dando lugar al Síndrome de Hiperestimulación Ovárica, situación ante la cual la paciente será observada más estrechamente y se llevarán a cabo las medidas oportunas para minimizar al máximo sus efectos secundarios. En la mayoría de los casos, el síndrome de hiperestimulación ovárica es leve, y se manifiesta con disconfort y distensión abdominal, síntomas que se asemejan a un síndrome premenstrual. Hoy en día existen protocolos dirigidos para evitar completamente el riesgo de esta complicación, por lo que se aplican a todas aquellas pacientes en las que es previsible una respuesta exagerada a la estimulación.

Por el contrario, hay mujeres que hacen una respuesta a la estimulación menor de la esperada. En ese caso existe la opción de vitrificar (congelar) los óvulos y volver a realizar

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