ESTRATEGIAS PARA MEJORAR Y APRENDER

Gracias a las distintas estrategias empleadas por las instituciones, de mano con los docentes los estudiantes pueden enriquecer sus conocimientos con nuevas herramientas y nuevos estilos que le permitan avanzar en cada uno de sus procesos de formación educativa.

En Colombia existen pruebas con las que se puede obtener un resultado que muestre que tanto han aprendido los alumnos; de esta manera tanto la institución como los docentes son los responsables de llevar al estudiante a niveles significativos para que este pueda rendir de manera optima; ahora bien; los alumnos de forma autónoma y responsable deben poner de su parte para que les vaya bien académicamente.

Hoy en día con la gran ayuda de la tecnología y los grandes avances en las comunicaciones existen nuevas formas de enseñar y aprender; esto lo que hace es facilitar aspectos académicos muy importantes.

La autoevaluación por ejemplo es una de las herramientas que frecuentemente se utilizan en las instituciones educativas y por medio de ellas el estudiante puede dar razones de sus niveles de aprendizaje de una manera libre y espontanea.

Cabe resaltar la importancia del docente en el aula de clases como motivador y guía pedagógico que es la persona que interactúa con los estudiantes, apoyándolos y brindándoles colaboración para que estos puedan formarse mejor.

No hay que negar que los cambios en la sociedad muchas veces conllevan a un mejor porvenir y las instituciones no se han quedado exentas de las grandes transformaciones de la humanidad en muchos ámbitos, desde las comunicaciones hasta los avances en la ciencia. Pero en el aula de clases también hay cambios, el alumno goza de más herramientas y el educador es básicamente un guía que se encarga de apoyar al alumnado a enriquecer su conocimiento y así aprender de manera oportuna y responsable.

Con las distintas estrategias empleadas en el aula de clases los estudiantes gozan de diferentes formas de aprendizaje, de esta manera pueden trabajar mancomunadamente, establecer pautas, investigar y ser conscientes de su trabajo académico en todas sus clases.

Para muchos países en el mundo, el fin del siglo XX y el comienzo del nuevo milenio ha trascendido como un período de grandes y significativas transformaciones en el ámbito educacional, como resultado del continuo proceso de perfeccionamiento que en los últimos tiempos ha vivido la escuela contemporánea. Conscientes cada día más del papel de esta como institución social encargada de conducir a la formación y desarrollo integral de las futuras generaciones, los pedagogos de principios del siglo XXI se muestran sensibilizados como nunca antes, con la idea de considerar al alumno como polo activo del proceso de enseñanza- aprendizaje, conociendo de antemano que cualquier intento por perfeccionar la enseñanza en aras de lograr mayor efectividad en la misma, tiene que transitar irremediablemente por una mejor, más clara y exhaustiva comprensión del aprendizaje, y de lo que va a ser aprendido (Valcárcel & Verdú, 1996; Rodgers, 2000; Hernández, 2001).

En general, en el campo de la educación cada día se suman más los profesores que comprenden que las influencias educativas no operan linealmente ni de manera igual para todos los sujetos y que por tanto no pueden ser estandarizadas (Fernández L., 1993). No por casualidad, la personalización de la educación se perfila ya como uno de los principales objetivos y retos de los sistemas educativos contemporáneos. Desafortunadamente, y a pesar de muchos hoy se comprende que la educación ha de considerar entre sus principios la atención a la diversidad, en la práctica, las enseñanzas siguen siendo eminentemente estandarizadas y a los profesores les sigue resultando difícil poder despojarse de esa inercia igualitarista que siempre los ha caracterizado. Referencia, revista del saber publicación Mayo 2010, Colombia.

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