El Medio Ambiente En Chile Y El Libre Mercado.

El Medio ambiente en Chile y el Libre Mercado.

Este tema tan valioso, en defensa del cuidado de nuestro mundo ha entrado definitivamente en la cultura ciudadana, dentro de las preocupaciones del estado y lo manifiesta en la Constitución, pero sin duda es un buen inicio, que comienza.

Nuestro sistema de Libre Mercado, por otro lado, es una ventana abierta en el funcionamiento del sistema productivo, comercial, financiero en general en todas las acciones económica de nuestra sociedad, que no resulta al final en un gran aliado, que genere un sistema equilibrado y de efectiva protección al medio ambiente, ante una correlación dispar de la fuerza económica y política del país.

Grandes empresas poderosas que aportan financieramente a las campañas políticas, redundan en leyes - que no protegen precisamente el medio ambiente, en el país, de la mejor manera.

En este contexto nacional, una respuesta esperanzadora, para el futuro, es ver niños estudiantes, que hablan de pertenecer a los grupos "forjadores ambientales". La conciencia ambiental, ya está en las bases de la sociedad, al menos.

Un sistema saturado de abusos, reiterativos en distintos campos. Empresas monopólicas, como el agua potable, que fijan tarifas de sobre-consumo por ejemplo triplicando el valor de la misma, desde el 30 de noviembre al 31 de marzo, si en la media se consume más agua que en el otro período. Una lógica de precios aplicados que van en contra de la Ley de la oferta y demanda. A mayor demanda, bajan los precios, dice la teoría. Acá la empresa aplica al revés, a mayor demanda "castiga" a los consumidores. La misma regla hoy, en las empresas de buses interregionales.

Este es un poco nuestro mundo "legal". Cotiza, dice el mensaje, pero subyace el abuso y predomina y hasta lo legitima. En estas condiciones y en este panorama, de seudo libertinaje, se desarrolla también, el tema ambiental. La calidad del agua, no es óptima y cuando los ciudadanos representan sus preocupaciones, las empresas concesionarias del agua, responden con tranquila comodidad. Estamos cumpliendo la norma. Así es, los estándares de calidad del agua, les protegen, así optimizan sus utilidades, no invierten en mejorar el agua. Su mejor y más cómoda respuesta, tal vez una estrategia, es apoyar con algunos recursos a organizaciones sociales, como apoyo en el deporte, apoyo a alguna sede social, por supuesto que el tema de fondo, continua intocable. Allí, vemos la ausencia del legislador. Ajeno, a un tema tan importante como es la calidad del agua, sus consecuencias en la salud de la población y lo que dicta la Constitución de la República en sus derechos fundamentales. El derecho a la vida o a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

Es importante agregar un concepto muy usado políticamente, la Participación ciudadana, como un mecanismo democrático del sistema, pero no se aplica a toda cabalidad, pasa en el tema del Medio Ambiente igual. El ciudadano, el verdadero protagonista de la sociedad, aún no tiene una efectiva participación en las grandes decisiones políticas del estado y ello se expresa, en tantas manifestaciones en pro de la defensa de los recursos naturales, por ejemplo.

Ocurre, que empresas pesqueras por ejemplo logran leyes que les favorecen en desmedro de los pescadores artesanales, es una realidad, pese a los informes de expertos del daño a la reproducción normal de las especies marinas. La opinión de las organizaciones de pescadores, no tienen mayor trascendencia, para el sistema. Hablamos de un escenario propicio para construir una crisis ambiental.

Se ilustra e informa la opinión pública, sobre denuncias que parlamentarios, son financiados en sus campañas políticas, por empresas pesqueras. A ello, se suma un acto vergonzoso en el Congreso. El derecho al secreto en los aportes versus lo que sucede en EE.UU. donde los congresistas, deben señalar hasta el último dólar recibido de las empresas, so riesgo de duras penas. Al menos hoy, hay intenciones de mejorar la legislación al respecto. Todo un acontecer que genera una visión pesimista sobre como los legisladores construyen leyes a espaldas de los intereses prioritarios de la comunidad, como los principios éticos de la transparencia que debe ocupar espacios más relevantes en la normativa y leyes del país.

La ciudadanía, está reaccionando, las

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