El debate sobre la naturaleza humana en la China Antigua: de Confucio a los legistas

HISTORIA DEL PENSAMIENTO II

Tema I. El debate sobre la naturaleza humana en la China Antigua: de Confucio a los legistas.

        La tradición platónica nos ha traído la división alma-cuerpo. El cuerpo queda relegado a un segundo plano. En las culturas china o india esto no sucede, tampoco aparece el hombre separado de su medio como ente individual y con razón propia fuera de la naturaleza.

        Según el autor Jeremy Rifkin “la crisis radica en la concepción de la naturaleza humana que rige el comportamiento de los líderes mundiales y cuyos presupuestos surgieron hace más de 200 años, durante la Ilustración, en los albores de la economía de mercado y de la era del nacionalismo (...) Preferían sumarse a la idea de que la esencia humana es racional, distante, autónoma, ambiciosa y utilitarista, propugnando que la salvación individual está aquí en la Tierra, en un ilimitado progreso material”. http://elpais.com/diario/2010/03/19/opinion/1268953211_850215.html Observamos que para Rifkin esta concepción procede de la Ilustración, pero es mucho anterior.

        Existen potentes críticas a esta concepción. Por ejemplo, algunos autores postulan que los seres humanos no somos autónomos, somos dependientes (de nuestra familia, amistades, entorno...). Hasta que a través del aprendizaje no adquirimos cierto grado de autonomía dependemos enteramente de los demás. El individuo siempre está sujeto a un medio, o en relación con una cultura. No existe un sujeto puro. Hay quien critica esas visiones esencialistas de la naturaleza humana. Otras corrientes como el estructuralismo postularán que no hay una naturaleza humana. Pero parece claro que existe un anclaje biológico. Todos somos de la misma especie pero al mismo tiempo, tenemos la capacidad de ser de formas muy distintas. Esta capacidad de desarrollar distintas formas de ser es manifiesta en los seres humanos.

        Cornelius Castoriadis – La Institución Imaginaria de la Sociedad (1975):         La imaginación es la creación humana indeterminada, por tanto, cambio. El cambio social implica discontinuidades radicales que no pueden ser explicadas en término de causas deterministas o presentadas como una secuencia de acontecimientos. Dentro de todas las culturas hay un momento de creación. El surgimiento de un Buddha, un Sócrates o un Hitler no se puede predecir. Imaginación creadora.

• CHINA:

• Primaveras y Otoños (770 ac. - 476 ac.):

        En esta época la dinastia Zhou era la dominante. Al final de este período hubo una crisis de esta dinastía. Lo que hace que se empiece a plantear la siguiente pregunta: ¿Por qué el cielo (TIAN – entendido como el orden de las cosas) se desmorona?

        En la tradición china los reyes eran los que garantizaban el orden de las cosas en el dominio en el que reinaban. Pensaban que había esquinas en el mapa en el que el orden se quedaba fuera. Tian Dao (la vía del cielo), del término Dao (vía, senda, camino, movimiento) proviene la palabra taoísmo.

        En este período se sitúa Confucio (551 ac. - 479 ac.). Confucio era un letrado que se desligó de su función política. Fue el primero en impartir sus enseñanzas a todo aquel que tuviera buena voluntad e interés por aprender. Creía que todo ser humano puede perfeccionarse a sí mismo y que todo ser humano puede aspirar a una humanidad. El conocimiento ya no es privilegio de un emperador. Confucio no es considerado un filósofo porque no desarrolla un sistema de pensamiento, tampoco es el creador de una espiritualidad o religión.

• Reinos Combatientes (475ac. - 221 ac.: aparece China como unidad):

        Este es un período convulso de enfrentamientos. Eran siete reinos, el más importante y el que acabó imponiéndose fue el reino de Qin. Este fundó la actual China. El Emperador Qing Shi Huangdi, mandó construir la gran muralla china y mandó quemar todos los libros para que pareciera que la historia comenzaba con él (Borges – la muralla y los libros). De esta época son los soldados de Terracota.

        En el pensamiento chino, la concepción del ser humano no es dual. El cuerpo no está separado del alma. En el pensamiento occidental el ser humano es una sustancia (sin constancia no hay sustancia), una visión sustancialista de la persona, lo esencial de la persona se remite a un rasgo central que es permanente, inalterable, que tiene constancia. Cuál es esa sustancia que identifica a una persona como persona ha variado a lo largo de la historia, puede ser el genoma humano, el alma, el aspecto racional del alma. Estas son visiones sustancialistas de las personas.

        El concepto confuciano y del pensamiento chino en general no es sustancialista, es relacional. En el pensamiento occidental, al ser una visión sustancialista, se pueden prescindir de las relaciones, de los cambios externos etc. En el pensamiento chino, en cambio, consideran a la persona como una unidad en sí misma, unidad psicosomática-social, conformada por un cuerpo, una psique con capacidades emocionales, racionales... elementos que se relacionan entre sí, no están separados. Las emociones no están por un lado y la razón por el otro. La emoción estorba en lo racional, lo emocional en la concepción platónica se considera un obstáculo para el desarrollo del pensamiento racional. En La República Platón critica la poesía y la tragedia por dos cosas; por un lado, hace una crítica ontológica – la teoría de las ideas – el teatro es una representación de la realidad sensible por lo que será un conocimiento de un segundo o incluso tercer orden porque la verdadera realidad es el mundo de las ideas. Por otro lado, critica que la tragedia mueve las emociones, y las emociones obstaculizan el desarrollo del pensamiento racional. Para el confucionismo, en cambio, las emociones y la razón van unidas, no se entiende una visión que las separe. Es muy importante el Qi (chi) que es la energía, el aire, oxígeno etc. Así las emociones y la razón se relacionan entre sí. El Qi es la energía que regula el resto de dimensiones.

        La idea de proceso es muy importante, el ser humano se desarrolla a través de un proceso que durará toda su vida. La idea de cuerpo en nuestra tradición se ha separado, siempre se ha considerado al cuerpo como lo fisiológicamente medible, quedando lo mental fuera de lo que sería estrictamente el cuerpo. Por eso ahora se conoce en occidente el término psico-somático. El término Ti – cuerpo - se usaría en un término más general para referirse a un todo del ser humano.

        Luego hay otra serie de términos como Yu – deseos – son deseos de atracción, impulsos que nos atraen hacia ciertas cosas, la primera hacia la vida, a seguir viviendo, algo que es motivo de placer inmediato y Wu sería lo mismo pero en sentido de rechazo, hay cosas para las cuales el rechazo es inmediato. Atracción yu y Aversión wu. Esto es común a todo el ser humano.

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