El desarrollo cognitivo y valoral de los niños y sus formas de percepción y explicación del espacio geográfico

BLOQUE II “EL DESARROLLO COGNITIVO Y VALORAL DE LOS NIÑOS Y SUS FORMAS DE PERCEPCIÓN Y EXPLICACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO”.

Un niño curioso quiere conocer, probar experiencias nuevas, explorar, descubrir aspectos relativos a su entorno. La curiosidad provoca la aparición de una conducta exploratoria dirigida a reducir la incertidumbre. Al ir obteniéndose información a través de la exploración, el nivel de activación se va reduciendo. Según esta teoría, la reducción del estado de activación es reforzante.

En las clases de ciencias sociales, la organización de debates sobre temas políticos debería crear incertidumbre sobre cuál es la mejor postura. En ciencias, la demostración de un experimento que tiene resultados inesperados produce un conflicto conceptual, y motiva a los estudiantes a comprender por qué los resultados fueron diferentes a los esperados.

Hay métodos de enseñanza basados en la motivación inherente al conflicto conceptual. Uno de estos, es el de enseñanza inquisitiva, donde a los estudiantes en vez de proporcionarles respuestas, se les hace preguntas. Otro método denominado enseñanza socrática, que consiste en contrarrestar las afirmaciones de los estudiantes con información discrepante y de ésta forma, motivar al alumno a que resuelva las discrepancias. Cualquier profesor que haya probado alguna de estas técnicas es consciente del poderoso efecto que pueden tener. La mayoría de los niños adquieren una gran cantidad de conceptos durante el proceso de su desarrollo físico y mental, de los cuales, son indistinguibles ante sus ojos.

La noción que de un principio se tiene de espacio, es muy elemental porque se vive afectivamente. No es una noción innata, sino que se adquiere con lentitud. Para llegar a dominar el espacio, y tener una concepción objetiva, necesitará realizar experiencias personales y relacionarse con objetos y personas.

El proceso educativo nunca se da sin problemas. Todos los profesores son conscientes de ciertas dificultades que surgen entre los alumnos a quienes enseñan. Si se considera que el aprendizaje de la geografía debe basarse en la experiencia directa del entorno en que vive el estudiante, parece importante comprender cómo percibe el estudiante este entorno. Si un maestro pretende ampliar las percepciones que sus estudiantes tienen de su entorno, es preciso que conozca cuáles son sus percepciones actuales.

Si hay un área concreta de entendimiento conceptual que sea de aplicación espacial al estudio de la geografía es probablemente la conceptualización espacial, puesto que en la geografía se ocupa de la localización espacial, la distribución espacial, y las relaciones espaciales. El aprendizaje más temprano es perceptivo a través de la vista y el tacto, lo cual capacita al niño de 0-2 años a hacerse consciente de su mundo espacial propio, práctico y local.

El desarrollo de las capacidades espaciales y la conceptualización espacial tienen un interés particular para el profesorado de geografía. Se podrían concentrar más esfuerzos para estimular a los niños en actividades, como juegos sencillos de orientación, manipulación de maquetas desde diferentes puntos de vista, incluído el punto de vista del plano, construcción de sus propios mapas mentales y ejercicios que comprendan la traslación de maquetas de tres dimensiones a mapas de dos dimensiones.

Es necesaria una formación a edad más temprana para mejorar las destrezas de percepción comprendidas en la conceptualización espacial y que pueden tener un papel importante en el estudio de los mapas. Se podrían presentar a los niños un juego de diferentes formas para que pudieran compararlas y contrastarlas oralmente, recortar las formas de color blanco y pegarlas sobre un fondo negro, ocuparse en ejercicios para el entendimiento de las relaciones espaciales siguiendo el conocido experimento de las

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