Embarazo Precoz
mariapdeq18 de Junio de 2013
11.967 Palabras (48 Páginas)306 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION
ALDEA MISION SUCRE
SECCION 667
Integrantes:
Omaira Pacheco: 12.541.603
Lidzey Dugarte: 17.071.385
Katerin López 23.252.300
Daniel Blanco 21.592.289
Índice
p.p
Necesidades Nutricionales en el Embarazo…………………………….
Madre Adolescente…………………………………………………………
Dieta Durante el Embarazo………………………………………………..
Complicación con el Embarazo Relacionado con la Dieta……………
Complicación Exceso de Peso, Falta de Peso, Anemia……………….
Dieta Durante el Parto y Puerperio……………………………………….
Conclusión……………………………………………………………………
Bibliografía…………………………………………………………………….
Anexos………………………………………………………………………..
Introducción
Cuando una nueva vida se encuentra en gestación, es necesario tomar conciencia de que los cuidados que deben brindársele comienzan en el mismo momento en el que nos enteramos de ese maravilloso milagro de la naturaleza. No sólo la madre debe asegurarse, conjuntamente con el seguimiento de su médico, de estar haciendo lo adecuado para que ese pequeño brote de vida crezca sano y vigoroso, sino que deben tomarse en cuenta las situaciones previas al embarazo y debe existir un compromiso de la pareja como un vínculo unitario responsable de esa nueva vida. Pero no debe olvidarse que el momento de empezar la correcta alimentación de su hijo es varios años antes de que nazca ya que el embarazo y, en especial, el parto, constituyen dos instancias culminantes en la vida de una mujer.
Con la llegada de la medicina moderna se le ha prestado una especial atención a la alimentación de la mujer embarazada. En la actualidad es indudable el aumento del interés por parte del médico obstetra y de la embarazada en todo lo relacionado con la nutrición antes y durante los períodos de gestación y de lactancia. El objetivo: lograr que la futura madre aprenda qué nutrientes son indispensables para el desarrollo saludable de su bebé.
Aumentar de peso durante el embarazo es diferente a engordar. Aumentar significa comer con calidad, ciertos y determinados alimentos. Engordar es comer en cantidad cualquier alimento y depositar grasas en el cuerpo sin ningún valor alimenticio.
El cuerpo de la mujer se torna extraño para ella misma, se vuelve mucho más que un cuerpo: es el sitio en el que una nueva vida se está formando. Durante nueve meses el niño crece a una velocidad que no podrá igualar en el resto de su vida: a partir del segundo mes, crece 167,5 veces hasta el final de la gestación. Pensando de éste modo, ningún cuidado es excesivo y tanto el padre como el médico deben acompañar a la mujer en ese momento de cambios, con delicadeza y una orientación y compañía oportunas que le brinden a la futura madre un marco de seguridad en el que pueda sentirse entendida y contenida con todas sus dudas, temores, expectativas. Sin dejar de ningún modo que los cuidados –imprescindibles- empañen o entorpezcan el sentimiento que debe primar por sobre todo lo demás: la alegría y la maravilla de estar alimentando una nueva vida que tomará después rumbo propio, existencia propia.
En cuanto al aumento de peso, se estima un promedio de 9 a 11 kilogramos en los nueve meses de gestación, entendiéndose por promedio a que una mujer puede aumentar de 1 a 3 kilogramos más y otra de 1 a 2 kilogramos menos; dependiendo esto de su condición física, del peso antes del embarazo, de su estatura, etc. No existe una regla común a todas las mujeres en lo que concierne al aumento de peso durante el embarazo.
La alimentación cobra un papel importante en la preparación de un cuerpo sano –más de cuarenta nutrientes están trabajando en la formación, el desarrollo y el crecimiento del bebé– pero además de esto, no pueden perderse de vista la existencia de situaciones peligrosas. Las enfermedades, más que prevenir, se pueden prever. La prevención consistirá en abstenerse de procrear si el riesgo fuera demasiado.
Necesidades Nutricionales en el Embarazo
Requerimiento Energético
En la actualidad se considera suficiente incrementar las necesidades energéticas de una mujer embarazada, sana y bien nutrida, en 200 a 300 Kcal/día durante el segundo y tercer trimestre, para un total de 2000 Kcal. el requerimiento diario durante el embarazo ( 1700 + 300 Kcal)
Requerimiento Nutricional
Proteínas
Las necesidades proteicas en una mujer adulta son de 1 g/kg/día. Durante el embarazo estas necesidades aumentan dada la enorme síntesis de nuevos tejidos tanto maternos como fetales, especialmente en el último trimestre. El Consejo Nacional de Investigaciones Americano propuso que a partir del segundo trimestre, la mujer embarazada debe consumir de 10 a 12 grs. de proteínas adicionales cuando es mayor de 24 años y 15 grs/día cuando es menor de 24 años.
Esto corresponde a aumentar las necesidades proteicas entre 1,2 y 1,5 g/kg/día. Deben ser proteínas de alto valor biológico. Los alimentos ricos en proteínas son las carnes de res, aves, pescado, huevos, granos, nueces. Se deben alternar los diferentes tipos de carnes distribuidos entre 210 a 240 grs. diarios repartidos en el almuerzo y la cena, no se deben consumir más de dos huevos a la semana. De los granos debes consumir una taza tres veces por semana.
Carbohidratos
No se han establecido recomendaciones especiales con relación a la ingesta de este macro nutriente, para la mujer gestante. Deben proporcionar alrededor del 50 % del aporte energético total. Se encuentran en las papas, yuca, ocumo, apio, plátano y cereales.
Se deben ingerir unas 6 raciones/día, repartidas entre las comidas y las meriendas por ejemplo dos rebanadas de pan, 30 grs. de cereal seco, una taza de avena o de fororo, una arepa mediana, seis galletas de soda, media a una taza de arroz, pasta cocida o cereal caliente. Son preferibles los cereales y pan de grano integral. ½ taza de verduras, ¼ de taza de plátano.
Grasas
La cantidad de lípidos en la dieta será un 30% aproximadamente de la energía total. No solo es importante la cantidad sino la calidad de la grasa que se ingiere durante la gestación. Se debe tomar en cuenta la necesidad de ciertos ácidos grasos, que son importantes para la formación del sistema nervioso y la retina del feto, y éste aporte se garantiza incluyendo pescado en la dieta.
Durante el embarazo existe una hiperlipidemia (aumento del colesterol y los triglicéridos) fisiológica. También se encuentran en las carnes, productos lácteos y aceites vegetales. Se deben ingerir de 2 a 3 vasos de leche/día, se puede intercambiar con 2 rebanadas de queso o una ración de 30 grs. de cuajada o requesón, un yogurt.
Vitaminas
Existe un aumento de los requerimientos de las vitaminas durante la gestación y juegan un papel trascendental en el metabolismo, más no contribuyen con el aporte energético, con una dieta balanceada es suficiente para cubrir el requerimiento diario y no es necesario ningún suplemento vitamínico. La vitamina C es indispensable para la absorción de hierro. Las podemos conseguir en los vegetales amarillos, vegetales de hojas verdes y en las frutas. En su forma cruda se obtiene todo su valor nutritivo. Se deben ingerir de cinco a siete raciones/día, una ración es equivalente a media taza cuando están cocidos, una taza cuando están crudos o 180 ml en jugo, puede repartirse en dos tazas de vegetales ( berro, espinaca, lechuga, vainitas, repollo, brócoli, coliflor, pimentón, calabacín) y 5 raciones de frutas al día.
Cabe mención especial el ácido fólico ya que se presenta un aumento de un 122% de las necesidades del mismo debido al crecimiento del feto y la placenta así como el aumento de la producción de los glóbulos rojos maternos. En la actualidad se recomienda que toda mujer en edad reproductiva consuma 400 mcg/día desde tres meses antes del embarazo con el fin de reducir el riesgo de defectos del tubo neural.
Minerales
Hierro
Los requerimientos diarios de hierro son de 15 mg/día, y durante el embarazo estos requerimientos aumentan a un total de 30 mg/día, la sal de sulfato ferroso es la que mejor se absorbe. Las dosis para corregir la anemia son mucho mayores. La anemia se ha asociado con prematuridad, recién nacidos de bajo peso al nacer. El aumento del requerimiento durante el embarazo no puede ser satisfecho por el contenido de hierro en las dietas ordinarias o por la reserva de hierro de muchas mujeres, por ello se recomienda el uso de 30 a 60 mg de hierro suplementario. El hierro durante la lactancia no son substancialmente diferentes de los de las mujeres no embarazadas, pero es aconsejable mantener durante 2 a 3 meses después del parto la administración
...