Emile Durkheim Y La Sociología Como Ciencia

Emile Durkheim, pretende formar una nueva concepción acerca de la sociología, basándola en el hecho social y como este abre un campo extenso de entendimientos y comprensiones. Teóricos anteriores al propio Durkheim, argumentaban que la sociología no era una ciencia puramente independiente, no era intrínsecamente autosuficiente, sino que tomaba muchos aspectos de la psicología y los trastocaba. Contrario a estos viejos conceptos, Durkheim engendra la existencia de fenómenos neta y principalmente sociales, es por esto que él fundamenta que estos hechos sociales no pueden ser abordados y/o entendidos con métodos de estudios que no sean particularmente los sociales. El mismo Durkheim relata “Constituyen, pues, una nueva especie y a ellos debe darse y reservarse el calificativo de sociales” (Durkheim, 1895), principalmente propone esto con el análisis de que si no tiene por objeto de estudio al individuo, lo que les queda por ende, es tomar el rol social.

Es así como Durkheim plantea diversas definiciones del “hecho social”, basándose no sólo es conocimientos personales, sino que tomando los pensamientos contemporáneos pero contrarios a él, haciendo un símil, argumenta de diversas formas su entendimiento de “hecho social” y lo que de este se desprende.

“Consisten en modos de actuar, pensar y de sentir, exteriores al individuo y están dotados de un poder de coacción en virtud del cual se imponen sobre él” (Durkheim, 1895). Los modos de actuar, pensar y de sentir, serán influenciados siempre por un ente ajeno, ya sea, otra persona, una ideología, un sistema, etc. Tal como lo dice el mismo Durkheim: “es indiscutible que la mayoría de nuestras ideas y de nuestras tendencias no son elaboradas por nosotros sino que nos llegan de afuera, sólo puede penetrar en nosotros imponiéndose: y eso es todo lo que significa nuestra definición” (Durkheim, 1895). El término “exteriores al individuo”, comprometen que los modos de pensar, sentir y actuar vengan previas a la existencia y/o nacimiento del individuo, por lo tanto no dependen de los modos de pensar, de actuar y de sentir subjetivos, sino que vienen anteriormente predeterminadas.

El aspecto colectivo de las características, acerca de los pensamientos, actos y pensamientos, es en sí una parte peculiar de la sociedad, es decir, forman parte esencial de la cultura de cada sociedad, por lo tanto, abarcan una gran cantidad de gente, formándose de la particularidad, una generalidad masiva.

Es aquí donde otro factor importante entra en juego, el aspecto coercitivo , a su vez, entra en juego en conjunto con el aspecto de que “son exteriores al individuo”, la imposición de ideas, pensamientos y formas de actuar, vienen desde un ente/ institución foránea a cada individuo, es así como cada uno de nosotros entramos en una disyuntiva acerca de que, la coerción nos ataca pero a la vez nos enamoramos de ella y nos hace necesario; “El poder coercitivo que le atribuimos no constituye la esencia del hecho social, pues puede presentar igualmente el carácter opuesto. Y esto porque si las instituciones se nos imponen, también nos adherimos a ellas; nos obligan y las amamos; nos coaccionan, y, sin embargo, aprovechamos su funcionamiento y su misma coacción” (Durkheim, 1895), y así es como se forma este anhelo inesperado, que es sólo ilusorio, ya que creemos que todo tipo de pensamiento, todo tipo de actuar y de sentir, no viene desde afuera, sino que es generado por cada uno de nosotros, ignorando toda intervención externa, toda coacción, es así como explica Durkheim; “Entonces somos víctimas de una ilusión que nos hace creer que hemos elaborado por nosotros

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