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Enfermedad: una trascendencia conceptual corporal y mental


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2017  •  Síntesis  •  1.709 Palabras (7 Páginas)  •  192 Visitas

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FUNCACIÓN UNIVERSITARIA MARIA CANO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

Ensayo argumentativo

Enfermedad: una trascendencia conceptual corporal y mental

Presentado por

TATIANA MONSALVE MONTOYA

LUISA MARÍA OSORIO CUERVO

XIMENA PATRICIA BUILES MARULANDA

MARÍA GUADALUPE VÁSQUEZ MONTOYA

GRUPO 302

Fecha:

26 de 03 del 2015

MEDELLÍN

Durante el lapso de tiempo que lleve una persona con vida aprende a demostrar cuando se encuentra con un malestar o cuando se encuentra “saludable”, este término está en comillas debido a que en lo que se lleva estudiando la salud se ha más que demostrado que este concepto abarca mucho más a no tener una dolencia física sino que su complejidad es más alta. Por eso  hablando de complejidad y de una persona que está en la capacidad de demostrar  cuando está sufriendo un dolor (incluso un bebé que se hace notar en su llanto),  ¿cómo es que esta persona sabe con certeza que está enfermo?, y es aquí donde entra otro juego conceptual: enfermedad, enfermo o enferma, entonces, ¿qué es estar enfermo?, ¿qué es una enfermedad?

El otro día  comencé a sentir un leve dolor de cabeza que estaba afectando mi concentración en la clase porque más allá del dolor, estaba pensando en: ¿por qué me duele la cabeza?, ¿estaré enferma?; se tiene certeza de que todas las personas saben lo que se siente tener una duda sobre su salud y obviamente preocupación por la misma, entonces es aquí donde los agentes de la salud y los que estamos en proceso de serlo como lo son los psicólogos y fisioterapeutas, tenemos un pensamiento más avanzado sobre  lo que es el bienestar absoluto de nuestros pacientes. La persona que está sufriendo un dolor de cabeza, puede dejarse llevar por su conocimiento empírico el cual le indica que no es más que un dolor de cabeza que ya se pasará como ha pasado con anterioridad y que probablemente esté enferma, porque enfermedad para él o ella es “ tener, sentir o padecer de un dolor ya sea constante, permanente o parcial”; puede orientarse por las concepciones ajenas como de sus padres, abuelas o aquellos dichos coloquiales que además de “justificar” una enfermedad pueden remediarla o definirla,  como un dolor punzante en la muñeca de la persona que cree que es por un mal movimiento, pero puede estar sufriendo del túnel de metacarpo o viceversa; o una persona que tiene pensamientos melancólicos o de muerte repentinos y crea que solo está sensible pero puede tener tendencias suicidas; o como este dolor de cabeza que puede deberse a estrés o a un tumor cerebral y por este mismo número de posibilidades, esta persona se puede dejar llevar por la parte de conservación de la salud que le dice que debe visitar a alguien especializado en diagnosticar enfermedad o su estado de salud, es decir, hacer uso de los servicios médicos, valorar su grado de dolor y saber si se está enfermo o no. Dentro de las cualidades de esta persona que puede diagnosticar una enfermedad está su especificidad, es decir, en lo que se centra su manejo conceptual, en este caso la fisioterapia y la psicología.

Dentro del campo de la fisioterapia, según Eduardo Fondevila Suárez (2014), en su artículo  crítico de la fisioterapia, enfermedad “es sinónimo de desequilibrio en el bienestar íntegro del ser humano”, este autor hace una compleja y armoniosa comparación del ser humano, él explica como algunas ciencias tratan al ser humano como un ser orgánico, es decir, es cierto que el cuerpo es como una perfecta máquina, que de una manera u otra lo que ocurra en el exterior (anatomía)  está directamente proporcional a lo que ocurre por dentro (psíquico)  como lo ejemplifica con Nassim Nicholas Taleb (2007); con esto último se está de acuerdo,  pues el hombre no es un ser estático y rígido, es demasiado complejo como para tratarlo como una simplicidad que requiere solo un ajuste, no se pretende que haya un choque dentro de esta afirmación sino que enfermedad dentro de la reflexión del fisioterapeuta tiene en cuenta aspectos como para determinar si el paciente tiene una enfermedad, primero hay que conocer el problema por el que está pasando el paciente, por ejemplo si tiene X lesión que le produce dolor, esto puede afectar X actividad dentro de su cotidianidad o esta X lesión fue provocada por lo mismo, lo que se quiere decir es que no se debe asumir que el paciente tiene un problema, sino que se debe identificar el problema, entonces, enfermedad es un desequilibrio, sí, pero esta definición puede traer ciertos errores semánticos consigo, entonces desde este punto crítico, enfermedad es para el fisioterapeuta, el conocimiento de la volatilidad del paciente y que por consecuencia su integridad armónica, como el entorno social, la conciencia anatómica (dolor o alivio), lo psicológico y el bienestar de su cuerpo y mente, se ven alterados grave o levemente; esta definición puede parecer redundante dentro del contexto social, pero al observar cada eslabón la enfermedad va más allá de un desequilibrio en el bienestar, esta definición a conciencia suena como un trato de la industria al hombre para hacerle creer que su salud es inquebrantable o solo está “desequilibrada” cuando hay dolor.  

 Las enfermedades fisioterapéuticas  cada vez se incrementan, puesto que son generadas por diversos factores a nivel interno o externo, es decir, en las primera se hace referencia  a la edad, entendiendo así que nuestro cuerpo  se van alterando paulatinamente, lo cual trae consigo  limitaciones locomotoras y  la segunda hace énfasis a lesiones (daños) que de acuerdo a su grado de complejidad pueden dar paso a la discapacidad, inmovilidad, y dolencia corporal; por estas razones de conexión entre el dolor y el rendimiento en las actividades diarias, en cuanto a las enfermedades ya sean psicológicas o de fisioterapia, tienen como objetivo principal es el estudio, la valoración funcional, comprensión y manejo del movimiento del cuerpo humano, como elemento esencial de la salud y el bienestar del individuo. En tal sentido, las acciones de esta disciplina deben estar orientadas a la promoción, prevención, habilitación y rehabilitación con el fin de recuperar al máximo posible las funciones de las personas, como mejorar su calidad de vida porque se sobre entiende que estas afectan de una manera grave o leve el sentido de la vida de la persona o la perspectiva de la misma; independientemente de la gravedad: crea incertidumbre, inestabilidad de vida muchas veces, indignación, negación de la evidencia e incomprensión de porque a mí y ahora, entre otras.

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