Enfermedades Del Embarazo
mbaeza21 de Agosto de 2014
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Enfermedades y Problemas del Embarazo y el Parto
“Trabajo de Investigación”
Nombre: Héctor Merino
Curso : Séptimo año
Asignatura: Naturaleza
Tabla de Contenidos.
Tabla de Contenidos. 2
Introducción 3
Enfermedades y Problemas del Embarazo 4
Cardiopatías 4
Insuficiencia cardíaca 4
Enfermedad reumática del corazón 4
Cardiopatías congénitas 5
Prolapso de la válvula mitral 5
Hipertensión arterial 6
Anemias 7
Enfermedad renal 8
Enfermedad infecciosa 8
Diabetes 9
Enfermedades de la glándula tiroides 10
Enfermedades del hígado 11
Asma 11
Lupus eritematoso sistémico 12
Artritis reumatoide 12
Cirugía durante el embarazo 13
Enfermedades y Problemas del Parto 14
Qué puede pasar en el parto 14
Riesgos de un parto complicado 14
Conclusión 15
Introducción
El trabajo que se expondrá a continuación tiene por objetivo dar a conocer las enfermedades que pueden causar complicaciones durante el embarazo, tanto a la mujer como al feto, asimismo se revisará las complicaciones que puede a llegar a tener el parto, Pese a que el parto es un proceso natural para toda mujer embarazada, tenemos que tener en cuenta que todas las circunstancias que acompañan al parto son importantes, aunque en un principio no sospechemos de ningún problema. Aunque hoy día es muy poco frecuente que una madre pueda morir al dar a luz a su hijo.
Enfermedades y Problemas del Embarazo
Cardiopatías
El embarazo complica aún más el diagnóstico de una enfermedad cardíaca, porque el volumen de sangre aumenta y provoca soplos (sonidos causados por el repentino y turbulento paso de la sangre por el corazón) que pueden sugerir un trastorno cardíaco, incluso cuando no exista ninguno. Además, las venas se dilatan, aumenta la frecuencia cardíaca y el corazón tiene un aspecto diferente en las radiografías.
Insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca es la incapacidad del corazón de bombear la cantidad de sangre necesaria para el organismo.
A medida que avanza el embarazo, una mujer con insuficiencia cardíaca se siente cada vez más cansada, incluso aunque descanse lo suficiente, evite el estrés, tome alimentos nutritivos, y suplementos de hierro para evitar la anemia y controle su peso. Los momentos especialmente preocupantes, en los que las demandas del corazón son mayores, se encuentran entre las semanas 28 y 34 de embarazo, durante el parto e inmediatamente después del mismo. La enfermedad cardíaca de la madre puede afectar al feto; de hecho, el feto puede morir durante un episodio de insuficiencia cardíaca de la madre, o bien puede nacer antes de término (prematuramente).
Enfermedad reumática del corazón
La enfermedad reumática del corazón es una complicación frecuente de la fiebre reumática en la que una o más válvulas cardíacas se estrechan, en particular, la válvula mitral (estenosis mitral).
Los problemas causados por un estrechamiento de las válvulas del corazón empeoran durante el embarazo. Durante éste, la válvula estrecha debe soportar la presión de un aumento de la frecuencia cardíaca, el incremento del volumen de la sangre y la sobrecarga a que está sometido el corazón. Como resultado, cierta cantidad de líquido puede estancarse en los pulmones y causar edema pulmonar (que es la complicación más peligrosa de la estenosis mitral).
Durante el embarazo, la mujer debería limitar su actividad física y evitar la fatiga y la ansiedad. El mejor momento para el parto es la fecha estimada del alumbramiento o unos pocos días antes. Debido a que las válvulas lesionadas por la enfermedad reumática son más susceptibles a las infecciones, se administran antibióticos como medida preventiva durante el parto, 8 horas después de cualquier situación que aumente el riesgo de infección, como una intervención dental o la rotura prematura de las membranas que rodean al feto. Estas infecciones son muy graves.
Cardiopatías congénitas
La mayoría de mujeres con defectos congénitos del corazón (cardiopatías congénitas) pero que no ha tenido síntomas antes del embarazo no tiene un riesgo mayor de complicación durante el mismo. Sin embargo, las mujeres que tienen ciertos trastornos que afectan al lado derecho del corazón y a los pulmones, como el síndrome de Eisenmenger y la hipertensión pulmonar primaria, corren el riesgo de sufrir un colapso y morir durante el parto o poco después de éste. La causa de la muerte es poco clara, pero el riesgo es lo bastante importante como para desaconsejar el embarazo. Si una mujer con alguno de estos trastornos queda embarazada, el parto debe realizarse en las mejores condiciones posibles y con el equipo completo de reanimación preparado. Se pueden administrar antibióticos para evitar la infección de las válvulas cardíacas anormales. El aborto espontáneo o inducido después de las 20 semanas de embarazo también resulta peligroso para estas mujeres.
Prolapso de la válvula mitral
En el prolapso de la válvula mitral, las valvas de esta válvula protruyen dentro de la aurícula izquierda durante la contracción ventricular y, en consecuencia, se escapan (regurgitación) pequeñas cantidades de sangre hacia la aurícula.
El prolapso de válvula mitral es más frecuente en las mujeres jóvenes y tiende a ser hereditario. Los síntomas consisten en la presencia de un soplo cardíaco, conciencia del latido cardíaco (palpitaciones) y, en ocasiones, un ritmo cardíaco irregular (arritmia). La mayoría de las mujeres que presentan este trastorno no tiene complicaciones durante el embarazo pero, por lo general, se les administran antibióticos por vía intravenosa durante el parto para evitar una infección de las válvulas del corazón.
Hipertensión arterial
La presión arterial elevada (hipertensión) puede estar presente antes del embarazo pero, en un pequeño porcentaje de casos, se desarrolla durante el mismo.
Si una mujer tiene una presión arterial ligeramente alta (de 140/90 a 150/100 mm Hg) y está intentando quedar embarazada o descubre que ya lo está, habitualmente, su médico suspende el tratamiento farmacológico que está siguiendo para bajar la presión arterial (fármacos antihipertensores). El motivo de esta interrupción es que el riesgo de que los fármacos aumenten la morbilidad y la mortalidad del feto es mayor que el posible beneficio que obtenga la madre. La mujer puede tener que restringir el consumo de sal y reducir la actividad física para ayudar a controlar su presión arterial.
Las mujeres embarazadas con una hipertensión arterial grave (más de 180/110 mm Hg) necesitan cuidados especiales. El embarazo puede empeorar en gran medida la hipertensión y provocar hinchazón del cerebro, hemorragia cerebral, insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca e incluso la muerte. El desprendimiento prematuro de la placenta de la pared uterina (abruptio placentae) es más frecuente en estas mujeres; con el desprendimiento, el suministro de oxígeno y de nutrientes que recibe el feto se interrumpe y éste puede morir. Aunque la placenta no se desprenda, la hipertensión puede reducir el suministro de sangre que recibe la placenta y retardar el crecimiento fetal. Si la mujer desea continuar el embarazo, se deben administrar fármacos más potentes que reduzcan su presión arterial. En general, se la hospitaliza durante la segunda mitad (o incluso más) del embarazo para protegerla a ella y también al feto. Si su estado empeora, puede que deba recomendarse la interrupción del embarazo para salvar su vida.
Anemias
Las anemias son trastornos en los que el número de glóbulos rojos o la cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno) que contienen son inferiores a lo normal.
La mayoría de las mujeres embarazadas tiene algún grado de anemia que no resulta perjudicial. No obstante, las anemias provocadas por anomalías hereditarias en la hemoglobina pueden complicar el embarazo, ya que aumentan el riesgo de enfermedades e incluso de muerte del recién nacido y la posibilidad de que aparezcan enfermedades en la madre.
De forma periódica, antes del parto, se llevan a cabo pruebas de sangre que detectan anomalías en la hemoglobina en las mujeres cuyo origen étnico o cuya historia familiar indica que tienen más probabilidades de presentar estas anomalías. Para detectar anomalías en la hemoglobina del feto puede realizarse un estudio de las vellosidades coriónicas o una amniocentesis.
Enfermedad renal
Una mujer aquejada de una enfermedad de los riñones grave antes de quedar embarazada tiene pocas probabilidades de llevar un embarazo a término. Sin embargo, algunas mujeres que se someten a diálisis con regularidad debido a una insuficiencia renal y muchas de las que han recibido trasplantes de riñón han dado a luz a recién nacidos sanos.Las
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