Enfermeria Ginecobstetrica
alealmazul21 de Noviembre de 2014
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VIGILANCIA PRENATAL
La vigilancia prenatal (VP), se define como el conjunto de acciones médicas y asistenciales que se concretan en entrevistas o visitas programadas con el equipo de salud, a fin de controlar la evolución del embarazo y obtener una adecuada preparación para el nacimiento y la crianza del recién nacido con la finalidad de disminuir los riesgos de este proceso fisiológico. Es parte de un proceso destinado a fomentar la salud de la madre, el feto y la familia.
DIAGNÓSTICO DE EMBARAZO
El diagnóstico de embarazo es uno de los más importantes del ejercicio de la profesión médica debido a las implicaciones médicas, sociales, legales y personales que tiene.
Si bien el diagnóstico de embarazo es fácil, por la cantidad de métodos precisos que existen para hacer un diagnóstico precoz, en ocasiones, pasa desapercibido porque algunas mujeres pueden tener alteraciones menstruales y estar embarazadas a pesar de tener sangrado genital.
Existen signos positivos, probables y presuntivos de embarazo, pero sólo los positivos confirman la existencia de un embarazo porque los probables y presuntivos se pueden observar en otras condiciones.
De todos los métodos disponibles, la determinación de HCG es la más precoz porque puede dar positiva aun antes de la primera falta menstrual; sin embargo, está considerada dentro de las pruebas probables debido a que puede haber una prueba positiva en ausencia de embarazo clínico.
La prueba positiva más precoz de embarazo la constituye la ecosonografía, que permite detectar un embarazo clínico entre las semanas 4 y 5 y la presencia del embrión con latido cardíaco a partir de la semana 6, mediante ecosonografía transvaginal.
DURACIÓN DEL EMBARAZO
Cuando se confirma un embarazo, la primera pregunta que te haces es ¿cuándo nacerá mi bebé?... Y te das cuenta de que algunos hacen cuentas y cuando tocan el punto de la duración del embarazo, unos hablan de 38 semanas, otros de 39 y otros más de 40 semanas.
Toda esta confusión de semanas se debe simplemente a definiciones de tiempo. Debes saber que hay 4 tipos de tiempo: la edad gestacional, edad del feto o fertilización, trimestres y meses lunares.
Edad gestacional
También llamada edad menstrual, es en la que se basan la mayoría de los doctores para calcular la fecha probable de parto.
Su duración es de 40 semanas y comienza el primer día de la última menstruación, es decir, dos semanas antes de concebir. Es la que se utiliza porque en la mayoría de las mujeres no saben exactamente cuando fue el día de la concepción.
Edad del Feto o Fertilización
La duración promedio del embarazo es de 38 semanas y comienza a partir del primer día de la concepción. También se conoce como edad ovulatoria.
Trimestre
Para agrupar las etapas de desarrollo del embarazo, éste se divide en tres períodos llamados trimestres. Cada uno de ellos dura 13 semanas, lo que significa que un embarazo tiene una duración de 39 semanas.
Meses Lunares
Los meses lunares se refieren al ciclo completo de la Luna. Cada mes lunar tiene 28 días. Un embarazo en promedio consta de 10 meses lunares, por lo que en total un embarazo en meses lunares tiene una duración de 40 semanas.
LOS CAMBIOS FISIOLÓGICOS DURANTE EL EMBARAZO
Esta nueva etapa de la vida de la mujer implica algunos cambios fisiológicos en el organismo que explican, en parte, los cambios en el estado físico y anímico. La gestación es un período en el que aumentan notablemente las necesidades nutritivas. Este incremento se debe a las demandas requeridas para el crecimiento y desarrollo del feto y para la formación de nuevas estructuras maternas necesarias para la gestación como son la placenta, el útero, las glándulas mamarias, sangre; así como para la constitución de depósitos de energía para el tiempo de la lactancia.
Entre los cambios físicos, encontramos el retiro de la menstruación, aumento de peso, aumento del tamaño de los pechos y del útero (donde se alojarán el feto, la placenta y el líquido amniótico), mareos, fatiga, somnolencia, aumento en la frecuencia de las micciones. Entre los cambios psicológicos son frecuentes, sobre todo en el primer embarazo, los estados depresivos, el llanto fácil e irritabilidad. Todos estos cambios son provocados por las hormonas que aumentan durante el embarazo. Se segregan cantidades importantes de estrógeno, progesterona, gonadotropina coriónica, entre otras.
MANEJO DEL EMBARAZO NORMAL
La mayoría de los daños obstétricos y los riesgos para la salud de la madre y del niño pueden ser prevenidos, detectados y tratados con éxito, mediante la aplicación de procedimientos normados para la atención, entre los que destacan el uso del enfoque de riesgo y la realización de actividades eminentemente preventivas y la eliminación o racionalización de algunas prácticas que llevadas a cabo en forma rutinaria aumentan los riesgos. Las acciones propuestas tienden a favorecer el desarrollo normal de cada una de las etapas del proceso gestacional y prevenir la aparición de complicaciones, a mejorar la sobrevivencia materno-infantil y la calidad de vida y adicionalmente contribuyen a brindar una atención con mayor calidez.
De esta manera procedimientos frecuentemente usados para aprontar el parto, por señalar sólo algunos ejemplos, la inducción del mismo con oxitocina o la ruptura artificial de las membranas amnióticas, han sido revalorados en vista de que no aportan beneficios y sí contribuyen a aumentar la morbilidad y mortalidad materno-infantil, por lo que su uso debe quedar limitado a ciertos casos muy seleccionados. Otros como la anestesia utilizada indiscriminadamente en la atención del parto normal, efectuar altas proporciones de cesáreas en una misma unidad de salud o el realizar sistemáticamente la revisión de la cavidad uterina postparto, implican riesgos adicionales y su uso debe efectuarse en casos cuidadosamente seleccionados. Algunos de estos procedimientos aún persisten como parte de las rutinas en la atención del parto, por lo que deben modificarse en las instituciones. No se trata de limitar el quehacer de los profesionistas, sino que a partir del establecimiento de lineamientos básicos se contribuya a reducir los riesgos que pudieran asociarse a las intervenciones de salud. En la medida que se cuente con tecnología de mayor complejidad y por ende con el personal idóneo para su manejo e indicación precisa, este tipo de avances en la medicina deben ser utilizados.
Las acciones de salud pueden ser reforzadas si la madre recibe la orientación adecuada sobre los cuidados prenatales y los signos de alarma que ameritan la atención médica urgente y se corresponsabiliza junto con su pareja (o familia), y con el médico en el cuidado de su propia salud.
A fin de mejorar los servicios a la población materno-infantil, en algunas instituciones se han desarrollado normas y procedimientos para la atención en la materia, como es el caso del parto psicoprofiláctico, pero no tienen difusión generalizada ni un carácter uniforme, bien sea porque no son revisadas periódicamente o porque en algunos casos se adolece del conocimiento actualizado. Este tipo de prácticas en las unidades que han desarrollado su utilización y cuando la mujer lo solicite lo pueden llevar a cabo.
Como puede verse, es necesario efectuar algunos cambios en los procedimientos de la atención materno-infantil que deben ser normados a fin de garantizar su cumplimiento en todo el país. De esta manera la Norma contribuirá a corregir desviaciones actualmente en uso, que afectan la calidad de la atención y señalará pautas específicas a seguir para disminuir la mortalidad y la morbilidad materna e infantil, atribuible a la atención por parte de los prestadores de servicios y las instituciones.
PARTO EUTÓCICO
Parto eutócico es todo aquel que se inicia de forma espontánea, con un bebé a término y en posición adecuada, y que transcurre y finaliza sin complicaciones. En el parto eutócico no se precisa de ninguna maniobra quirúrgica para que termine el parto, en caso contrario, se denomina parto distócico. El parto eutócico no se puede decir mucho, ya que se caracteriza por la ausencia de problemas. Un parto eutócico se desarrollaría pues según los procesos fisiológicos de cada mujer y sin necesidad de intervenciones médicas.
Hay una serie de factores que hacen más complicado (o imposible) un parto normal o eutócico. Son situaciones en las que las maniobras quirúrgicas son necesarias para asegurar el bienestar de la mamá y/o el bebé:
Posición fetal anormal (cuando el bebé no se sitúa de cabeza, suele ser necesaria una cesárea)
Desproporción entre el tamaño de la cabeza del bebé y la pelvis de la madre (no se puede diagnosticar hasta que la madre está completamente dilatada)
Trastornos en la frecuencia, tono o intensidad de las contracciones
Causas fetales (prolapso del cordón, desprendimiento de la placenta, pérdida de bienestar fetal…)
Determinadas enfermedades maternas
La ausencia de todos estos problemas permite un parto eutócico, que ocurre en el 60% de los partos.
DIAGNOSTICO OBSTÉTRICO
Su finalidad es comprobar el normal crecimiento del útero, evaluar el líquido amniótico y determinar el estado del feto, su crecimiento y su adecuación al recipiente uterino. Para ello debe realizarse:
Anamnesis
1.- Antecedentes familiares:
a) Enfermedades familiares, hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus
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