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Enron Company


Enviado por   •  21 de Septiembre de 2012  •  Ensayos  •  1.959 Palabras (8 Páginas)  •  385 Visitas

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Kenneth Lay fundó en 1985 Enron, intentando rentabilizar la liberalización de la energía iniciada por el presidente Reagan (“el gobierno es el problema”) pero, contradicción que hoy vemos generalizada por ejemplo en la banca, aceptando con gusto las subvenciones estatales que su compañía recibía por internacionalizarse. El rumbo de la compañía –que en principio debía ser la típica compañía energética estable que tanto gusta al inversor conservador en bolsa- parece fue decidido por una malversación. Y es que en 1987 la filial Enron Oil reportaba unos beneficios extraordinarios debido a que altos cargos apostaban en el mercado de precios del crudo, aprovechándose de las propias reservas de la compañía para mover los precios. Estuvieron a punto, en una racha de mala suerte, de hundir Enron Oil, y en la investigación posterior se descubrieron documentos falsos y desvíos de fondos a cuentas personales. Kenneth Lay era consciente de ello pero como vio que esta estrategia tan arriesgada daba grandes beneficios no despidió a los operadores hasta que se vio obligado cuando uno de los responsables fue condenado a un año en la cárcel.

El caso es que a partir de ese momento la cúpula de Enron entendió que la especulación era más rentable que la gestión empresarial tradicional de una empresa de este tipo –redes, gasoductos etc.- y en 1992 ya era el mayor comprador y vendedor de energía del mundo. De fechas tan lejanas comienza una tendencia contable que marcará la historia de la compañía ya que valoraban expectativas de precios futuros –demostrables por los precios de estos productos, muchas veces manipuladas por ellos mismos- a las posiciones presentes, presentando unos beneficios irreales que acabarían generando un descuadre de la tesorería casi continuo. En esta época el fundador de Enron había cedido los poderes ejecutivos a Jeffrey Skilling, un personaje que sabía venderse a él mismo y a Enron muy bien a pesar de algunas tácticas no precisamente populares como por ejemplo despedir a más de un 10% de la plantilla cada año por votaciones del resto de empleados. Aunque fue el máximo responsable hasta unos meses antes de la quiebra, en la comisión parlamentaria que investigó ésta negó tener responsabilidad en el crash, al igual que otros directivos, y si bien un empleado íntimo amigo de Skilling se suicidó agobiado por los remordimientos, él aseveró que “No hice nada malo, en todo momento trabajé para el beneficio de la compañía”.

Otro factor que impulsó el amor al riesgo y el olvido de la economía real fue la fuerte tendencia alcista bursátil de finales del siglo pasado, lo que motivó aún más la política de aumentar dividendos como fuera. El artífice de las cuentas era el director financiero Andrew Fastow, que durante años consiguió que una empresa que perdía liquidez, aumentara beneficios trimestre tan trimestre ocultando una deuda de 30 mil millones de $ con cientos de compañías fantasma que la escondían en sus propios balances. Hacía lo que sus jefes querían y además se embolsaba una buena comisión para él mismo. Llegó a vender a 96 bancos –algunos eran los principales del mundo- un fondo que sólo invertía en Enron, siendo él el responsable de ambas compañías y garantizado todo en una expectativa irreal de beneficios –repito- de una sola compañía. Es decir, no sólo el auditor, Arthur Andersen, cayó en la trampa: banqueros, abogados y contables hicieron la vista gorda, ¿tan ineptos eran o más bien es que todos cobraban? Parece lo segundo ya que se descubrieron mails entre empleados de los bancos que demuestran que sabían que los números de Enron no eran claros. De hecho, Merry Linch fue condenado a posteriori porque a finales de 1999 compró activos en Nigeria a Enron para devolvérselos a los 5 meses y que en ese tiempo desaparecieran del balance de la empresa. ¿Habría otras operaciones así que no salieron a la luz? Es difícil de entender que nadie se extrañara de un aumento constante de los beneficios cuando la realidad era la contraria ya que sólo era rentable el “power bróker” (un famoso lema publicitario de Enron), es decir, la intermediación, pero no compensaba las grandes inversiones en industrias y extracciones por todo el mundo que no daban beneficio. Por ejemplo, una enorme factoría en la India que siempre generaba déficit ya que en aquella época el precio al que podían vender energía a la población del país era más barato que el coste. En esa época la publicidad de Enron era similar a la de los bancos islandeses de hace dos años y la clave era más convencer a inversores bursátiles que a clientes ya que los bonus de los directivos estaban ligados y eran abonados con acciones. De hecho, semanas antes del cierre de trimestre milagrosamente siempre aparecían beneficios.

Algunos beneficios existían realmente pero la forma de obtenerlos era muy discutible. Por ejemplo, desde que en 1996 se liberalizó la electricidad en California, Enron desviaba energía de allí para venderla en otro sitio, lo que provocó cortes de electricidad nunca vistos antes en el estado, que además beneficiaban a Enron ya que elevaban los precios. Estudiaban la red y donde sobraba, la desviaban, cobrando varias veces por lo mismo. Seguramente la primera vez no fue algo planificado pero viendo el resultado empezaron a provocar ellos mismos cortes para subir los precios, y de hecho se grabaron conversaciones de operadores provocando apagones (“Si pisarle el cuello a alguien supone el doble de sueldo, pues se le pisa”). Especulaban con un bien básico, aún más que el de la posesión de vivienda, origen de la actual crisis. Los miedos a la “sobrecargada red de California”, elevaban más y más los precios, alegrándose incluso de los incendios estivales ya que servían para poder justificar mejor los apagones. En el documental hablan del experimento Milgran para justificar “por qué simples empleados de Enron podían comportarse

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