Caso Enron
albasa17 de Febrero de 2012
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ECONOMÍA PARA LA TOMA DE DECISIONES
Caso 1
1. En el caso de Enron y las acciones que llevaron a su colapso, ¿podría decirse que se trató de problemas de agencia? Justifique su respuesta a partir de los conceptos de principal/agent y la información proporcionada en el caso.
Como se puede observar, Enron fue una empresa en la cual sus directivos se enfocaron a buscar el aumento del valor de la acción, sin importar la manera en la cual lo hacía ya que su estrategia consistía en crear compañías de responsabilidad limitada. De acuerdo con Joan Claybrook "Enron abusó de una supervisión gubernamental floja y formó una compleja red de más de 2 mil 800 subsidiarias de las cuales, 874 estaban ubicadas en zonas extraterritoriales off-shore exentas de impuestos y de regulaciones bancarias, en su mayoría en las islas Caimán"(1). Mediante esta estrategia, Enron no estaba obligado a presentar en sus estados financieros las pérdidas de sus compañías filiales, lo cual le permitía mantener un robusto y creciente precio de sus acciones en el mercado y mantener su rating de crédito.
Ahora bien, de acuerdo a lo establecido por Thomas y Maurice, un problema de Principal (el dueño) – Agente (la gerencia), se presenta cuando el agente tiene objetivos diferentes a los que tiene establecido el principal, y el principal tiene problemas para forzar a que se respeten los términos del contrato o bien resulta costo el poder monitorearlo (Thomas & Maurice 2008).
Por otro lado, Jensen y Meckling establecen que: “La teoría de la agencia analiza la forma de los contratos formales e informales mediante los que una o más personas denominadas como "el principal" encargan a otra persona denominada "el agente", la defensa de sus intereses delegando en ella cierto poder de decisión” (Jensen y Meckling, 2008).
Considerando el respaldo teórico y en base a la información presentada en el caso, podemos afirmar que efectivamente el caso presentado trata un problema de agencia, ya que los inversionistas esperaban que el valor de la compañía aumentara, pero definitivamente no a expensas de cometer actos fraudulentos que llevaran a la compañía a la quiebra.
Thomas y Maurice (2011) hacen mención a que dicho tipo de relación implica siempre la existencia del problema del riesgo moral, es decir, la posibilidad de que el agente (gestor político, gestor empresarial) busque objetivos personales en detrimento de los intereses del principal (el ciudadano o el accionista).
Dicho agente ó administrador de una empresa o de un organismo del estado puede utilizar su capacidad de decisión para 2 fines:
1. La obtención de beneficios personales a expensas del ciudadano o del accionista.
2. La obtención de resultados en base a la toma de decisiones demasiado arriesgadas que sean beneficiosas para la empresa a corto plazo pero perjudiciales en el largo plazo.
En el caso Enron lo que ocurrió fue el segundo punto, en donde se quiso continuar con el desarrollo acelerado y la expansión que la compañía estaba teniendo (3 divisiones, 22,000 empleados por todo el mundo y entre 1996 al 2000 la revista Fortune la designó como la empresa más innovadora de los Estados Unidos por cinco años consecutivos) que los altos mandos se refugiaron en lagunas existentes dentro de la normativa para presentar estados de liquidez y ganancia irreales referentes el estado financiero real de la compañía.
Siendo que los hechos ocurridos fueron orientados hacia el incremento del valor de las acciones de Enron a costa de emprender situaciones como el caso de las subsidiarias que no generaron un valor real para el crecimiento sostenible de la empresa, sino fueron un canal para poder manejar sus finanzas de forma irreal y mas bien generar activamente un enriquecimiento hacia el bolsillo de los accionistas.
Thomas & Maurice (2011) comentan también que “la alta gerencia de una empresa está mucho más familiarizada con el funcionamiento de la corporación que la mayoría o incluso la totalidad de los accionistas” En este sentido, cuando se empezó a mandar signos de problemas de importancia financiera por parte de Sherron, la actitud de Ken Lay mostro una proyección de continuar en el mismo canal que venían trabajando sin poner atención al inicio de lo que fue un problema de tal magnitud que en ese momento se pudo haber corregido implementado estrategias a corto y mediano plazo.
2. Si usted se encontrara en su empresa en una situación similar a la de Sherron S. Watkins, ¿qué habría hecho usted? Es decir, ¿cómo habría actuado manteniendo por un lado la lealtad a la empresa y al mismo tiempo los principios de honestidad y ética?
Hoy en día se ha vuelto aún más importante el generar la conciencia en el personal de las empresas para denunciar hechos de prácticas fraudulentas como la que se presentó en Enron. Salazar menciona que “El capital humano de una empresa, toma a diario decisiones que tienen consecuencias para todos los stakeholders tanto internos como externos de la organización. La experiencia nos dice que a partir de que los académicos empiezan a tratar el tema de la RSC, lo hacen con el propósito de ayudar a los directivos y dueños de las empresas para encaminar las decisiones de los directivos y empresarios hacia un rumbo más objetivo, teniendo como punto focal el que dichas decisiones se tomen dentro del marco de la ética y la moral a la vez que dichas decisiones apoyen la consecución de los objetivos de rentabilidad de la empresa” (Salazar 2011, 29).
En base a lo anterior, la toma de decisiones ante hechos fraudulentos debe basarse en primera instancia entendiendo que la lealtad con la empresa no significa que uno debe de quedarse callado con el fin de evitar conflictos. Por el contrario, todas las partes interesadas (stakeholders) internas de la organización deben de buscar el mismo objetivo, el cual es generar ganancias para la empresa bajo un marco de valores definidos y cuando algunos de estos valores es roto, se debe denunciar con el fin de evitar daños a la empresa.
En nuestro caso particular, consideramos que fue una decisión difícil el levantar la voz para reportar lo que estaba sucediendo en la empresa, aun sabiendo que esto podría provocar un problema en la relación laboral de Sherron S. Watlins; Sin embargo, en nuestro caso hubiéramos actuado de igual manera ya que tarde o temprano se revelarían los problemas financieros de Enron y si se hubieran tomado acciones a tiempo para corregir el rumbo, quizás la historia hubiera sido diferente. Es importante mencionar que actualmente es más fácil poder hacer este tipo de declaraciones en las empresas sin tener miedo a represalias futuras. Por ejemplo, en un caso particular de uno de los autores de este documento, la empresa cuenta con una línea telefónica y un sitio en la WEB en la cual se pueden reportar este tipo de situaciones sin necesidad de revelar la identidad. Esta medida es buena ya que con estas herramientas se abren otros caminos de comunicación para apoyar a que todos los empleados seamos vigilantes del bienestar de la empresa.
Otro punto importante que debemos considerar, es que la lealtad debe de ir de acuerdo con los valores de la empresa ya que los valores sociales no son exclusividad de ciertas organizaciones o de una particular filosofía de gestión, porque todo proyecto asociado requiere cierto grado de cohesión en el modo de pensar. Como hace referencia Etkin: “El razonamiento en términos de valores compartidos (no impuestos) es siempre deseable en los procesos decisorios, en las comunicaciones y en las distintas configuraciones o estructuras que una organización puede adoptar. Pero los caminos son distintos.”
Es importante distinguir entonces qué valores ha elegido la Dirección entre los disponibles y cuáles se postergan (se dejan como discurso). También conocer a qué fines se aplican estos valores, a quiénes benefician en definitiva. En su obra sobre el Management en un contexto cooperativo, P. Davis (1999) pregunta: “Está bien, estos son los valores, pero en términos concretos, los estamos aplicando para alcanzar ¿qué propósitos?”. Ello implica que los esfuerzos compartidos no pueden valorarse separados de sus consecuencias sociales. Y que los valores sociales suponen una visión amplia, sin privilegios o discriminaciones. Refieren a la integridad y responsabilidad de todos, y no sólo a cierto grupo de empleados o a una actividad en la organización (el voluntariado).
El actuar en un beneficio personal a costa de los esfuerzos de los demás, termina con consecuencias muy graves. Así como lo expresa Teresa Bisordi (2010) “La ética en los negocios es el resultado del desempeño ético de su puesto, si ha asumido la responsabilidad que le compete, consciente de estar preparado para ello ya que no basta con sus buenas intenciones y su conducta honorable".
Por lo tanto concluimos que independientemente de la empresa a la cual estemos ofreciendo nuestros servicios, nuestra lealtad se basará primeramente en nuestros principios éticos. Si la empresa está incurriendo en situaciones parecidas a las de Enron de las cuales estamos enterados, seremos leales a la empresa haciendo saber estas desviaciones, tal como lo hizo Sherron.
Si nuestro jefe desea continuar en un estado de falta de ética y honestidad para su enriquecimiento propio y/o el de su jefe, o incluso nos invitase a participar en estos actos, más nos valiera retirarnos de la empresa antes de ser cómplices de hechos que perjudiquen nuestra reputación personal.
3. ¿Se ha visto usted en situación similar a la de “Las ropas nuevas del emperador”? En caso afirmativo,
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