Esbozo epistemológico

Esbozo epistemológico

Toda acción científica que no esta acompañada de la especulación filosófica tiende a sufrir un estancamiento metodológico. El propósito de este escrito es hacer una relación entre el aporte por parte del conocimiento humanístico a la comprensión del conocimiento científico.

El filósofo de la ciencia Mario Bunge en el primer capitulo del libro “la ciencia, su método y su filosofía” hace una distinción entre la ciencia formal y la ciencia fáctica. La ciencia formal como la lógica y la matemática, se encargan de objetos inmateriales como los números, los axiomas, los teoremas, etc. cuya aprehensión se da a partir de la abstracción que cada persona hace sobre estos objetos ideales. Las ciencias formales utilizan un método deductivo, es decir, de una proposición general llegan a conclusiones particulares. Por otra parte, las ciencias fácticas, son aquellas que necesitan de la observación y la experimentación para poder decir algo de su objeto de investigación. En otras palabras, son aquellas de las que necesitan de los hechos. A las ciencias fácticas pertenecen todas las ciencias humanas, la historia, la sociología, la antropología, la psicología… porque ellas necesitan de la observación de los hechos acontecidos por la humanidad.

La relación de las ciencias formales y las ciencias fácticas se presentan en sentido condicional, mientras las ciencias formales no necesitan propiamente de un objeto de estudio, porque su objetivo es concluir teoremas tomados de axiomas, las ciencias fácticas hacen uso, no solo de los hechos, sino también de la lógica porque ella les sirve de herramienta para poder razonar correctamente, poder concluir sobre su objeto de estudio.

Después de este bosquejo general de la división de la ciencia resulta oportuno definir cuales y como operan las ciencias exactas. Entre las ciencias exactas tenemos la física, la química, biología, astronomía, etc. utilizan un método riguroso para comprobar las hipótesis formuladas, bien sea mediante deducciones o razonamientos irrefutables, o bien a través de experimentos en las que las predicciones sean cuantificables objetivamente.

La ciencia exacta es pues, una relación entre ciencia formal y ciencia fáctica. Pero ¿Cómo podrán aportar las ciencias sociales o humanas al desarrollo de las ciencias exactas? Este planteamiento puede ser tratado desde una teoría sociológica, exactamente se trata de la línea del pensador David Bloor. En su libro “Conocimiento e imaginario social” propone un “Programa fuerte en la sociología de la ciencia”. La sociología del conocimiento se cuestiona sobre la posibilidad de investigar y explicar el contenido y la naturaleza misma del conocimiento científico. Dicha posibilidad ha llevado a crear un “programa fuerte” que permita explicar todo lo concerniente a la ciencia permitiendo responder también, a las críticas de quienes muestran las limitaciones de esta teoría.

El programa fuerte hace que la sociología aborde el conocimiento científico como un fenómeno natural. El conocimiento puede ser cualquier cosa que la gente tome por conocimiento, tiene que ser aceptado colectivamente y se tiene que tener cuidado de que no sea una creencia.

Principalmente los temas de investigación de la sociología del conocimiento consiste en preguntarse: ¿cómo se transmite el conocimiento científico? ¿Qué procesos contribuyen a su creación? ¿Cómo se organiza y se

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