Especialidades Farmacéuticas

Problema

La Automedicación consiste en consumir medicamentos según la propia iniciativa del paciente, por consejo de un farmaceuta, familiar o amigo, sin tener en cuenta el concepto de un profesional autorizado para hacer la apropiada prescripción

Objetivos

Describir los alcances del autocuidado y la automedicación en la prevención y el tratamiento de las enfermedades, indicando sus ventajas y desventajas o sus limites.

Generar evidencia sobre la magnitud de este problema, que permita desarrollar estrategias educativas en torno al tema.

Justificación

Los medicamentos surgieron desde la antigüedad como respuesta a las enfermedades y han llegado a ser una parte integral de los servicios de atención en salud.

La automedicación es un problema de Salud Pública bien definido; pero, con pobre reconocimiento por parte del Sistema de Salud, y sobre el cual no se pude extrapolar resultados de otros países o regiones, debido a que esta influenciado por las costumbres de la población, los conocimientos tradicionales de salud-enfermedad, el acceso a los servicios de salud y a los medicamentos.

Esta práctica se ha vuelto muy común, ya que cada vez los individuos quieren ser protagonistas del cuidado de su salud y quieren tener un mayor control en el tratamiento de enfermedades menores que los afectan; sin embargo, no tienen en cuenta las consecuencias que trae consigo este hábito.

Todas las personas son más vulnerables a los riesgos asociados a la automedicación. Esto se debe a que presentan de una forma u otra susceptibilidad a la acción del fármaco por tener una farmacocinética diferente, por consumir varios medicamentos a la vez, y esto es mayor en personas de la tercera edad, debido a las diferentes patologías que padecen y porque por la edad y la experiencia que han adquirido a lo largo se sus vidas, se atribuyen la responsabilidad de poder automedicarse y formular medicamentos a los demás.

No existen estadísticas de hábitos de automedicación en Colombia, y esta carencia afecta a todas las personas.

La gran mayoría de las personas a menudo se automedican con fármacos de venta libre para problemas comunes como fiebre, dolor, resfriados, alergias, indigestión, estreñimiento, insomnio, entre otros. Estudios anteriores acerca de los medicamentos de venta libre indican que alrededor del 50% de las personas, usan regularmente analgésicos de venta libre, vitaminas, 23% antiácidos, y cerca del 45% remedios para el resfriado y antihistamínicos.

Si tenemos en cuenta a las personas mayores de 65 años, por efecto del propio proceso de envejecimiento, son más vulnerables a las enfermedades, consumen de 2 a 3 veces más medicamentos que el promedio de la población general y el 25% de las reacciones secundarias a fármacos ocurren en esta población.

De los ingresos en un hospital, del 3 al 10% se deben a reacciones secundarias a fármacos y un tercio de ellos son ancianos. Esto es así, porque con el paso de los años se produce una serie de cambios fisiológicos que alteran la absorción, distribución, metabolismo y excreción de esos preparados.

A modo de ejemplo: numerosos fármacos se acumulan en el organismo y provocan efectos tóxicos, como ocurre con la Gentamicina, Estreptomicina, Captopril, Digoxina, Furosemida, Ranitidina, entre otros. Esto sin tener en cuenta que la polifarmacia (consumo de 3 o mas medicamentos) es un fenómeno notorio en este tipo de población y teniendo en cuenta esto la incidencia de reacciones adversas a los medicamentos puede aumentar de acuerdo al número de medicamentos que se consuman.

Se debe tener en cuenta, que no sólo es importante el número de fármacos, sino también el tipo, ya que por ejemplo, fármacos con acción sobre el sistema nervioso central, tales como sedantes y tranquilizantes pueden entorpecer el control postural y favorecer la incidencia de caídas.

Algo importante que hay que referenciar es el creciente papel del farmacéutico en el transcurso de las dos últimas décadas. El farmacéutico ya no es más un simple proveedor de medicamentos, o la persona que prepara las especialidades farmacéuticas. La importancia de la atención farmacéutica aumenta debido a los desafíos del autocuidado. Una mayor participación de los farmacéuticos en el cuidado personal implica un mayor compromiso y una responsabilidad mayor hacia sus pacientes-clientes.

También debe tenerse cuidado con las infusiones de hierbas como poleo, hierbabuena, anís estrellado o malojillo. Se han reportado muertes de infantes por intoxicaciones con plantas. “Las personas creen que por ser una planta no va a causar ningún daño”. Pero cuando se preparan estas infusiones, ¿cómo calcular qué cantidad ingerir?. Entre las plantas más tóxicas están la hierbabuena, el poleo y la menta, que tienen terpeno (sustancia

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