ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Estimulos

anheli6 de Agosto de 2013

10.454 Palabras (42 Páginas)339 Visitas

Página 1 de 42

ESTIMULO

La noción de estímulo encuentra su raíz en el vocablo en latín stimulus, uno de cuyos curiosos significados es aguijón. Esta palabra describe al factor químico, físico o mecánico que consigue generar en un organismo una reacción funcional. El término también permite hacer mención al entusiasmo para desarrollar una determinada acción o trabajar y da nombre a la vara con punta de hierro que utilizan los boyeros para conducir o guardar a los bueyes.

Por lo general, puede afirmarse que un estímulo es aquello que posee un impacto o influencia sobre un sistema. En el caso de los seres vivos, el estímulo es aquello que origina una respuesta o una reacción del cuerpo.

La noción de estímulo está vinculada al verbo estimular, que significa provocar la concreción de algo o dar inicio a una actividad, labor, operación o función. Por ejemplo, un estímulo económico constituye una motivación extra para quien trabaja; un estímulo sonoro, como ser el disparo de un arma de fuego, puede señalar el comienzo de una competencia.

La psicología habla de estímulo condicionado e incondicionado, asociados a dos tipos de respuestas, también condicionadas e incondicionadas. Numerosos estudios realizados por el fisiólogo y psicólogo ruso Iván Petróvich Pavlov, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, explican detalladamente estos concepto con la ayuda de voluntarios caninos. En pocas palabras, entendemos estímulo incondicionado a aquel que genera en el sujeto una respuesta de carácter innato, generalmente llamada reflejo. Por otro lado, un estímulo condicional espera un resultado específico, que el organismo no sabría dar antes de recibir las instrucciones correspondientes.

Hablando específicamente acerca de las investigaciones de Pavlov, es muy conocido el experimento de los perros y la comida. Al igual que los seres humanos, al colocar alimento en la boca, los animales comienzan el proceso de salivación, que es una respuesta incondicionada o reflexiva ante un estímulo también incondicionado. Pero el psicólogo ruso notó que los perros comenzaban a salivar antes de comer, tan sólo con entender que su tutor estaba preparando su alimento. Partiendo de esta situación, curiosa para él, decidió realizar una prueba en la que hacía sonar una campana cada vez que daba comida a un perro, logrando que éste asociara ambos eventos. Una vez conseguida esta relación, el can salivaba ante el mero tintineo.

Estos estudios se aplican a la comunicación entre las personas, y establecen que si no existe un estímulo, no habrá una respuesta. El resultante modelo lineal de la comunicación humana, que fue desarrollado por Harold D. Laswell, propone una fórmula que encadena cinco preguntas para analizar la interacción en el lenguaje: ¿Quién / dice qué / por cuál canal / a quién / con qué efecto? Dado que los idiomas requieren de un extenso y arduo aprendizaje y que las diferencias en su interpretación acarrean infinidad de problemas sociales y culturales, es entendible que estas investigaciones sean tan importantes para la vida en sociedad.

En el plano de la estadística, el modelo estímulo-respuesta persigue el propósito de establecer una función matemática para reflejar el vínculo entre el estímulo y el valor que se espera en la respuesta. En otras palabras, se busca encontrar los estímulos necesarios para obtener cada tipo de resultado, permitiendo de este modo repetir una determinada respuesta cada vez que se lo desee.

ESTUMILOS DE LA EDUCACION

La edad preescolar, considerada como aquella etapa del desarrollo que abarca desde el nacimiento hasta los 6 o 7 años, y que en la mayor parte de los sistemas educaciones coincide en términos generales con el ingreso a la escuela, es considerada por muchos como el período mas significativo en la formación del individuo, pues en la misma se estructuran las bases fundamentales de las particularidades físicas y formaciones psicológicas de la personalidad, que en las sucesivas etapas del desarrollo se consolidarán y perfeccionarán. Esto se debe a múltiples factores, uno de ellos el hecho de que en esta edad las estructuras biofisiológicas y psicológicas están en pleno proceso de formación y maduración, lo que hace particularmente significativa a la estimulación que pueda hacerse sobre dichas estructuras, y por lo tanto, de las cualidades, procesos y funciones físicas y psíquicas que dependen de las mismas. Es quizás el momento de la vida del ser humano en el cual la estimulación es capaz de ejercer la acción mas determinante sobre el desarrollo, precisamente por actuar sobre formaciones que están en franca fase de maduración.

Por otra parte, cuando el niño o la niña nace su cerebro, salvo una serie de reflejos que le permiten su supervivencia, tales como la respiración, la circulación, la succión, entre otros; y otros elementales que hacen que precariamente pueda alejarse de un irritador nocivo, como es alejar el brazo ante el pinchazo de un alfiler, o por el contrario, orientarse ante un estímulo fuerte y no dañino que entre en su campo visual, como sucede cuando se le presenta una fuente de luz que se mueva cerca de sus ojos, salvo estos reflejos incondicionados, este cerebro está totalmente limpio de conductas genéticas y constitucionalmente heredadas, y lo que posee es una infinita posibilidad y capacidad de asimilar toda la experiencia social acumulada por la humanidad durante cientos de generaciones, y que le es trasmitida básicamente, sobre todo en los primeros momentos de la vida, por el adulto que lo cuida y atiende. A esta capacidad de poder reflejar en sí mismo y asimilar la estimulación del mundo que le rodea es lo que se denomina la plasticidad del cerebro humano.

Se han dado muchas definiciones de a qué se le llama, o se conoce, por plasticidad del cerebro. Así, por citar algunas, Gollen la categoriza como la capacidad, el potencial para los cambios, que permite modificar la conducta o función y adaptarse a las demandas de un contexto – con lo que se refiere principalmente al cambio conductual – mientras que Kaplan la plantea como la habilidad para modificar sistemas orgánicos y patrones de conducta, para responder a las demandas internas y externas, que en cierta medida amplía el concepto conductual. C. Cotman la define como una capacidad general del cerebro para adaptarse a las diferentes exigencias, estímulos y entornos, o sea, la capacidad para crear nuevas conexiones entre las células cerebrales, y que permite que, aunque el número de neuronas pueda mantenerse invariable, las conexiones o sinapsis entre estas pueden variar, e incluso incrementarse, como respuesta a determinadas exigencias. En la psicología histórico – cultural se refiere a esta posibilidad de apropiarse de la experiencia social, concepto de apropiación que implica no la simple asimilación, sino la reproducción en sí mismo en el individuo, de la experiencia cultural de la humanidad, que por darse como reflejo de la realidad incluye lo planteado en las definiciones anteriores, pues, no obstante la aparente divergencia, todas se refieren a una particularidad del cerebro que posibilita la asimilación de los estímulos, su cambio y transformación, como consecuencia de la acción del medio exógeno y endógeno sobre las estructuras corticales, y que se conoce como la maleabilidad o plasticidad de este órgano principal del sistema nervioso central, función que no fuera posible de ejercerse si la corteza cerebral estuviera impresa de conductas genéticamente determinadas, como sucede en el caso de los animales.

Es precisamente la indefensión que tiene el ser humano al momento de nacer, y que es un reflejo de su cerebro limpio de comportamientos predeterminados, que radica el gran poder de la especie humana, que puede así apropiarse de toda la experiencia social previa, a través de esta facultad – la plasticidad – al actuar sobre su cerebro la estimulación que el adulto proporciona al niño o niña desde el mismo instante de su nacimiento.

Los recién nacidos tienen al nacer miles de millones de células cerebrales o neuronas, entre las cuales se establecen conexiones, llamadas sinapsis, que se multiplican rápidamente, al entrar en contacto el neonato con la estimulación exterior, y que alcanzan el increíble número de mil billones. Estas sinapsis dan lugar a estructuras funcionales en el cerebro, que van a constituir la base fisiológica de las formaciones psicológicas que permiten configurar las condiciones para el aprendizaje. No sería posible la creación de estos miles de millones de conexiones nerviosas si el cerebro estuviera ya cargado de dichas interconexiones neuronales, si no tuviera la posibilidad de la plasticidad, concepto que es básico en la concepción de la estimulación en las primeras edades.

Sin embargo, a pesar de esta extraordinaria cantidad de neuronas al nacimiento, y las posibilidades incalculables de realizar sinapsis, la experiencia científica ha demostrado que el recién nacido tiene muchas neuronas que cuando alcanza el tercer año de vida, y el doble de las que tendrán como adultos. Esto indica, dado el hecho de que la neurona cuando muere no es sustituida por otra y se pierde irremisiblemente, que la no estimulación apropiada, o la falta de ella, no solamente impide la proliferación de las células nerviosas, sino que hace que su número decrezca progresivamente, a pesar de las condiciones tan favorables que tiene la corteza cerebral, por el número de neuronas que posee cuando el niño o la niña nacen.

De esta manera se destaca que la falta de estimulación puede tener efectos permanentes e irreversibles en el desarrollo del cerebro, pues altera su organización, y las posibilidades de configurar las estructuras funcionales que han de constituir la base

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (66 Kb)
Leer 41 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com