Evolución, concepto y administración del Riesgo

RIESGO

Evolución, concepto y administración del Riesgo:

La subsistencia del hombre, desde su nacimiento hasta nuestros días, es una evidencia que éste fue sorteando distintos riesgos que se le presentaron a lo largo de su historia, como una cronología de exposiciones al infortunio y a la adversidad, y por supuesto de los esfuerzos para tratar con estos riesgos. La preocupación del hombre en principio seguramente estuvo centrada en una demanda por su propia seguridad y la anulación de los riesgos que amenazaban con su extinción. La supervivencia del hombre es sin duda el testimonio más claro en la administración de esos riesgos que fue enfrentando a lo largo del tiempo hasta nuestros días. Como ciertas otras especies, los humanos se congregaron y actuaron unidos, por dos motivos: el propósito defensivo y la interacción social. De esta manera, incrementaron la protección a través del número creciente de sus fuerzas y pudieron compartir los recursos. Esto, a su vez, se tradujo en la coparticipación de la prosperidad y la adversidad y, finalmente, del riesgo.

Dijimos que en principio el hombre debió superar el frio, el hambre, un ambiente hostil con bestias salvajes mucho más fuertes que él. Las respuestas a estos riesgos fueron constituyendo avances trascedentes en la evolución del hombre hasta nuestros días: aprendió a guardar para aquellas épocas de escasez, se hizo de las armas para defenderse, aprendió la escritura para comunicarse, etc., pero al mismo tiempo que se producían los avances del hombre también se iban generando nuevos riesgos; así por ejemplo al guardar objetos de para la subsistencia (ej. la cosecha) o elementos de valor (ej. dinero), apareció la propiedad privada; al inventarse el dinero como elemento de cambio y transacciones, con ello aparecieron los riesgos de pérdidas por daños, hurtos, robos, fraudes o extravíos, por nombrar algunos.

El hombre supo superar las adversidades no tanto por la fuerza o fortaleza física o reacciones instintivas sino más bien por aquello que lo distingue de otras especies vivientes, la razón. Sus logros más significativos en administración de riesgos son aquellos que emanan de la  naturaleza del pensamiento. Pero la especie humana no sólo se distinguió de las especies menores por su inclinación para prepararse o disponerse ante la adversidad, sino también por su habilidad para anticiparse a la misma.

De lo expuesto hasta aquí surge como necesario exponer una definición y concepto del término riesgo, y por supuesto de las técnicas de administración de esos riesgos.

EL CONCEPTO DE RIESGO:

La definición de la Real Academia Española define al riesgo como la “contingencia o proximidad de un daño”. En su sentido más amplio, como ha sido usado hasta el presente, el término riesgo significa exposición a la adversidad. Cabe aclarar que la definición de este término difiere de una disciplina a otra, inclusive dentro de un mismo campo hay distintas y contradictorias; entonces, a los fines de la temática que nos ocupa, vamos a tomar aquella que dice:

Definimos riesgo como una condición del mundo real en que hay una exposición a la adversidad. Más específicamente, "El Riesgo es una condición en la que existe la posibilidad de una desviación adversa^[1] de un resultado que está expectante o esperado". 

Nótese que en esta definición, riesgo es una condición del mundo real; es una combinación de circunstancias en el ambiente externo. Nótese, también, que en esta  combinación  de circunstancias hay una posibilidad de pérdida. Cuando decimos que un evento es posible, queremos decir que tiene una probabilidad entre cero y uno, esto es, ni imposible ni definitivo. Asimismo, tampoco hay ningún requisito de que la posibilidad sea mensurable, sólo debe existir. Nosotros podremos, o no, medir el grado de riesgo, pero la probabilidad del resultado adverso debe estar entre 0 y 1.

Si revisamos los mejores y más conocidos  libros de texto de seguros, usados actualmente en las universidades, encontraríamos una falta general de coincidencia acerca de la definición de riesgo.

• La noción de un resultado indeterminado es implícita en todas las definiciones de riesgo: el resultado debe estar en duda. Cuando se dice que el riesgo existe, debe haber siempre por lo menos dos posibles resultados.
• Por lo menos uno de los posibles resultados es indeseable.

INCERTIDUMBRE  Y SU RELACION CON EL RIESGO

Debido a que el término incertidumbre se usa a menudo en conexión con el término riesgo (a veces aún intercambiándose), parece apropiado para explicar la relación entre los dos conceptos.

El  significado más ampliamente aceptado del término incertidumbre se refiere a un estado mental caracterizado por la duda, basado en una falta de conocimiento sobre lo que ocurrirá o no en el futuro. Es lo opuesto de certeza que es una convicción o certidumbre sobre una situación particular. La incertidumbre, entonces, simplemente es una reacción psicológica a la ausencia de conocimiento sobre el futuro. La existencia del riesgo - una condición o combinación de circunstancias en la que hay una posibilidad de pérdida- crea incertidumbre en una parte de los individuos cuando ese riesgo es reconocido.

La convicción del individuo, o su falta de convicción (certeza o incertidumbre) sobre una situación específica pueda o no coincidir con las condiciones del mundo real. El estudiante que dice, "yo estoy seguro que sacaré un 10 en este curso" puede sacarse un 8,  también un 6 o un 4, o incluso un 0. La incertidumbre varía con los conocimiento de la persona y su actitud.

Actitudes diferentes son posibles para individuos diferentes bajo condiciones idénticas del mundo real. Por ejemplo, es posible para una persona experimentar incertidumbre en una situación en la que imagina que hay una posibilidad de pérdida o daño, pero donde ninguna oportunidad de pérdida o daño existe. Similarmente, es posible para un individuo no sentir incertidumbre con respecto a un riesgo particular cuando la exposición a la pérdida no es reconocida. Que un riesgo se reconozca o no, no altera su existencia. Cuando hay una posibilidad de pérdida, el riesgo existe, aunque  la persona expuesta a la pérdida sea consciente del riesgo o no.

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