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Examen coproparasitológico directo

Kelvin Camizán CuniasInforme8 de Septiembre de 2025

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INDICE

I.        INTRODUCCIÓN        2

II.        OBJETIVOS        3

III.        MARCO TEÓRICO        3

3.1.        Materiales y equipos        6

3.2.        Procedimiento        6

IV.        RESULTADOS ESPERADOS        9

V.        CONCLUSIONES        9

VI.        BIBLIOGRAFÍA        10

VII.        ANEXOS        10

  1. INTRODUCCIÓN

El examen coproparasitológico directo es una de las técnicas básicas y de mayor uso en el diagnóstico de parasitosis intestinales. Consiste en la observación microscópica de una muestra fresca de heces, la cual se mezcla con solución salina fisiológica y Lugol diluido para facilitar la visualización de formas parasitarias.

Este procedimiento tiene un gran valor clínico, ya que permite detectar protozoarios en sus formas vegetativas (trofozoítos y quistes) y helmintos en sus formas diagnósticas (huevos y larvas). Aunque se trata de un método sencillo y económico, su importancia radica en la rapidez con que se puede realizar y en su utilidad como diagnóstico inicial, especialmente en zonas endémicas y de escasos recursos.

Las parasitosis intestinales constituyen un importante problema de salud pública, afectando a millones de personas en el mundo, con mayor prevalencia en áreas con deficiente saneamiento básico, condiciones de hacinamiento y falta de acceso a servicios de salud. Su diagnóstico oportuno permite instaurar medidas de tratamiento y control que reducen la morbilidad asociada.

Los procedimientos utilizados en el diagnóstico de las enfermedades parasitarias deben ser del dominio de los profesionales que tienen bajo su responsabilidad la ejecución de dichos métodos, en especial los laboratoristas clínicos, patólogos clínicos, bacteriólogos, etc. Los médicos y otros profesionales de la salud deben conocer los procedimientos de laboratorio para solicitarlos e interpretarlos correctamente y en algunas ocasiones para realizarlos ellos mismos. Puesto que la sintomatología de las parasitosis es poco característica de una enfermedad específica, es necesario confirmar el diagnóstico por medio del laboratorio.

 El examen general de heces o estudio de las materias fecales es el método más simple, pero existen otros métodos complementarios que pueden efectuarse, de acuerdo a las necesidades. La Coprología en su sentido más amplio, se refiere al estudio físico, químico, bacteriológico y parasitológico de las heces. En condiciones fisiológicas normales, las heces están formadas por secreciones del tubo digestivo, restos alimenticios no digeridos, detritos celulares y bacterias en gran cantidad.

  1. OBJETIVOS

  • Observar y diferenciar estructuras parasitarias presentes en la muestra de heces.
  • Identificar las formas evolutivas de protozoarios y helmintos intestinales.
  • Reforzar el conocimiento teórico con la práctica de laboratorio sobre técnicas diagnósticas en parasitología.
  1. MARCO TEÓRICO

El diagnóstico de infecciones intestinales por parásitos puede realizarse mediante técnicas directas o de concentración.

Obtención de la muestra fecal

Generalmente la muestra emitida espontáneamente es la más adecuada para el examen coprológico. Debe recogerse en un recipiente (frasco o caja plástica), seco y limpio. La muestra no debe mezclarse con orina o tierra y debe enviarse al laboratorio inmediatamente después de obtenida. En algunas circunstancias, se pueden obtener muestras directamente del intestino, como cuando se efectúan rectoscopias o se hace tacto rectal.

Son muestras inadecuadas las que se han tenido por más de un día a temperatura ambiente, las que se obtienen después de un estudio radiográfico del tubo digestivo, en la cual se usa bario y las que presentan abundante cantidad de sustancias digeridas con fines terapéuticos, como aceite, bismuto, etc. Uso de laxantes: únicamente están indicados en casos de constipación, no deben utilizarse de rutina, pues en las heces líquidas hay mayor dilución de los quistes de protozoarios y huevos de helmintos, lo que dificulta su hallazgo. En caso de ser necesario, se utiliza sulfato de sodio, en dosis de 20 g para   adultos   u   otros   laxantes   de   tipo comercial.

Número de muestras: debe estudiarse más de una muestra fecal cuando en el primer examen no se obtiene el resultado que clínicamente se presume. En amebiasis crónica es aconsejable hacer dos o tres exámenes en días diferentes, debido a la eliminación irregular de los quistes.

Examen macroscópico

Cantidad: el volumen de materias fecales eliminadas en 24 horas varía de 100 a 400 g como promedio en una dieta normal. Obviamente, esto se ve influenciado por el volumen de alimentos ingeridos, por el tipo y calidad de los mismos y por la presencia de agua.

Consistencia: este elemento determina la apariencia macroscópica de las heces. Normalmente las heces tienen consistencia pastosa y forma cilíndrica de diámetro variable, mayor en personas adultas. Para clasificar la consistencia de las muestras se usan los siguientes términos, según la proporción aproximada de agua que contienen:

Color: La coloración parda o café de las heces se debe a un pigmento biliar llamado estercobilina. La obstrucción de los conductos biliares puede producir heces acólicas (sin color) debido a la ausencia de este pigmento. La ingestión de los glóbulos rojos, ya sea por ingesta voluntaria o por sangramiento del tubo digestivo superior (úlcera esofágica o gastroduodenal) origina heces negras (melenas) debido a la cantidad de hemoglobina digerida. La ingestión de fármacos ricos en hierro también ejerce el mismo efecto. En cambio, cuando existen lesiones de la mucosa rectal o anal, la sangre aparece en forma de estrías sanguinolentas.

Olor: El olor "sui generis" de las materias fecales se debe a la presencia de sustancias aromáticas entre las que destacan el indol y el escatol, productos de la degradación del aminoácido triptófano. A esto se debe a que el olor sea más intenso cuando se han ingerido alimentos altamente proteicos tales como la carne.

Moco: Su presencia obedece a procesos inflamatorios irritativos del intestino; cuando proviene del intestino delgado generalmente se encuentra en pequeña cantidad y se distribuye de manera uniforme en las heces, pero sucede lo contrario cuando existe inflamación del colon.

[pic 1]                                                         Imagen 01. Procedimiento para examen en fresco de heces.

Examen microscópico:  Un buen examen microscópico está compuesto por: examen directo al fresco, un método de concentración de heces y un método de tinción para heces.

Examen directo al fresco: Sobre un portaobjetos se coloca una gota de solución fisiológica y tomando con u palillo una porción de materia fecal equivalente a la cabeza de un fósforo se mezclan muy bien antes de colocar encima un cubreobjeto. De la misma forma se opera para la observación de coloraciones húmedas, remplazando la solución fisiológica por lugol, etc.

Además, se debe tomar en cuenta que en el examen microscópico también se pueden observar elementos de origen vegetal y animal que son importantes de reconocer o que pueden semejar parásitos. También en el examen microscópico es de suma importancia identificar las células o estructuras que se describen a continuación:

Leucocitos: En la materia fecal, generalmente se encuentran asociados a moco y se observan en diferentes enfermedades intestinales. Los polimorfonucleares predominan en shigelosis, salmonelosis, excepto fiebre tifoidea; colitis invasiva por Escherichia coli y colitis ulcerativa. Los mononucleares o macrófagos se encuentran en mayor proporción en fiebre tifoidea. Algunos macrófagos semejan trofozoítos de amebas, por tener pseudópodos; se identifican porque son granulosos y por carecer de la movilidad y aspectos morfológicos nucleares que tienen las amebas.

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