Expresion Corporal

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUYO

INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE

“SANTA MARÍA”

MONOGRAFÍA

CARRERA: PROFESORADO DE EDUCACIÓN ESPECIAL

UNIDAD CURRICULAR: CIENCIAS NATURALES Y SU DIDÁCTICA

AÑO: 2º AÑO

DESPLIEGUE: ANUAL

PROFESORA:

ALUMNA: Eugenia Susso

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo monográfico parte desde el compromiso de trabajar la diversidad, así como desde la necesidad de combatir la exclusión educativa de personas con discapacidades mentales. Se pretende demostrar, a través de un Taller pedagógico, que la mayoría de los síntomas psicopatológicos pueden abordarse, siempre y cuando se lo haga desde un ambiente normalizador. Dicho taller, sería impartido por profesoras de educación especial que han recibido entrenamiento en expresión corporal y musical, y trabajarán con individuos con Síndrome de Down, con el fin de que éstos logren, mediante la realización de actividades de Expresión Corporal y Musical, la capacidad de desplegar, a través del cuerpo y del movimiento, todas sus habilidades adaptativas, afectivas, funcionales y psicomotoras. Siempre teniendo en cuenta sus posibilidades y limitaciones, para beneficiarlos y no obstaculizarlos.

El motivo de selección de tal patología, se debe a su gran frecuencia en las aulas actuales por parte de los alumnos, y por lo tanto también, a que es una de las que más necesita de nuestra atención e integración educativa. Además, el síndrome de Down es uno de los tipos de retraso mental que tiene entre sus principales problemas, afectada la función del lenguaje, lo cual repercute de manera significativa en la comunicación, y esto a su vez, en el proceso de aprendizaje y en las relaciones sociales. Es por ello que se considera que, con el desarrollo de este taller de expresión corporal y musical, aquellos niños que sobrellevan esta enfermedad genética, podrán tener la oportunidad de desarrollar no sólo la expresión de sus acciones y emociones, sino también la posibilidad de adaptación y relación social.

Al pretender trabajar con un alumnado con Síndrome de Down, se hace necesario conocer todos los aspectos y peculiaridades que poseen y que los caracterizan, y esencialmente también todas las adaptaciones que requieren para su inclusión e integración escolar. Para ello la recogida de información sobre el caso que concierne, se realizó previamente: a través de bibliografía específica, de Internet (sobre todo en páginas webs de algunas asociaciones especializadas en esta deficiencia), mediante información de familias que tienen entre sus integrantes alguna persona con este tipo de síndrome (ya que suelen disponer de información de primer orden y real), y también con la formación del profesorado de Educación Especial.

El presente estudio contiene aportes metodológicos, prácticos, sociales y educativos. Metodológico, porque puede utilizarse como herramienta de guía y de trabajo para todas aquellas personas que pretendan integrar a entornos normalizados a personas con síndrome Down; práctico, pues tiene una aplicación concreta a través de actividades las cuales ayudarán al desarrollo del taller; social, porque posibilita a las personas con discapacidad integrarse a la sociedad; y educativo, porque favorece la comunicación interpersonal, el progreso del proceso de enseñanza-aprendizaje, desarrolla la creatividad expresiva, la imaginación, la concentración y la desinhibición.

MARCO TEÓRICO REFERENCIAL

NEE (Necesidades Educativas Especiales). La integración de personas con discapacidades a entornos normalizados.

Si bien los seres humanos tenemos una serie de características comunes, nos diferenciamos en muchos aspectos, no sólo físicos sino también psicológicos. Cuando esta diversidad no entra en aquellos criterios de “normalidad”, impuestos y establecidos por la sociedad, tanto a nivel cognitivo, socio-afectivo como desde un ámbito motriz; muchas veces se llega a decir que se trata de minusvalía, deficiencia, discapacidad, retraso, etc. Durante mucho tiempo, los individuos con algún tipo de deficiencia, ya sea mental u orgánica, han sido segregados y discriminados de la sociedad, dejándolos fuera del sistema educativo, de modo que eran atendidos en centros especiales de forma asistencial. Pero con la llegada del término NEE (Necesidades Educativas Especiales) aparece el compromiso por parte de la educación de Atención a la Diversidad. Con esta nueva concepción, las dificultades de aprendizaje de los alumnos no son producto de sus deficiencias sino de sus necesidades, las cuales son tarea de la sociedad, y hasta se podría decir, casi exclusiva de la escuela.

Las Necesidades Educativas Especiales significan mayores dificultades que presenta un alumno para aprender que la mayoría de los niños de su edad, o que posee una discapacidad que le dificulta aprovechar los recursos educativos que la escuela común proporciona y necesita, por lo tanto, condiciones de aprendizaje especialmente adaptadas, así como la provisión de los recursos específicos.

El contexto en que surge esta terminología es en el 2001, año en que la OMS (Organización Mundial de la Salud) ya no asume tanto una mirada médica de la discapacidad sino más bien social. A partir de este contexto, se comienza a entender que existe diversidad en los individuos, ya sea de intereses, motivaciones y capacidades, así como con facultades físicas y psíquicas diferentes, y cuya mejora y/o disminución dependen fundamentalmente del contexto en el que se encuentran y desarrollan. Por lo tanto la sociedad, y fundamentalmente la escuela, tiene el deber de organizar una manera de enseñar a todos los niños de modo que tengan acceso y/o puedan alcanzar los objetivos generales de la educación.

Los fundamentos básicos de la integración son: la diversidad y el principio de normalización. La diversidad presupone que las diferencias entre las personas son inevitables y normales. La normalización postula que cada persona se eduque en las condiciones más cercanas a lo habitual posible, con la menor cantidad de restricciones, en un ambiente socializador y desarrollador. El concepto de normalización no se hace referencia a la pretensión de convertir en “normales” a las personas con discapacidad, ni mucho

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