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FALACIAS DEL NEOLIBERALISMO EN EL PERU


Enviado por   •  11 de Diciembre de 2012  •  4.007 Palabras (17 Páginas)  •  557 Visitas

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Falacias del Neoliberalismo en el Perú1

Antonio Romero Reyes

Introducción

Se ha dicho y comentado insistentemente en los últimos años que el neoliberalismo ha sido “derrotado” o está en retirada a lo largo y ancho de América Latina, particularmente en la región sudamericana. Esta afirmación se apoya sobre todo en la naturaleza de los gobiernos elegidos en los últimos años y/o por el discurso enarbolado de los nuevos gobernantes, en distintos países (Venezuela, Bolivia, Ecuador, de un lado; Brasil, Chile, Uruguay, Argentina, Paraguay, de otro).2 Sin embargo, dista de ser una verdad plenamente comprobada. Tanto el discurso como las acciones y directrices principales que orientan las políticas macroeconómicas en los distintos países, no han dejado de identificarse con lo que genéricamente -y en el lenguaje popular- se conoce como “neoliberalismo”. Destacamos a México, Brasil, Chile, Uruguay y Perú, donde los respectivos regímenes están plenamente identificados con el neoliberalismo y sus políticas. En el caso del Perú lo que se ha profundizado es el neoliberalismo más que las reformas estructurales y sociales. En síntesis, la política latinoamericana –neoliberal o de otro tipo- no puede ser juzgada esencialmente por el discurso sino por la praxis.3

Aun bajo regímenes “nacionalistas” o de centro-izquierda en nuestra región, el neoliberalismo ha logrado permanecer en la conducción de las principales instancias públicas donde se toman las grandes decisiones económicas, financieras y monetarias en los diferentes países, como son los no menos decisivos ministerios de economía, finanzas, bancos centrales y/o empresas públicas estratégicas.

Si bien nuestros argumentos guardan relación con América Latina, vamos a ocuparnos del neoliberalismo en el Perú.4 Como se sabe, el neoliberalismo tuvo –y aun tiene- un formato básico común para toda la región, consagrado en las políticas del Consenso de Washington y que se prolongan con la suscripción de los Tratados de Libre Comercio. Esto en lo concerniente a las políticas económicas y comerciales. Pero también existe un cuerpo doctrinario, filosófico e ideológico, que forman el substrato –o el summum- que inspiran aquellas políticas. La conjunción de ideología y medidas de política dan lugar a un corpus que es filtrado hacia la “opinión pública”, a través de los medios masivos de comunicación. Esta filtración viene expresada a través de “verdades” que se consideran válidas por si mismas, así como de mensajes cuidadosamente elaborados que buscan instalarse como “sentido común” en el subconsciente colectivo, moldeando y homogenizando la forma de pensar del gran público hacia los temas económicos y asuntos públicos en general, perpetuando así la ideología subyacente.

Enfocamos entonces nuestro tema en dichas “verdades” y en el “sentido común” que el neoliberalismo, sus propagandistas y publicistas destilan cotidianamente haciendo creer a la población, especialmente sectores populares, que las medidas tomadas por el gobierno en el tema económico son las mejores, las más adecuadas, que traerán “desarrollo para todos” y resolverán la pobreza, etc. Todo esto forma parte de un todo más complejo que podemos representar como una larga cadena de producción, distribución y circulación de información, ideas y conocimientos en la que participan universidades e instituciones académicas, centros empresariales, fundaciones, ministerios y entidades del Estado, responsables de la conducción y gestión económica del país, medios informativos, periodismo de opinión, revistas especializadas, expertos y otros especialistas, además de líderes, movimientos y/o partidos políticos que se adscriben y defienden las tesis neoliberales así como la economía de mercado en general. Ni el espacio ni el tiempo disponible nos permiten dar cuenta de todo ese andamiaje. Sin embargo, con lo aquí expuesto, se aspira brindar un punto de partida para un trabajo de mayor profundidad y largo aliento.

El neoliberalismo latinoamericano carece de doctrina propia. Como han sostenido hace más de 20 años Max-Neff, Elizalde y Hopenhayn (el subrayado es de los autores): “Si el desarrollismo fue generador de pensamiento, el monetarismo ha sido fabricante de recetas; por lo menos el que hemos visto aplicado en nuestros países. En nuestro medio no es posible detectar propiamente un pensamiento o una filosofía neo-liberales. Ello no se debe, por cierto, a que la mencionada escuela carezca de tales sustentos. Basta leer para ello a los economistas austriacos. El problema radica en que el esquema aquí aplicado ha sido el de un neo-liberalismo inculto, dogmático y fuera de contexto.”5

El neoliberalismo económico fue importado de las universidades norteamericanas, principalmente de la llamada Escuela de Chicago liderada por Milton Friedman (1912-2006), la cual arraigó especialmente en Chile durante la dictadura de Pinochet. Por aquí vino su implantación teórica, acompañada paralelamente por las políticas fondo-monetaristas del FMI y el Banco Mundial, inspiradas en los preceptos de dicha escuela para resolver los problemas de la demanda agregada, el déficit fiscal y la inflación. Finalmente, el Consenso de Washington vino a consagrar el recetario que en su momento recibió separadamente cada país latinoamericano, elevándolo a un conjunto de principios de alcance hemisférico. Según la periodista canadiense Naomi Klein (2007), las crisis económicas en diferentes partes del mundo, junto con las catástrofes ambientales, fueron utilizadas por los poderes fácticos para instalar sobre las sociedades lo que ella denomina “doctrina del shock”.

Las tres primeras secciones forman un prolegómeno largo para ubicar al lector/lectora en el contexto de nuestro trabajo, contexto que hemos distribuido en tres niveles: una perspectiva panorámica del recorrido histórico que siguió la “ciencia económica” desde Europa (la cuna del liberalismo), la presencia del liberalismo en el Perú en el s. XIX, y el Consenso de Washington a nivel latinoamericano. En cada uno de esos niveles se plantean varias tesis. La última sección constituye la materia en sí, nuestro objeto de discusión.

Liberalismo y Neoliberalismo

En lo que sigue intentamos establecer la relación genética entre el liberalismo clásico del siglo XIX y el neoliberalismo del siglo XX. Milton Friedman (1935, 1956, 1960), Friedrich von Hayek (1944, 1948) y Ludwing von Mises (1935) son considerados los padres fundadores del neoliberalismo doctrinario, a los cuales se asocia Karl Popper (1967, 1985) desde la epistemología

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