FORJANDO UNA CONCIENCIA ECOLÓGICA EN VIRTUD DEL BIEN COMUN

Seminario “María Madre de la Iglesia”

3° año de filosofía

Profesor: Pbro. David Trujillo

Seminarista: Gabriel Sánchez

FORJANDO UNA CONCIENCIA ECOLÓGICA EN VIRTUD DEL BIEN COMUN

       Al ser promotores y defensores de la vida, en su totalidad, vista como propiedad o cualidad esencial que, nos permite crecer, desarrollar vínculos con otros seres vivos, aprender, conocer el mundo y un sinfín de actividades que ya van más allá de las meras funciones biológicas; es preciso hondar en la dinámica imperante de la coexistencia entre el hombre, su entorno y los demás seres que, al igual que nosotros subsisten en el planeta tierra, en términos del papa Francisco, “La casa común”.

       El hombre desde sus orígenes ha buscado la manera de reflexionar acerca del mundo que le rodea, los elementos de la naturaleza, las distintas fuentes de suministros necesarios y de los demás recursos esenciales para mantenerse con vida. La mitología clásica y los distintos relatos ancestrales, los cuales buscan dar sentido al origen de la vida, vinculan la existencia del hombre con todo aquello que, ha igual que él, comparten un sentido de interdependencia natural y metafísica que le trascienden.  

       Esto se evidencia en el pensamiento presocrático que, afirmaba que el origen del cosmos y de la vida misma, se encontraban en los elementos propios de la naturaleza. En esta misma línea, pensadores de la edad media, como san Francisco de Asís o san Buenaventura, por nombrar algunos, hacen mención y crean teorías, defendiendo que, en la naturaleza creada es vestigio perenne de su creador.

       De esta misma manera, muchas civilizaciones originarias americanas, precisamente las que ya estaban muy bien organizadas y establecidas, antes de la colonia, dentro de su haber cultural, forjaron la idea de que todo lo que les rodeaba poseía un valor singular, pues, eran los bienes naturales, los que le preveían de refugio, comida, agua, luz, entre otros. Por tanto, la reflexiones que han surgido a lo largo de la historia, respecto al tema de la importancia de los recursos naturales en las distintas sociedades, siempre ha estado presente en el ideario común de los intelectuales, pensadores, clérigos e indígenas nativos, en diferentes edades, contextos y culturas.

       Sin embargo, no es hasta el siglo XX cuando se acuña el término “ecología” tal como lo conocemos hoy, por el naturalista y filósofo alemán Ernst Haeckel (1834-1919) partiendo de la composición de las palabras griegas “oîkos” (casa) y “lógos” (conocimiento, razón), ya que se trata, en suma, del estudio del lugar donde se habita, la “casa”, en un sentido amplio. Según lo especificado en las primeras líneas de este párrafo y el significado etimológico del término, cabe preguntarse a manera de reflexión, ¿cuánto empeño hemos puesto para conocer el lugar donde habitamos y a su vez, revalorizar los recursos naturales que han mantenido viva nuestra especie desde el origen?

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