Fahrenheit 451

Dejamos pasar el tiempo, sin preocuparnos por lo que ocurre a nuestro alrededor, por lo que le pasa a nuestros amigos, familiares, conocidos, o a la gente que pasa cerca de nosotros, aún, cuando nunca la hayamos visto. Nos hemos dejado de preocupar incluso por las cosas más simples, para concentrarnos en otras que a la larga pueden volverse más complicadas.

Ahora pensamos muy poco las cosas, todo es en automático, sin considerar el problema que esto con lleva, poco a poco nos estamos convirtiendo en una especie incapaz de razonar por sí misma, que se deja llevar por la mercadotecnia y el poder de los medios de comunicación, poco a poco creemos en lo que otros dicen sin creer en lo que nosotros mismos pensamos; hemos llegado a una etapa, en la que sin querer estamos a punto de convertirnos en una clase de ser viviente, semi pensante y que se limita a callar y obedecer, sin siquiera cuestionar los por qué o los para qué.

En este ensayo se nos revela, otra dimensión, en un mundo gobernado por mentes débiles que, con el pretexto de hacer felices a sus habitantes y con fines para su propio beneficio, deciden eliminar los libros y remodelar la historia a su gusto, aprovechándose de la falta de interés cultural, el libertinaje, los medios de comunicación y la idea de un mundo maravilloso, sin problemas ni preocupaciones, un mundo donde nadie sea capaz de pensar más allá de lo que ve, ni mucho menos de protestar ante las acciones de un gobierno que prefiere disfrazar su mediocridad con una falsa felicidad y una ingenua idea de paz y tranquilidad.

Fahrenheit 451 Escrita en el año 1953, de la mano del escritor Ray Douglas Bradbury, fue publicada y podría llamársele de ciencia – ficción, refleja cada vez, con mayor exactitud, la realidad que, aunque no queramos aceptar, vivimos hoy en día.

Fahrenheit habla de la represión a la libertad de expresión en un país sin libros, entre otros textos, dejando a una población en un estado de ignorancia y conformismo, o de las consecuencias que esto traería, al eliminar todo esfuerzo por pensar, acarreando con esto una depresión profunda, sin un interés por nada ni por nadie, una mentalidad débil.

¿Cómo es posible que pudiesen llegar a ocurrir estos cambios tan dramáticos? ¿Acaso el hombre no había logrado sobrevivir sin libros siglos atrás? ¿Por qué si ocurriese en nuestro presente traería consigo tantos problemas?

La obra lo menciona y lo deja claro:

“No son los libros lo que usted necesita, sino algunas cosas que hubo en ellos. Lo que usted busca podría encontrarlo en muchas otras cosas: viejos discos, viejas películas, viejos amigos; búsquelo en la naturaleza, y en su propio interior. Los libros eran sólo un receptáculo donde guardábamos algo que temíamos olvidar.”

Faber…

La mayoría de nosotros hemos olvidado que el verdadero valor de los libros, no es sentarse a leer para aburrirse y perder el tiempo, si no, descubrir y recordar la formula “mágica” que conlleva la verdadera felicidad, una felicidad no superficial, sino, de conocimiento interior y exterior.

“Las cosas más sencillas son las más extraordinarias y solo un sabio consigue verlas”

Esto se refiere a que a veces, creemos que la felicidad es tener todo lo que deseas, tener una vida ostentosa, llena de lujos y placeres, Olvidando así que aun con carencias y preocupaciones

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