Generales de las consecuencias médicas de la obesidad

OBESIDAD

1. Introducción

2. Definición

3. Prevalencia

4. Causas

5. Clasificación

6. Complicaciones

7. Consecuencias tardías

8. Consecuencias médicas comunes

9. Repercusiones psicológicas y sociales

10. Psicodinámica de la obesidad

11. Aspectos Psicológicos

12. Recomendaciones

13. Tipos de Terapia

14. Conclusiones

15. Bibliografía

1. INTRODUCCIÓN

Actualmente uno de los padecimientos más frecuentes ha sido la obesidad, desarrollándose no solamente en personas adultas o mayores sino también en la población infantil incrementándose con el paso del tiempo. Debido a que los datos obtenidos en la ENSANUT 2006, de la población adulta considerada en el 2006 (de 20 años y más), con un total de 65 095 420 personas de ambos géneros, cerca del (70%) 45 566 794 presento obesidad y sobrepeso.

Esto no solo genera el aumento de peso y la incapacidad física sino también puede generar otras enfermedades como la hipertensión, problemas cardiacos o incluso la diabetes.

Desarrollando de forma consecuente un deterioro psicológico en diferentes factores del individuo como la autoestima, una alteración en las relaciones interpersonales y dentro del contexto social se incluye menos posibilidades de acceso a los mejores trabajos y a las mejores parejas.

Este padecimiento se puede desarrollar a partir de diferentes causas como hábitos dietéticos y de actividad física o factores intrínsecos al individuo como los genéticos, metabólicos y psicosociales.

Por otra parte, el enfoque psicodinámico atribuye el origen a una fijación en la etapa oral del desarrollo psicosexual o a dificultades en las relaciones familiares, reportando el uso familiar de la comida como un modo para expresar afecto.

Además el proceso de alimentación es a libre demanda del niño debido a que la madre es excesivamente ansiosa e incapaz de percibir o identificar otras necesidades del niño.

A partir de la alta prevalencia se han desarrollado distintos tipos de tratamiento, entrando en diferentes ámbitos como el médico y psicológico los cuales ayudan a la mejora de la calidad de vida del individuo.

2. DEFINICIÓN

Según Vázquez, Calvo y Numdedeu (2012), la obesidad es una situación en la que un cúmulo anormal o excesivo de grasa perjudica a la salud. También es definida por Foz y Formiguera (1998) como el aumento de las reservas energéticas del organismo en forma de grasa. Esto es por lo tanto, un incremento de la cantidad de tejido adiposo del cuerpo. Se omite la palabra peso ya que un aumento del peso del cuerpo puede que no se deba en exclusividad a un incremento en la cantidad de grasa corporal. En México, según la secretaría de salud del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (2010) es definido como el incremento del peso corporal asociado a un desequilibrio en las proporciones de los diferentes componentes del organismo en la que aumenta fundamentalmente la masa grasa con anormal distribución, se considera una enfermedad crónica multicausal y con variadas complicaciones.

Desde un punto de vista antropométrico, se considera a una persona obesa cuando su peso es superior al 120% del peso teórico ideal, de acuerdo con las tablas de peso normal para una población determinada y teniendo en cuenta también la edad el sexo y la altura del individuo. Se utiliza el índice de masa corporal como medida del grado de obesidad, índice de peso para altura que se correlaciona con la adiposidad total. Se puede decir que una persona padece sobrepeso o es obesa cuando su IMC es igual o superior a 25kg/m2. Esta también es definida de manera práctica con el punto de corte cuando es IMC mayor o igual a 30 (Vázquez, Calvo y Numdedeu 2012).

Según la circunferencia o perímetro de la cintura, se identificarán los individuos con cúmulo de grasa corporal con un ICC> 1,0 en hombres y ICC>0,85 en mujeres; se utiliza ya que la adiposidad abdominal correlaciona con alteraciones metabólicas y cardiovasculares secundarias a la obesidad.

3. PREVALENCIA

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, citado en Secretaría de Salud, 2010), se ha determinado por estudios que un 15% de los escolares tienen sobrepeso (tasa de obesidad más alta del mundo), también se encontró un aumento en jóvenes de un 15%, en adultos 30%, tanto en países desarrollados como en países en <<Transición Nutricional>> (Íbero América y Asia), esto tal vez se debe a un mayor consumo de productos manufacturados (comida rápida), consumo de productos de origen animal y/o cambios en el estilo de vida (sedentarismo). Aunque la obesidad es una condición clínica individual se ha convertido en un serio problema de salud pública que va en aumento, porque se ha visto que el peso corporal excesivo predispone para varias enfermedades, particularmente cardiovasculares, de piel, diabetes mellitus tipo 2, apnea del sueño, osteoartritis y/o alteración psicológica.

En países desarrollados se ha determinado que existe una relación directa entre el nivel socioeconómico y la obesidad mientras que en países en desarrollo se ha determinado una relación indirecta. En México la epidemia de obesidad es un problema de gran magnitud en todos los grupos sociales, de edad y género. Experimenta un aumento vectorial que no se tiene registrado en ningún otro país, con mayor prevalencia de obesidad en adultos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) (2006 citado en Secretaría de Salud, 2010). De los datos obtenidos en la ENSANUT 2006, de la población adulta considerada en el 2006 (de 20 años y más), con un total de 65 095 420 personas de ambos géneros, cerca del (70%) 45 566 794 presento obesidad y sobrepeso.

Para el género femenino, un total de (33 264 784) habitantes, cerca de un 70%, (23 285 349) presento obesidad y/o sobrepeso, de estos aproximadamente el 33.1% (7 707 450) con obesidad y el restante 66.9% (15 577 898) se encontró con sobre peso, con respecto al género masculino de un total de 31 830 636.

Se observó un 31.6% de obesos (7 040 937) y un 68.4% con sobrepeso (15 240 508) de una población total de 22 281 445 personas.

4. CAUSAS

Los factores más importantes implicados en la obesidad parecen ser los hábitos dietéticos y de actividad física, que están afectados por genes que a su vez afectan al graso energético, al metabolismo de sustratos energéticos y al consumo de alimentos, existen factores intrínsecos al individuo que periten la aparición de la obesidad, estos factores se pueden catalogar como factores genéticos, metabólicos y psicosociales.

De acuerdo al papel de la herencia en la obesidad, la predisposición genética está relacionada tanto con la ingesta como el gasto energético, los genes además pueden determinar señales aferentes y eferentes implicados en la regulación del peso corporal, así se sabe que el número de genes implicados en la obesidad pueden ser más de 20, algunos esta relacionados específicamente en el control de la ingesta o en la regulación de la termogénesis, mientras que la expresión de otros influencia las vías de señalización y adipogénesis entre otras.

Por otra parte, la obesidad es un síndrome complejo de origen multifactorial que podría ser explicado por mutaciones monogénicas, aunque en la mayor parte de los casos puede resultar de interacciones poligéneticas que a su vez se pueden ver afectadas por factores ambientales.

En cuanto a los factores metabólicos y dietéticos, se sabe que el balance energético viene determinado por la ingesta de macronutrientes, el gasto energético y la oxidación especifica de los sustratos energéticos; así la ingesta de proteína y de hidratos de carbono desencadena un potente ajuste de regulación en la oxidación de proteínas y de hidratos de carbono, mientras que el balance de lípidos está regulado de manera menos precisa, la mayor parte de los individuos alcanzan un peso, en el cual la composición media de los sustratos energéticos que oxidan se ajusta con la distribución de macronutrientes en su dieta.

Debido a esto el ajuste individual entre la composición de la mezcla se sustratos oxidada a la distribución de macronutrientes de la dieta puede jugar un papel crucial para permitir la estabilidad del peso a corto y largo plazo.

Un factor de suma importancia es la actividad física, pues se sabe que el gasto energético puede influenciar el peso y la composición corporal, a través de cambios en la tasa de metabolismo basal, en el efecto termogénico de los alimentos y la demanda energética propia de la actividad física realizada, con eso se concluye que la situación de sedentarismo es un factor de suma importancia en el incremento en la prevalencia de la obesidad.

También una baja participación en actividades deportivas, una carencia de interés en participar en actividades físicas y un alto número de horas que se permanece sentado son predictores significativos de la obesidad.

Además de los factores citados, Moreno (2004), menciona que existen algunas situaciones más específicas que pueden favorecer o desencadenar la acumulación adiposa.

• Embarazo: debido a la gestación se produce una serie de cambios hormonales y psíquicos que en ocasiones se acompaña de un aumento en la ingesta de alimentos, esto provoca un excesivo aumento de peso

• Lactancia: con la llegada de un hijo suele aumentar el estado de ansiedad de la madre y este a su vez provoca un aumento de la ingesta, añadiendo

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