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Historia De Las Vacunas


Enviado por   •  15 de Mayo de 2013  •  5.081 Palabras (21 Páginas)  •  419 Visitas

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Historia de las vacunas

La búsqueda de remedios para prevenir las enfermedades infecciosas ha sido un objetivo de los médicos desde tiempos remotos.

Consideramos que las vacunas son sustancias generalmente fabricadas a partir de micro- organismos patógenos para el hombre que, al ser administradas, producen defensas frente a la enfermedad que se quiere prevenir.

En los dos últimos siglos se han producido avances impresionantes en el desarrollo de las vacunas: en el siglo XVIII se inventó la primera vacuna contra la viruela tras observar una enfermedad que padecían las vacas; en el siglo XXI, los ordenadores pueden fabricar vacunas. Entre la vaca y el ordenador encontramos un largo camino recorrido por investigadores geniales que han sentado las bases de la Vacunología actual.

En adelante, describiremos los principales hitos en la Historia de la Vacunación, adentrándonos en cada época y conociendo a los personajes más relevantes, que han hecho posible uno de los logros más importantes de la Medicina: disminuir y, potencialmente, erradicar muchas de las enfermedades infecciosas que producían gran mortalidad a nuestros antepasados.

Aunque el significado de las distintas voces ha evolucionado, sabemos que la palabra vacuna deriva del latín vacca, que significa vaca.

Inicialmente, vacunar quería decir pegar la enfermedad; vacunación era la inoculación de la vacuna; vacuno era el fluido usado para esta operación y vacunado era aquel a quien se le hacía la inoculación de la vacuna.

El médico británico Edward Jenner inventó la primera vacuna contra la viruela. En 1796 llevó a cabo su famoso experimento de inmunización con linfa de viruela vacuna, y en aquel momento se inauguró la era de la vacunación. Veamos cómo se gestó el invento de la primera vacuna.

La vaccina o viruela de las vacas es una enfermedad que producía una erupción en las ubres de estos animales. Como tantas otras veces en la Historia de la Humanidad, la sabiduría popular se adelantó a la observación científica: los campesinos sabían que los ordeñadores podían contagiarse de la viruela de las vacas y, además, observaron que si había una epidemia de viruela, estos trabajadores enfermaban en raras ocasiones

A Jenner la idea de la vacuna se le ocurrió tras escuchar a una lechera de su pueblo: "Yo no cogeré la viruela mala porque ya he cogido la de las vacas". A partir de ese momento, Edward Jenner intuyó que esta experiencia podría llevarse a la práctica y dedicó más de veinte años de su vida a estudiar esta cuestión. Jenner fue un médico rural, amante de la naturaleza y un profundo observador. Vivió y murió en Berkeley, en el condado de Gloucester. La vida urbana nunca le atrajo y por eso ejerció en su localidad natal.

Después de su famoso invento le ofrecieron trasladarse a Londres, pero él declinó tal propuesta y escribió a un amigo: "Mi fortuna es suficiente para satisfacer mis deseos. En cuanto a la fama, ¿qué es la fama? Un peto dorado, siempre atravesado por las flechas de la malignidad".

El experimento de Jenner consistió en la introducción de viruela vacuna procedente de una pústula de una ordeñadora a un niño de ocho años de edad. La descripción de tal evento la encontramos en su ensayo "Investigación sobre las causas y los efectos de la viruela vacuna":

"Para observar mejor cómo evolucionaba la infección, inoculé la viruela vacuna a un niño sano de ocho años. La vacuna procedía de una pústula del brazo de una ordeñadora, a quien había contagiado la vaca de su señor. El 14 de mayo de 1796 se la inyecté al niño a través de dos cortes superficiales en el brazo, cada uno de los cuales tenía la anchura de un pulgar.

El séptimo día se quejó de pesadez en el hombro; el noveno, perdió el apetito, tuvo algo de frío y un ligero dolor de cabeza; durante todo el día se encontró enfermo y pasó la noche inquieto, pero al día siguiente volvió a encontrarse bien. La zona de los cortes evolucionaba hacia la fase de supuración, ofreciendo exactamente el mismo aspecto que adquiere la materia virulosa...

Para cerciorarme de que el niño, levemente infectado por la viruela vacuna, había quedado realmente inmunizado contra la viruela humana, el 1 de julio le inyecté materia virulosa que había extraído con anterioridad de una pústula humana. Se la apliqué profusamente mediante varios cortes y punturas, pero no dio lugar a ningún ataque de viruela.

En los brazos aparecieron los mismos síntomas que provocan las sustancias virulosas en los niños que han sufrido variola o viruela vacuna. Al cabo de unos meses, le volví a inocular materia virulosa, que en esta ocasión no produjo ningún efecto visible en el cuerpo".

Jenner demostró las ventajas de la vacunación con viruela vacuna con respecto a la variolización: la inmunización con viruela vacuna no producía pústulas, no ocasionaba riesgo de muerte ni era foco de contagio a través de las personas vacunadas. Además, se trataba de una técnica relativamente fácil de realizar, por lo que en el libro "Origen y descubrimiento de la vacuna" se recomendaba su aplicación por parte de los padres o cuidadores de los niños:"La inoculación de la vaccina no pide preparación alguna, ni un cuidado muy particular, ni remedio alguno que deba precederla, seguirla, ni acompañarla.Se puede igualmente practicar en todas edades, y en todas estaciones del año.

La vaccina no perjudica a la sociedad, porque no propaga su infección a causa de que esta enfermedad, ni se comunica por el ayre, ni por los vestidos, ni por el simple contacto (como las viruelas) sino precisamente por la incisión.La operación de la vaccina es fácil y poco dolorosa, pues consiste únicamente en hacer en la piel algunas ligeras picaduras o incisiones con la punta de un instrumento mojado en fluido que se halla en los granos vaccinos. Los padres, las madres, las amas de cría o nodrizas, lo pueden practicar igualmente con la misma utilidad y buen suceso: toda la atención y precaución que se necesita, se reduce solamente al modo de hacer las picaduras inoculatorias...Finalmente la inoculación de la vaccina es tan segura, que jamás le acompaña ni sigue daño alguno, ni accidente grave. Los fenómenos esenciales se terminan sola y precisamente en el distrito de las picaduras".

Casi dos siglos después, en 1979, la Organización Mundial de

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