ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Importancia de la investigación parcial de los siguientes indicios: tierra, barro, polen, pinturas y fragmentos de cristal


Enviado por   •  5 de Junio de 2020  •  Documentos de Investigación  •  5.650 Palabras (23 Páginas)  •  196 Visitas

Página 1 de 23

Índice

Importancia de la investigación parcial de los siguientes indicios: tierra, barro, polen, pinturas y fragmentos de cristal.        2

Evolución del cartucho        3

Año en que nace la pistola semiautomática (descubridor y lugar).        8

Biografía de Samuel Colt y Daniel Wesson.        8

Samuel Colt        8

Daniel Wesson        10

Antecedentes históricos de la balística forense, paso por paso.        13

Conceptos        19

Armas de fuego        19

Casquillo        19

Bala        19

Cartucho        19

Balística forense        19

Balística general        19

Balística militar        19

Clasificación de cartuchos        20

        

Importancia de la investigación parcial de los siguientes indicios: tierra, barro, polen, pinturas y fragmentos de cristal.

En los casos forenses sobre todo es muy importante la obtención de evidencias, a veces mínimas, microscópicas, que pueden hallarse sobre la ropa o el cuerpo mismo de la víctima es esa evidencia constituyen una  variación tafonómica de enorme valor diagnóstico. A veces era una fibra de tejido de la ropa del atacante, un pelo o mínimo fragmento de vidrio y llevado por el asesino asta el cuerpo o la ropa de la víctima, o grasa, o barro polvillo de madera o metal, de carbón, pintura explosivos, polen y otra partícula procedente de algún taller donde trabaje. Este mínimo fragmento de una substancia química, vegetal o mineral o procedente del atacante es una evidencia de primer orden

        

 Evolución del cartucho

Se denomina cartucho a la carga de pólvora y municiones, o de pólvora sola, correspondiente a cada tiro de un arma de fuego, envuelta en un  papel o lienzo o encerrada en un  tubo metálico, que puede contener solamente la pólvora, o está junto con al proyectil, o finalmente, ambos elementos y además el cebo

Cartuchos de papel

Existen fundados motivos para creer que el cartucho apareció por primera vez en España, donde lo empleo la artillería en al segunda mitad del siglo XVI, dándole el nombre de cachucho, probablemente a causa de llamarse así cada uno de los huecos que en la aljaba servían para contener las flechas. [pic 1]

Este cartucho solo contenía la pólvora, lo que obligaba al tirador a realizar la carga en varios tiempos (introducir el cartucho de pólvora, el proyectil, cebar la cazoleta,...) y, por lo tanto, la capacidad de abrir fuego resultaba sumamente lenta. 

En 1799, Edward C. Howard, dio el primer paso al descubrir las pólvoras fulminantes, que podían hacer explosión o prenderse al ser golpeadas. Innovación a la que no se la encontró aplicación hasta que en 1807, el sacerdote escocés Alexander Forsyth inventa la llave de percusión donde utiliza la propiedad de las pólvoras fulminantes de inflamarse al choque. Posteriormente cuando se ve que la idea funciona, una serie de armeros comienzan a perfeccionar la idea hasta que armero ingles Egess, inventa el pistón. 

en 1836 gracias a Juan Nicolás DREYSE, ven la luz dos grandes inventos que revolucionaran el sistema de carga en las armas de fuego: el fusil de aguja y el cartucho combustible.

El cartucho Dreyse, esencialmente consiste en una envoltura de papel que contiene ya los tres elementos básicos: pólvora, bala y cebo fulminante. Pero con un orden de colocación muy peculiar. El fulminante va situado delante de la carga de pólvora, en el fondo de un taco de madera, sobre el que se asienta una bala deplomo de forma ovoidea; de manera que al disparar la aguja debe atravesar todo el espacio ocupado por la pólvora para incidir en el pistón.[pic 2]

Con la intención de disminuir la longitud de la aguja, pronto se variaría la colocación del pistón; aparece el cartucho Chassepot que lleva la cápsula iniciadora en el centro de un disco de cartón, que constituye el culote del cartucho; la envoltura es de papel parafinado recubierto con muselina de seda.[pic 3]

En 1836 Casimiro Lefaucheux, basándose en estudios del maestro armero Pauli, idea un nuevo cartucho que solucionará en gran parte los inconvenientes anteriores. Entra en escena el “cartucho de aguja” (“A broche”), con un diseño diametralmente opuesto a los anteriores y técnicamente muy avanzado para su época. Estaba formado por un vaina de cartón reforzada con un culote metálico, donde se sitúaba una aguja percutora exterior que incidía en un pistón situado en el interior del cartucho.[pic 4]

El cartucho moderno

[pic 5]

Flobert desarrolla en 1845, un nuevo cartucho de vaina totalmente metálica (cobre) y escasa potencia.

Este cartucho seria perfeccionado hacia 1857 por Horace Smith y Daniel Wesson. Estos dos armeros de Springfield (EE.UU) lanzan al mercado su revólver modelo nº 1 el “Frist Issue Revólver”, recalibrado para un nuevo cartucho, el. 22 Short (.22 Corto).Considerado como el primer cartucho moderno [pic 6]

El éxito rápido y sin precedentes tanto del arma como de este pequeño cartucho, hizo que se diseñaran cartuchos de fuego anular más potentes y de mayor calibre. Llegando a fabricarse calibres como el .44 Henry, o el que sería uno de los cartuchos de ignición anular más eficaces y potentes durante la Guerra de Secesión de los EE.UU., el 56 – 56 Spencer.[pic 7]

el coronel Berdan, diseña un nuevo cartucho donde el fulminante está situado dentro de una cápsula de percusión que se aloja en un orificio practicado en el centro de la base del culote de la vaina, motivo por el que, para distinguirlos de los de percusión anular, serán denominados de percusión central.[pic 8]

La primera de ellas fue la bala Hunt. Patentada en 1848, consistía en un proyectil hueco repleto de pólvora, y cerrado en su parte posterior con un disco de cartón dotado de un pequeño orificio para permitir la ignición de la carga.[pic 9]

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (36 Kb)   pdf (754 Kb)   docx (2 Mb)  
Leer 22 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com