LO PERSONAL Y LO IMPERSONAL: EL DON Y EL INTERCAMBIO
Enviado por brendasturgeon11 • 4 de Mayo de 2015 • Síntesis • 984 Palabras (4 Páginas) • 146 Visitas
LO PERSONAL Y LO IMPERSONAL: EL DON Y EL INTERCAMBIO
Las interacciones humanas se ven influidas por dos tipos de principios:
Intercambio: Aquí reina el interés propio.
Don: Se basa en las necesidades y deseos de los otros. Se aprecia la reciprocidad. No se busca la recompensa. El don puro, que no es fácil de encontrar, es totalmente desinteresado y sin tomar en cuenta quién lo recibe. El valor moral del don está dado por el sacrificio que hace una persona al ayudar a otra. El don puro, entonces, reconoce la humanidad de la otra persona. Esto provoca una satisfacción moral, no material.
Se pueden establecer divisiones respecto a estos dos principios:
- Personal (don) contra lo Impersonal (intercambio)
- Particularismo: las personas se ven como individuos (don) Universalismo: es una más entre tantas. (intercambio)
- Difuso: toma en cuenta todo acerca de la persona (don) Específico: toma solo una parte, la que interesa (intercambio)
- Afectividad (don) neutralidad afectiva (intercambio)
En las relaciones de intercambio entra la confianza con la otra persona, confianza en que cumplirá las reglas de este intercambio.
La mayoría de las relaciones son impersonales, por lo que la gente busca relaciones personales.
EN BUSCA DE NOSOTROS MISMOS: AMOR, INTIMIDAD, CUIDADO Y MERCANCÍAS
Las personas buscan encontrarse a sí misma, ver su interior. La cantidad de relaciones impersonales no nos permiten ser nosotros mismos. Estas relaciones no bastarán para proporcionarnos una identidad, por ello el hombre busca relaciones personales.
La identidad es entendida como necesidad de amor, de ser amados y de amar. Así volvernos para las otras personas únicos, que nos acepten. Buscamos ser comprendidos. Pero entonces, para definir nuestros selves, nuestro interior, necesitamos de las otras personas.
Lo que vuelve al amor vulnerable es la reciprocidad, la otra persona espera lo mismo de nosotros. Pero cada uno es diferente, y debe negociar con la otra persona, entenderla, y que al mismo tiempo nos entienda. Quizás debamos cambiar algún aspecto. Pero esto se contradice con lo que buscábamos del amor.
Por ello el amor más fuerte es el amor como don, sin esperar nada a cambio.
Ante esta situación, el hombre tiende a buscar un sustituto para el amor, y aquí entra en juego el cuidado, la terapia. Se paga por un servicio que satisface una necesidad práctica, pero no es amor, aunque en casos la persona así lo entienda.
LA MERCANTILIZACIÓN DE LA IDENTIDAD:
La persona, considerando la dificultad del amor, busca sustitutos para formar su identidad. Uno de estos sustitutos es el consumismo. El individuo compra cosas que arman su personalidad, una remera, un pantalón. Lo que es todavía mejor, es que esa marca ya tiene la aceptación social, por lo que lo más difícil está hecho.
Esta devaluación del amor es muy marcada, incluso dentro mismo de la relación. Es mucho más fácil comprar una remera que mantener una relación amorosa.
RESUMEN:
Los
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