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La Bioética En La Médicina


Enviado por   •  16 de Junio de 2014  •  3.298 Palabras (14 Páginas)  •  261 Visitas

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Bioética

Antecedentes

La Bioética no es una disciplina que surgió de un día para otro, ya que desde hace muchos años ya había cierta inquietud causada por problemas morales sobre la vida, la salud, y la medicina.

Se tienen datos que desde el antiguo Egipto y Mesopotamia, se comenzaba a regular a la muy primitiva práctica médica.

Los griegos también contribuyeron en buena parte al desarrollo de la hoy llamada Bioética, a partir de las ideas del médico griego Hipócrates, a quién se le atribuye el juramento hipocrático:

“Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higía y Panacea y pongo por testigos a todos los dioses y diosas, de que he de observar el siguiente juramento, que me obligo a cumplir en cuanto ofrezco, poniendo en tal empeño todas mis fuerzas y mi inteligencia.

Tributaré a mi maestro de Medicina el mismo respeto que a los autores de mis días, partiré con ellos mi fortuna y los socorreré si lo necesitaren; trataré a sus hijos como a mis hermanos y si quieren aprender la ciencia, se la enseñaré desinteresadamente y sin ningún género de recompensa.

Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los discípulos que se me unan bajo el convenio y juramento que determine la ley médica, y a nadie más.

Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechosa según mis facultades y a mí entender, evitando todo mal y toda injusticia. No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante; me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios abortivos.

Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No ejecutaré la talla, dejando tal operación a los que se dedican a practicarla.

En cualquier casa donde entre, no llevaré otro objetivo que el bien de los enfermos; me libraré de cometer voluntariamente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitaré sobre todo la seducción de mujeres u hombres, libres o esclavos.

Guardaré secreto sobre lo que oiga y vea en la sociedad por razón de mi ejercicio y que no sea indispensable divulgar, sea o no del dominio de mi profesión, considerando como un deber el ser discreto en tales casos.

Si observo con fidelidad este juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí la suerte contraria.”

Este juramento contiene en cierta medida un carácter religioso pero también un profundo carácter ético, ya que en él se expresa el rechazó hacia la eutanasia y al aborto, ya que él único objetivo de la práctica médica es el bien de los enfermos.

Posteriormente, los problemas morales concernientes a la vida, salud y a la enfermedad fueron tema serio tratado casi exclusivamente por la Teología moral de la iglesia católica. Estos temas tenían lugar en los manuales de los centros de enseñanza de teología.

A finales del siglo XIX, se comienza a añadir un estudio específico de esos problemas, incluyendo a los pertenecientes al ámbito de la sexualidad, con mucha mayor amplitud y sistematización. Esta nueva materia se llamó Medicina pastoral, y se exponía en las universidades eclesiásticas y en muchos seminarios.

En este punto, hay que hacer notar el papel de primer plano jugado, entre otros, por filósofos y teólogos, tanto católicos como protestantes. Por indicar algunos entre otros personajes considerados como los más influyentes como Ramsey, Hearing, McCormick, Curran, Joseph Fuchs.

En el siglo XX, la divulgación de abusos cometidos en la experimentación con seres humanos y en otros ámbitos de investigaciones biomédicas suscitó discusiones vivaces en la opinión pública y en el mundo científico, con repercusiones significativas en el ámbito político.

De este modo en 1967, en Estados Unidos se funda el primer departamento de ciencias humanas para estudiantes de medicina en el campus de Pennsylvania. El gobierno de estados unidos constituyó un comité para el control de la experimentación sobre sujetos humanos, paralelamente que en el congreso de este mismo país se percibía un interés creciente por los valores humanos en la Medicina.

Bajo todo este contexto, en 1969, el filosofo Daniel Callahan y el psiquiatra Willard Gardin fundan el Institute of society, Ethics and the Life Sciences. Su inspiración de fondo era que “los problemas éticos de las modernas biotecnologías necesitan, para poder ser solucionados, un esfuerzo interdisciplinar sin precedentes y una clara voluntad de reunir ciencias experimentales y ciencias humanas”.

Para esos años ya se tenían las bases consolidadas para el surgimiento de la Bioética de manera formal y esto sucedería en los años 70, por parte de dos científicos clínicos, de origen holandés, pero que en esa década trabajaban en Estados Unidos: el oncólogo Van Renselaer Potter y el filosofo André Hellegers, ambos catedráticos universitarios e investigadores.

Potter posee el mérito de haber forjado el término bioética y haber elaborado los rasgos esenciales de la fisionomía de esta nueva rama del saber. Por su parte, Hellegers fue quien introdujo el término bioética y, con él, un campo de investigación de interés común, en el mundo académico, en el de las ciencias biomédicas, en el gobierno y en los medios de comunicación.

La razón de la necesidad de crear una rama como la bioética, según Potter, era que “El género humano necesita urgentemente de una sabiduría como guía para la acción, un saber cómo utilizar el conocimiento para el bien y el futuro de la condición humana, de una ciencia de la supervivencia, la bioética, tiene el requisito fundamental de promover la calidad de vida. Esta ciencia debe ser construida sobre las ciencias biológicas pero llegando más allá de sus confines tradicionales, incluyendo los elementos fundamentales de las ciencias sociales y antropológicas, con la particular referencia a la filosofía en su sentido estricto de amor a la sabiduría”.

Aunque ambos científicos desarrollaron juntos esta nueva rama, no convergían totalmente, ya que para Hellegers, la bioética no era una nueva materia, sino que formaba parte de una antigua materia, pues era una rama de la ética aplicada clásica, cuyo objetivo es resolver problemas morales en el campo biomédico a través de la aplicación válida de principios éticos ya existentes y universales.

La Bioética tuvo una rápida difusión, ya que para el año 1984, los siete países más industrializados organizaron y siguen organizando una Conferencia Internacional de Bioética, en

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