La geografía económica

La geografía económica es una rama de la geografía que tiene una gran importancia en nuestros días, esta se interesa en analizar las interrelaciones entre las actividades económicas y el espacio en el que se realizan, con esta rama podemos entender mejor como ocurre estos procesos. La geografía económica se apoya en la economía que permite identificar y analizar el proceso productivo de bienes y servicios destinados a la satisfacción de las necesidades humanas, La Geografía Económica tiene planteada como prioridad los bienes económicos, es decir, aquellos que atienden los requerimientos del ser humano de tipo material. Los bienes de valor económico que generalmente son escasos, tienen un propietario y siempre se adquieren a cambio de algo, por lo cual Geografía Económica se abstiene de ocuparse de los bienes libres que no le proporciona una herramienta económica útil. También toma en consideración los recursos proporcionados por la naturaleza y su ubicación; posteriormente se buscan las tácticas para ser convertida en recursos productivos y exitosos, encargándose así de su debida distribución sobre el espacio físico.

Según P. Claval (1980) manifiesta sobre el estudio de los aspectos espaciales es “la lucha que los seres humanos llevan a cabo contra la escasez, ya que esta ciencia explica los movimientos y el reparto de las riquezas así creadas, subraya los obstáculos con los que se enfrentan los productores, indica los que son debidos a la naturaleza y los que corresponden a las instituciones y demuestra cómo los paisajes y la distribución de los grupos, unos con relación a los otros, son el resultado de decisiones tomadas con el objeto de sacar el mejor provecho de los recursos”. Asimismo, para este geógrafo francés, la geografía económica intenta explicar la distribución de los hechos de producción, distribución y consumo

En lo que respecta a las potencialidades locales y regionales, se puede decir, la geografía económica aparece como una nueva forma de actuar en el nuevo contexto de globalización en el crecimiento económico y el desarrollo estable para superar los problemas más críticos que pueda confrontar la economía, con un proceso sólido y una eficiente administración de los recursos públicos, donde se encuentre la utilización de instrumentos que faciliten las estrategias de desarrollo nacional, regional y local. Se debe concebir al desarrollo como un proceso multidimensional compuesto por grandes transformaciones de las estructuras sociales, de las aptitudes individuales y de las instituciones, así como también la aceleración del crecimiento económico, la reducción de las desigualdades y la erradicación de la pobreza, creando al menos un entorno favorable capaz de dar a los individuos y a las colectividades posibilidades reales de potenciar una vida productiva conforme a sus necesidades e intereses.

En lo que se refiere a la promoción de proyectos de inversión, se hace fácil entender que, siendo que por lo general los proyectos petroleros implican la inversión de grandes sumas de dinero, estos aportes institucionales pueden también resultar de considerable cuantía, razón por la cual se requiere analizar el mejor destino que puede dársele a los mismos. Por ello, si bien es cierto que los proyectos de inversión pública, como todo proyecto de inversión, requieren de la evaluación de las condiciones sin y con el proyecto a fin de analizar y, de ser posible, cuantificar los impactos positivos y negativos que los mismos puedan tener, tanto sobre el ambiente físico en el cual se van a implementar, como en la sociedad que los acoge, no debe olvidarse que los estudios de este tipo de proyectos deben además orientar el destino de los recursos dirigidos a promover el desarrollo en la región receptora del mismo. Esta oportunidad única de impulsar el desarrollo local, requiere conocer a fondo las potencialidades y limitaciones de la región. Las comunidades, conocedoras de las necesidades de la región, pero también de sus potencialidades y limitaciones, son precisamente las llamadas a participar en el diseño de los programas y proyectos que serían financiados con estos aportes. Dado el carácter socio-económico de los proyectos de desarrollo local y regional, las decisiones en materia de inversión y la descripción de la situación previa al proyecto, requiere que se contemplen elementos sociales (demografía, educación, salud, organización, promoción social), económicos (estructura de producción por sectores claves tales como agricultura, industria, comercio, petróleo y servicios), físicos (incluye todo lo referido a la Infraestructura y Servicios, (vivienda y urbanismo, vialidad, transporte, servicios públicos y equipamiento), espaciales (ordenamiento territorial y urbano, planificación económica y geográfica) e institucionales (marco constitucional, normativa legal, planes de desarrollo).

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