La visita de la vieja dama, de Dürrenmantt

La visita de la vieja dama, de Dürrenmantt fue publicada en el año 1956. Es decir, que el autor debió vivir en un siglo de cambios vertiginosos. De hecho, vivió el liberalismo, la industrialización, las nuevas ideologías políticas, como el socialismo, el comunismo, el anarquismo y el desarrollo del capitalismo, ambas guerras mundiales y el fascismo. Debido a estos factores, es que Dürrenmantt formó parte del teatro de la rebelión, caracterizado por la idea de generar un choque con el público; el objetivo era ser rechazado. También, el cuestionamiento constante de Dürrenmantt sobre lo ilógico de vivir en una época en la que había que pelear por algo tan básico y simple como la vida y la dignidad, es que debió, como el resto de la sociedad, replantearse ciertos aspectos que formaban parte de su vida cotidiana, y manifestarse en sus obras. En La visita de la anciana dama, se cuestiona desde qué modelo político-económico debería regir, las consecuencias del capitalismo, el consumo y el poder desmesurado, hasta la deformación más visible de los valores morales y las injusticias permanentes causadas por el sistema y la realidad en que los personajes se ven inmersos. La obra de Dürrenmantt revela el capitalismo más extremo y voraz, expresado en el poder a cualquier costo, la efímera felicidad producto de falsas y cortas alegrías materiales, el egoísmo, el dolor y la manipulación, que son también las características más primitivas del hombre, su capa más externa, pero a su vez menos visible. Por estos factores, podría decirse que Clarie Zachanassian es la encarnación del capitalismo en la obra de Dürrenmantt.

Para empezar, la primera comparación que se podría hacer entre el modelo capitalista y Clarie, es que ambos en un principio muestran una aparente fuerza y capacidad de salvación a través del consumo, y éste como la gran solución, pero a su vez, más profundamente, una total debilidad. Ambos defienden supuestamente los derechos de todos, pero, a su vez, persiguen en poder ciegamente. Ambos son superiores en cualquier sentido, son la mejor opción, el ejemplo, pero defienden algo tan primitivo como la justicia por mano propia. En el caso del capitalismo, todas las guerras ocasionadas desde entonces bajo este sistema riguroso e individualista. Y en el caso de Clarie, aprovecharse de la necesidad del pueblo y de su poder económico por sobre ellos para conseguir su venganza asesinando a Ill. Es decir que van detrás de su objetivo sin importar lo que cueste, manipulando y pervirtiendo al resto de la sociedad. Clarie ya no es un humano, ya no es la mujer que abandonó Güllen en aquel momento, ella está ahora conformada por el dolor, el rencor, el resentimiento y las distintas prótesis que hacen de ella algo mucho más monstruoso y extraño; esta técnica del autor hace que el personaje protagónico sea grotesco. Clarie es como el capitalismo también, hija del dolor. Es una víctima de la ambición del hombre al que ella amaba con locura, víctima de una traición, del abandono y ella es un claro producto de todo ese sufrimiento que Ill le produjo. Como lo podemos observar en la siguiente cita:

“el humanitarismo, caballeros, ha sido hecho para la bolsa de los millonarios. […] El mundo me convirtió en una puta y yo lo convierto ahora en un burdel. […] tendrá que aguantar si quiere participar en el baile. […] Güllen por un asesinato, prosperidad por un cadáver.” (Página 92)

El capitalismo es un sistema que surge del dolor, ya que es una deformación del liberalismo, luego de que éste no fue ya eficiente para las necesidades de una nueva sociedad industrializada. Surgió luego de una gran crisis como un nuevo modelo económico que llevaría a todo el mundo adelante. Ambos son también extremistas. O se está con ellos, o no se está con ellos. En el caso de Clarie, o se la apoya con su deseo matar a Ill y ella les brinda como premio el apoyo económico que los güllenses tanto necesitan para salir adelante, o de no ser así, ella se iría, sin importarle nada, dejando a su pueblo de origen en la ruina. Y en el caso del capitalismo, o uno está con él, se somete a él y acepta todas las consecuencias que este enceguecimiento produce, o si uno no está de acuerdo, y no está dispuesto a jugar el juego que se propone, se queda afuera del sistema completamente, también asumiendo las consecuencias que esto implica. Los dos son por igual de brillantes y encantadores a la vista; Clarie con su personalidad atropelladora, su vestimenta provocadora y lujosa, su litera, existiendo ya el motor, sus múltiples esposos, sus eunucos y su mayordomo. Y el capitalismo, por otro lado, resplandece por los beneficios que otorga: la defensa de lo propio, el individualismo o el consumo, que son factores que al general de los hombres atrae, y que hasta ahora parecería ser el único sistema que si bien es devorador y egoísta, es el único que persiste y se mantiene el pie. Pero la realidad es que hay que ver con más profundidad lo que ambos esconden para comprender como surgieron y poder ver por qué funcionan de tal manera.

Por otro lado, es increíble ver en el libro y en la realidad, como las personas, sean de la clase social que sean, van pervirtiendo y deformando sus principios e ideales cuando

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