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MANTENIMIENTO


Enviado por   •  10 de Junio de 2013  •  1.636 Palabras (7 Páginas)  •  320 Visitas

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I. INTRODUCCIÓN EL DISCURSO IDEOLÓGICO

Una ideología se manifiesta de diferentes maneras. En primer lugar, a través de las "cosas". También mediante actos y prácticas: la manera de tratar a un subordinado.

El dominio privilegiado de la ideología, aquel donde ejerce directamente su función específica, es el lenguaje.

La ideología legitima la violencia cuando el poder tiene que recurrir a ella, haciéndola aparecer como derecho, como necesidad.

El lenguaje es un código, "una trama de prohibiciones y de obstáculos".

En el lenguaje, más exactamente en la lengua, cuyo código es represivo, alienante. Hablar no es comunicar, es sujetar: "La lengua, como actuación de todo lenguaje, no es ni reaccionaria ni progresista; es simplemente fascista."

Si todo es ideología, la ideología ya no es nada. Si el lenguaje es "simplemente fascista", no queda otro camino que callarse, a menos de reconocerse a sí mismo en lo que se denuncia.

Es preciso rechazar estas facilidades del confusionismo. Si el término "discurso ideológico" tiene un sentido, es por oposición a otros tipos de discurso.

Empleo deliberadamente la palabra "discurso" para designar una realidad intermedia entre la lengua y el habla.

La lengua, para Saussure, es un sistema de signos que permite a los individuos comunicarse entre sí; el habla es el libre uso que determinado individuo hace de su propia lengua.

Se podría decir que es un hecho de la lengua, no por la razón de que la lengua sea coercitiva, sino porque algunas de sus coerciones están al servicio de un poder, sea el de un grupo, casta, clase o nación.

La lengua consagra implícitamente ciertas superioridades sociales.

La lengua de las capas superiores (o también la lengua dominante en una sociedad bilingüe) favorece a los que pueden apropiársela y coloca a los demás bajo su tutela.

Una misma lengua puede comportar diversos sub- códigos: católico, marxista, etc., y estos mismos subcódigos pueden encontrarse en lenguas diferentes.

El discurso es un tipo de palabras común a un gran número de individuos y regido por un sub- código.

No deben confundirse el discurso ideológico y la propaganda política.

La propaganda es del orden del habla. Su función es la de justificar tal acción del poder, mientras que la del discurso ideológico es legitimar la existencia del poder.

No es que la lengua sea ideológica; lo es el uso que se hace de ella.

El discurso ideológico tiene por función justificar un poder se deduce cómo debe ser un discurso para que preste el servicio que se espera de él.

El método deductivo no es imposible. Se puede demostrar, en efecto, que el lenguaje del poder recurre necesariamente a clichés, a palabras-obsesiones, a palabras-tabú, a eufemismo, a distorsiones de sentido, a oposiciones maniqueas, a peticiones de principio, etc.

El inconveniente del método deductivo es que exige _genio; al menos si se lo quiere llevar hasta sus últimas consecuencias y determinar a priori el discurso ideológico en su totalidad.

El segundo método, por el contrario, parte de los hechos para inducir de ellos los principios. Consiste en reunir un corpus de textos ideológicos y extraer de ellos los rasgos propios, midiendo si es posible con la ayuda de una computadora- la frecuencia de los términos (ocurrencias) y de las asociaciones de términos (coocurrencias).

La ausencia de un término puede interpretarse de maneras muy diferentes: puede estar ausente por indiferencia, o por ser un término tabú.

En suma, el método inductivo no nos revela la naturaleza de la ideología estudiada. No nos muestra en qué medida un discurso es ideológico.

La experiencia nos demuestra que la naturaleza de las metáforas difiere según las ideologías; pero tenemos que explicar esas diferencias.

Es que la ideología conservadora tiene por función defender el orden existente, que define como "una totalidad orgánica" a la cual no se puede tocar sin riesgo de matarla.

¿Para qué se habla? Para informar, explicar, precisar, enseñar; en suma, para hacer conocer algo.

Se habla para informar, pero también se habla para "expresar".

El mensaje se centra entonces sobre el receptor y su función es incitativa.

A diferencia del mensaje referencial, el incitativo no puede ser verdadero, puesto que no puede ser falso.

Se da el caso también de que la finalidad del mensaje sea el mensaje mismo en tanto que realidad material, independientemente de su sentido.

La función poética lo responde a la pregunta: ¿verdadero o falso?, ni tampoco ¿sincero o mentiroso?, sino a la pregunta ¿bello o feo?

También es posible que el mensaje lo tenga otra finalidad que establecer el contacto, o mantenerlo, o cortarlo.

La función fática aparece primero en el niño, que comunica algo por el placer de oír o de oírse, antes aún de poder comunicar algo.

Es posible que el mensaje se apoye en el código que lo hace inteligible.

El aprendizaje de una lengua recurre masivamente a esta función.

Tres funciones jerarquizadas:

1) la más superficial es la incitativa

2) en un nivel más profundo, la función poética, que se remarca en la rima, en el ritmo

3) pero la función decisiva del eslogan es de orden referencial

Puede existir una diferencia entre la finalidad implícita del emisor y la forma verbal que utiliza, entre la función real y la función aparente del mensaje.

Una

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