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Medicina Prehispanica

christiangalvan20 de Abril de 2014

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Medicina prehispanica

• Descendian de una pareja humana que resumía en sí misma todo lo que lograrían sus hijos y nietos.

• Estos dos ancestros míticos se llamaban Oxomoco y Cipactonal

• Creados por el dios creador de los antiguos mexicanos, el cual llevaba por nombre Ometéotl, que quiere decir el Dios Dual, aludiéndose su naturaleza andrógina.

• En los últimos decenios, paralelamente al estudio acerca de las diferentes facetas de las culturas mexicanas prehispánicas, se ha podido integrar la imagen de un saber médico que se desenvolvía explicando, abordando y, muchas veces, resolviendo problemas de salud.

• Se trata de un saber médico propio, que se desarrolló como respuesta a problemas de salud procedentes del entorno específico en el cual dichas culturas existieron y que está marcado y definido por rasgos comunes, que las identifica como mesoamericanas.

• Un buen número de fuentes, tanto materiales como escritas, así como la gran cantidad de supervivencias vigentes en la actualidad, han hecho posible reconstruir satisfactoriamente lo que fue un importante sistema de explicación de la enfermedad y atención de la salud, en el cual se han podido identificar ideas rectoras, teorías explicativas de los mecanismos de la enfermedad y de la acción de los medicamentos, así como una amplísima gama de recetas y de técnicas curativas, que van desde los hechizos y las oraciones a los dioses hasta técnicas quirúrgicas de gran complejidad.

• Las fuentes para el estudio de la medicina prehispánica

• Las fuentes escritas proceden casi todas ellas de los años subsecuentes a la conquista española, son escritos testimoniales, redactados por indígenas que practicaban la medicina desde antes de la llegada de los españoles; otros textos fueron redactados por quienes lo hacían siguiendo la tradición de sus mayores y, unos más, transmitieron la opinión de españoles que fueron testigos presenciales de cómo se practicaba esa medicina y más de una vez se beneficiaron al ser curados con sus remedios, de modo que plasmaron en el papel lo que averiguaron de ella y las experiencias que reunieron al respecto.

• Las más importantes son tres, dos redactadas por médicos indígenas y la otra por Francisco Hernández, uno de los médicos de cámara de Felipe II, rey de España, a quien el monarca envió a México para estudiar los recursos medicinales que se encontraban en esta tierras.

• Libellus de medicinalibus indorum herbis, es decir,Librito de las hierbas medicinales conocido como Códice de la Cruz –Badiano

• librito” pretende ofrecer una visión general de lo que era la medicina practicada por los médicos indígenas, consignando un buen número de recetas, de con qué y cómo preparar los compuestos y la forma de administrarlos o aplicarlos en diversas enfermedades.

• Su división en trece capítulos evoca los trece cielos que tenía el universo de acuerdo a la cosmovisión prehispánica

• Refiere las enfermedades en un orden que va de la cabeza a los pies, para luego hablar de enfermedades generales y terminar con los problemas relacionados con el parto y con los signos clínicos de la proximidad de la muerte.

• Por supuesto las invocaciones y hasta las alusiones a las divinidades y los contenidos mágicos son disfrazados y muchas veces seguramente eliminados a fin de no incurrir en sospechas de idolatría.

• Medicina náhuatl prehispánica es la suma de datos y conceptos procedentes del México Central que responden a una tradición indígena anterior a la conquista y que era la practicada al momento de la llegada de los españoles.

• También debe ser reconocida como la suma de las aportaciones de las culturas que con anterioridad vivieron en estas mismas tierras

• Las condiciones de salud

• Es de llamar la atención un tema persistente en gran número documentos del siglo XVI y el cual se repite continuamente por diferentes historiadores y antropólogos modernos, que es el de las excelentes condiciones de salud que entonces imperaban.

• Cuando preguntaba acerca de las enfermedades más frecuentes que entonces padecían en las diferentes comunidades, siempre la respuesta era que en tiempos de sus antepasados, es decir antes de la conquista, los lugares en los cuales vivían eran tierra sana, que se padecía de pocas enfermedades y que muchos individuos llegaban a edades sumamente avanzadas.

• Para los nahuas prehispánicos el Universo era un todo ordenado, un cosmos, y la importancia que entre ellos se atribuía a que el universo tuviera como característica el orden.

El cuerpo humano como microcosmos

• Esa idea de orden y manufactura divina se extiende para explicar la estructura del cuerpo humano.

• Recurriendo a las leyendas, recordemos que en todas ellas son los dioses quienes han hecho a los hombres.

• Entonces, no debe sorprendernos el que se pretenda ver en el cuerpo un reflejo, una correspondencia de la estructura y dinámica cósmicas.

• El ser humano es un microcosmos que reproduce la estructura y el orden del universo.

• En esta visión del mundo, el hombre, que se designaba mediante la palabra tlácatl, que quiere decir “en medio”, “el de en medio”, era considerado precisamente como el ser del centro; criatura de los dioses en cuya estructura se resumía la constitución del universo, ya que contenía unas partes celestes y otras del inframundo y las amalgamaba de una manera particular participando en el devenir y convirtiéndose en corresponsable del destino del universo.

El conocimiento médico. I El cuerpo

• Ya ubicado en su correspondencia del universo, el cuerpo fue dividido en partes y órganos de acuerdo a lo que se podía o se quería separar e individualizar.

• De tal modo podemos hablar de un conocimiento anatómico, aunque no se cuenta con descripciones detalladas de órganos y elementos anatómicos y menos aún de relaciones, ya que las necesidades no orientaban a distinguir lesiones, sino situaciones dinámicas que se expresaran como enfermedad.

• Varios autores, se han preocupado por establecer listas de términos anatómicos y han indagado en vocabularios en náhuatl del siglo XVI para encontrarlos.

• El más importante de estos listados es el que presentaron a Sahagún los médicos indígenas que le ayudaron a reunir sus materiales y que en su versión más desarrollada se encuentra en el Códice Florentino.

• Allí son mencionados la piel, éoatl, con la lista de sus características y de las cosas para las que sirve, y luego las diferentes pieles según el lugar del cuerpo que recubren; de igual modo se procede con la “carne”, nácatl y la grasa, suchiotl, individualizando así tres de los tejidos fundamentales del cuerpo. A seguir se describe el cuerpo y sus componentes en orden descendente, de la cabeza a los pies, igual que lo hace el Códice de la Cruz –Badiano con las enfermedades. Finalmente viene la descripción de los órganos internos, incluyendo al, lado de ellos las sustancias que producen, por ejemplo los testículos y el semen, dando así una idea que no sólo se refiere a la estructura anatómica propiamente dicha, sino también a la función. En los casos del corazón, yóllot y el hígado, elli, se refiere a las funciones mentales, las cuales se creía que eran realizadas por ambos órganos en su representación del sol de día y el sol de noche.

• Las nóminas de términos anatónicos y funcionales son ricas en términos, haciéndose claramente la distinción entre los vasos que llevan sangre y los que llevan una sustancia sutil, llamada ihíyotl,que es un airecillo que representa los nhálitos del inframundo en el interior del cuerpo. Se dirá que esto es una anatomía meramente imaginativa, lo que es cuerpo en parte, pues contiene tanto los elementos de observación precisa como aspectos interpretativos que dan significado a las estructuras y funciones del cuerpo dentro de la visión existente del mundo.

El microcosmos y su correlación astrológica

• Característica es también la correlación entre las partes del cuerpo y los signos representativos de los meses del calendario adivinatorio y, por lo tanto, de los cuadrantes celestes y los astros ubicados en ellos. En una de las láminas del Códice Vaticano A es en donde esta relación está representada con la mayor claridad entre las ocho o nueve versiones que han llegado a nuestros días.

• Allí, por ejemplo, el signo ollin, que significa movimiento y temblor, se asocia con la lengua; cipactli, que es el animal monstruoso de la tierra, con el hígado, representativo del fundamento de los mpisos inferiores en eol cuerpo; zopilotl con el oído derecho, al

• que se relaciona con saber, con sagacidad; tochtli, conejo, con el izquierdo; océlotl, jaguar, con el pie izquierdo, que fue el que la tierra mordió y arrancó a Tezcatlipoca

• según el mito.

• Como puede constatarse, no existía una anatomía ni descriptiva, ni topográfica,

• como se esperaría desde un punto de vista occidental, sino una anatomía

• estructural en la que las relacion

• es enmarcan partes del cuerpo, sus funciones

• –

• reales o supuestas

• –

• y sus correlaciones con los astros y cuerpos celestes. Baste

• recordar que cada uno de estos signos del calendario representa al mismo tiempo

• un cuadrante celeste y, al correlacionarlo co

• n una parte u órgano del cuerpo, se está

• señalando la correspondencia entre ambos niveles.

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