Neurosis

1. NEUROSIS

El origen de “néurosis es a finales del siglo XVIII en el surgimiento de la especialidad psiquiátrica empleado para describir cualquier trastorno del sistema nervioso.

La neurosis puede ser un estado de desequilibrio en el ser humano que aparece cuando él y el grupo del que forma parte experimentan necesidades diversas y el individuo no logra distinguir las necesidades dominantes. Si este tipo de experiencias se repiten con frecuencia o si una experiencia es muy impresionante, el sentido del individuo se verá tan perturbado que le hará perder la capacidad de juzgar adecuadamente la posición de equilibrio en cualquier otra situación. El individuo responderá entonces de forma neurótica a situaciones que no comparte la experiencia o con las experiencias en las que había tenido lugar originariamente el desequilibrio. La forma que tiene el neurótico de afrontar las situaciones es la de reprimirse; en cambio, la del criminal es obstaculizar a la sociedad y al ambiente.

Otro concepto de la neurosis son las manifestaciones del asunto no concluido, entendiendo por ello el modo en que la energía del organismo resulta bloqueada o interrumpida. En la edad adulta, estos sentimientos pueden manifestarse en forma de un dolor crónico en la espalda, detrás del hombro derecho. Es la transformación de una necesidad, que es el dolor muscular, con lo que esa necesidad originaria ni se realiza ni se hace plenamente soportable.

La neurosis es demasiado sutil y está comprobado que todos la padecemos en algún momento de nuestras vidas ;lo que podríamos hacer por el malestar de la sociedad es mínimo, pues aun no está en nuestras manos tomar decisiones y cambiar las cosas, pero si nos libramos de la neurosis y ayudamos a más personas a ser más libres de esta enfermedad, estaríamos viviendo de manera más realista aceptando que todos los momentos extremistas de nuestra sociedad existen pero sin resignarnos a padecerlos irremediablemente

En el neurótico siempre va a ganar el orgullo y la presunción y no la memoria. He aquí un breve esquema en el que recojo las diferencias entre una persona sana y una neurótica:

EL SANO

Animoso, realista, disciplinado, centrado, mente abierta, espontaneo, flexible, generoso, capaz de amar, amante de la vida, sincero.

EL NEUROTICO

Lleno de miedos, arrogante, aferrado, extremista, mente cerrada, forzado, rígido, hostil y vengativo, apático, perfeccionista,

La neurosis es un conflicto. Se trata del resultado de un conflicto, generalmente inconsciente, entre los sentimientos que el individuo siente realmente pero no se atreve a admitir y mostrar (ejemplo dolor, ira, miedo, culpa, apego, auto desprecio, etc.) y los sentimientos o conductas que se cree obligado, por la educación recibida y/o las exigencias sociales, a expresar. De esta contradicción, de este choque, surge habitualmente una máscara "intermedia", un sentimiento o conducta, al que llamamos síntoma. Un conjunto de síntomas recibe el nombre de "trastorno".

La neurosis es un bloqueo. Como resultado del conflicto anterior y sus síntomas derivados, la persona no puede fluir y adaptarse con facilidad a la realidad, se "atasca", fracasa aquí y allá (pareja, trabajo, relaciones sociales, proyectos, felicidad, etc.), sufre mucho por todo ello. Como resultado, sus síntomas se realimentan.

La neurosis es una defensa. ¿Contra qué? Contra sus dolores más secretos e insoportables: su desamor, sus traumas, sus miedos, sus sentimientos reprimidos, su infancia perdida para siempre, su responsabilidad de hacerse cargo de sí mismo/a, etc.

La neurosis es una estrategia. Los síntomas neuróticos ofrecen también sus ventajas, pues dan al sujeto la oportunidad de ser el centro de atención, reclamar amor y mimos, dominar el entorno, evitar la vida y las responsabilidades, etc. Así, el neurótico, por comodidad y pereza, se resiste a "curarse".

La neurosis es inmadurez. Todo lo anterior es una manifestación y, a la vez, un reforzador del secreto infantilismo del neurótico que, en el fondo, no es más que un niño asustado estancado en el pasado, evitando la vida, renunciando a su libertad. El neurótico, en general, aferrado a su problema, se resiste a crecer.

Luego está el terror a descubrir dentro de uno un inconsciente violento y demoníaco. Ciertamente, es posible e incluso probable descubrir algo poco agradable, porque si no, no se habría formado la neurosis, que es una defensa de algo peor. Pero, puesto que tanta violencia animal no se ha manifestado nunca, está claro

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