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Obesidad en el embarazo


Enviado por   •  15 de Agosto de 2018  •  Ensayos  •  2.727 Palabras (11 Páginas)  •  88 Visitas

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RESUMEN

Introducción: La obesidad se ha convertido en una enfermedad crónica que aumenta masivamente año tras año, constituyendo un serio problema para la salud donde el estilo de vida de la sociedad perjudica aún más, las mujeres son quienes presentan mayor propensión  de obesidad por lo que no es de extrañar que estas se embaracen convirtiéndose así en gestantes obesas.
Objetivo General: Evaluar el efecto que la obesidad produce en la mujer gestante y el feto, durante el desarrollo del embarazo
Desarrollo: Las embarazadas obesas tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones durante la gestación, teniendo complicaciones también en el feto ya que disminuye la lactancia materna y sufre un mayor riesgo de obesidad durante la infancia. Esto se asocia a una mayor probabilidad de que el parto finalice en cesárea por causas como hipertensión o la diabetes.
Proyecciones: Al leer este texto formulamos preguntas para poder ser respondidas en otra instancia ¿Existirá tan solo alguna ventaja que dé la obesidad a el cuerpo humano? ¿Si el padre es obeso la hija también lo será?


Introducción:

Hoy en día la obesidad se ha transformado en una epidemia a nivel mundial, donde el estilo de vida sedentario y apresurado de la sociedad inciden aún más sobre esta, la falta de tiempo lleva a un segundo plano lo que es alimentación dando preferencia a consumir comida rápida, donde esta no trae los nutrientes necesarios para el funcionamiento tal de nuestro organismo.  Según la organización mundial de la salud (OMS) Obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, se indica también con un IMC igual o superior a 30. (OMS).  La obesidad es un problema muy importante para la salud debido a que afecta al cuerpo humano con diferentes enfermedades como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes, osteoartritis, y diferentes tipos de canceres (mama, ovarios, próstata, riñones, endometrio, etc.)  Sin embargo, esta se vuelve cada día más común dentro de la sociedad siendo las mujeres quienes tienen mayor propensión que los hombres a tener obesidad (González et al, 2013). No es de extrañar entonces que una gran cantidad de mujeres se embaraza con obesidad
representando un gran desafío en el control del embarazo y la resolución del parto.            La definición legal del embarazo sigue a la definición médica: para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el embarazo comienza cuando termina la implantación, que es el proceso que comienza cuando se adhiere el blastocito a la pared del útero (unos 5 o 6 días después de la fecundación, entonces este, atraviesa el endometrio e invade el estroma. El proceso de implantación finaliza cuando el defecto en la superficie del epitelio se cierra y se completa el proceso de nidación, comenzando entonces el embarazo. Esto ocurre entre los días 12 a 16 tras la fecundación. (Menéndez et al, 2012)

En el embarazo la presencia de obesidad aumenta el riesgo de complicaciones tanto para la mujer como para el feto durante la gestación, incrementa la prevalencia de anomalías congénitas, macrosomía, muerte fetal y neonatal y disminución de una lactancia materna, la cual es muy importe y la OMS recomienda amamantar hasta los 6 meses del bebé.

La mujer gestante con obesidad requiere un mayor seguimiento dentro del embarazo, parto y post parto y así mismo el feto, ya que los cambios fisiológicos que conlleva el embarazo en una mujer obesa se presentan de manera distinta trayendo consigo múltiples complicaciones que la afectan tanto a ella como al feto durante y luego del embarazo constituyendo así un problema para la salud.

Preguntas:
¿Porque la obesidad se convierte en un factor de riesgo en el embarazo?
¿Cómo se combate la obesidad en el embarazo?
¿Puede la obesidad causar un cambio en los planes de parto normal a cesárea?
¿En que afecta al feto que su madre tenga obesidad?                                                   
Objetivos:

-Evaluar el efecto que la obesidad produce en la mujer gestante y el feto, durante el desarrollo del embarazo (tanto en la gestación como post-parto).                                             -Con respecto a esto. Evaluar la relación de la obesidad con las posibles enfermedades que puede contraer tanto la madre como el feto.                                                                                  -Dar a conocer si realmente la obesidad es un factor de riesgo al momento de ser madre.
-Concientizar que la obesidad es un problema que debe ser controlado debido a la gran cantidad de personas que la poseen y los problemas que esta trae.

-Determinar si existe relación entre la obesidad y el parto por cesárea.

DESARROLLO:

La obesidad es un problema en el embarazo debido a varias razones ya que aumenta el riesgo de múltiples complicaciones médicas como diabetes mellitus, gestacional, preclamsia, entre muchas otras, sumando a los cambios hormonales, producción de adipocitocinas y marcadores de inflamación producidos y secretados por el tejido adiposo, provocan una serie de cambios desfavorables para el embarazo. (González et al, 2013). y como también en el feto aumenta el riesgo de malformaciones fetales. El estado inflamatorio que se da en  el embarazo de una paciente obesa provoca un estrés oxidativo que también se da a nivel intrauterino afectando la unidad feto-placentaria, Conforme el embarazo avanza hay un marcado incremento en las concentraciones de lípidos y este aumento es más marcado cuando los embarazos cursan con obesidad, también puede ocurrir que tejido adiposo materno puede producir un estado hipóxico, disminuyendo la afinidad por el oxígeno por lo que se altera la transferencia de oxigeno hacia el útero y afecta la placentación normal. (Como se cita en Jorge         González, 2013).
La obesidad materna contribuye de manera significativa a un peor pronóstico tanto para la madre como para el recién nacido durante el parto y en el período inmediatamente posterior al parto. Debido a todas estas complicaciones se debe tener cuidado en la alimentación al momento del transcurso de los meses, no es el momento ideal para comenzar una dieta restrictiva entonces se debe ir evaluando a la embarazada recomendando el mismo criterio nutricional que a una embarazada de peso normal. (González et al, 2013). El IMC que la paciente tiene previo al embarazo serán los kilogramos de peso que deberá aumentar en el embarazo hasta el momento del parto, pero igual a la paciente con obesidad en particular el Instituto de Medicina recomienda aumentar 6-7 Kg. Con respecto a la ganancia de peso durante el embarazo, podemos decir que la mayor parte está dada por el útero y su contenido, el líquido extracelular, el volumen hemático y el aumento del tamaño de las mamas. Sólo una pequeña fracción puede atribuirse a las alteraciones metabólicas que producen aumento del líquido intracelular y el depósito nuevo de lípidos. Este último punto estaría aumentado en las pacientes obesas. (Nazar et al , 2014) .
 La obesidad está asociada a la coexistencia de diabetes mellitus gestacional y síndrome hipertensivo del embarazo, aumentando la tasa de cesáreas tanto electivas como de urgencia, esto estaría dado porque las embarazadas obesas tienen una dilatación cervical más lenta y contracciones uterinas menos eficientes en comparación con las embarazadas normopeso, lo que se traduce en un trabajo de parto más prolongado, principalmente en la primera etapa del trabajo de parto (fase latente y activa). Además, las contracciones uterinas más débiles podrían ser las causantes del mayor riesgo de hemorragia postparto que estas pacientes presentan debido a la menor retracción uterina natural después del alumbramiento (Nazar et al , 2014), también existe un estudio que analiza la contractilidad miometrial en mujeres sometidas a cesárea en función del IMC materno encontrando una disminución significativa de la amplitud y frecuencia de las contracciones en las gestantes con sobrepeso al compararlas con las que presentan un IMC normal. Esta contractilidad miometrial disminuida en las gestantes obesas podría aumentar la probabilidad del riesgo de cesárea, ya que al no haber una amplitud necesaria para el parto normal se debe hacer por vía abdominal. (Fernández et al, 2016)

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