PROCESO DE OBTENCIÓN DE LA SAL

tiva, detalló que son 192 socios los que pertenecen a la asociación y son originarios de Villa de Álvarez, Colima, Manzanillo y Armería, los cuales trabajan en una superficie de 3 mil 234 hectáreas, pertenecientes al vaso 4 de la laguna de Cuyutlán, de las cuales sólo se aprovechan mil 500.

Con respecto al precio que se está manejando, dijo, fluctúa entre los mil 300 y mil 500 pesos. Asimismo, mencionó que ésta se comercializa en siete estados del país: Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Nayarit y Guerrero, y en menores cantidades en Nuevo León y Estado de México.

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Como resultado de 3 meses de trabajo, salineros colimenses alcanzaron una producción de 41 mil 500 toneladas de sal, cifra histórica en los registros de la Sociedad Cooperativa de Salineros de Colima; la última fecha en que obtuvieron un volumen importante fue en 2007, cuando alcanzaron las 35 mil 600 toneladas.

En entrevista con el periodista Héctor Sánchez de la Madrid y la subdirectora general de Diario de Colima, Patricia Sánchez Espinosa, directivos de la Cooperativa expresaron que este logro representa, en pesos, 50 millones, de los cuales se pagará un préstamo de 11 millones de pesos más intereses que solicitaron para trabajar.

Tal producción, explicó Mario Jiménez Cárdenas, presidente de la Cooperativa, se logró con la labor de 192 socios de los municipios de Villa de Álvarez, Colima, Manzanillo y Armería, apoyados de sus familias y mozos.

Mencionó que prevalece entre los socios una motivación grande para laborar, derivado de la implementación de un mejor equipo de trabajo, sobre todo del uso del plástico en las eras, “donde a los 15 días comenzamos a obtener sal y antes como las eras eran de concreto, teníamos que esperar hasta un mes para comenzar a piscar”.

PROCESO DE OBTENCIÓN DE LA SAL

De una superficie de aproximadamente 3 mil 234 hectáreas, pertenecientes al vaso 4 de la laguna de Cuyutlán, se aprovechan mil 500 hectáreas, “nosotros estamos desde Cuyutlán hasta Los Reyes, es un área federal de la cual tenemos concesión”, refirió Daniel Ponce Rodríguez, tesorero de la Cooperativa.

Explicó que actualmente hay mucho terreno que no es aprovechado, pues “ya no sirve para sacar sal. Hemos venido siguiendo la salinidad del agua; donde trabajamos ahorita la salinidad más baja es de 8 grados, pero alcanzamos hasta 11 grados, directos del nacimiento; y en esos terrenos había una salinidad de 5 grados”.

Aunque no descartó que de ser necesario podrían rescatar esos terrenos y hacerlos productivos nuevamente.

Relató que el trabajo se realiza de manera preferente por las madrugadas y así transcurren varias horas hasta que el sol aparece y el calor comienza a ser poco soportable, es alrededor de las 9 de la mañana cuando se retiran del lugar. Otros socios regresan por las tardes, cuando la temperatura ha disminuido un poco.

“El agua que se acumula en las eras es de un centímetro y medio de profundidad. Habiendo buenos soles sacamos un promedio de 300 kilos por era, cada 3 días”, añadió.

Posteriormente, la sal es almacenada en la bodega, con una capacidad de 2 mil 300 toneladas. Con el apoyo de una envasadora, la sal es yodatada y fluorada y se empaca en costales de 50 kilogramos. Al día se logran envasar alrededor de 170 toneladas.

COMERCIALIZACIÓN

Más adelante en la entrevista, se les preguntó sobre el precio que están manejando actualmente y Mario Jiménez apuntó que han establecido un plan con el que no está permitido vender la tonelada de sal a menos de mil 300 pesos, “hemos logrado vender no menos de 500 toneladas a la semana, y de seguir con este precio, a la gente le va a ir muy bien”.

Indicó que no se ha explotado la venta directa al consumidor, por el contrario, se trabaja al mayoreo en abarroteras grandes. Y se comercializa en siete estados del país: Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Nayarit y Guerrero, y en menores cantidades en Nuevo León y Estado de México.

Cuestionados sobre la posibilidad de hacer una sal refinada sin que pierda las propiedades que la distinguen, Abraham Magaña Ávalos refirió que sería necesario someter la sal a una deshidratación, con la implementación de maquinaria mucho más sofisticada.

UN POCO DE HISTORIA

A decir de Abraham Magaña Ávalos, la actividad salinera en Colima

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