Paradigma Thomas Khun

Paradigma es una palabra de origen griego “paradeigma”, formada por la unión de dos vocablos: “pará” (junto) y “deígma” (patrón, modelo). En los inicios del uso de este término, Platón señala que “paradigma es un modelo ejemplar, es decir, perfecto de tal modo que se ha de considerar digno de ser seguido e imitado” (Ferrater, 1994),  citado por González (2005). La solución de un problema real se da por imitación de lo idealizado, es la relación del Mundo de las Ideas, inteligible y el Mundo Sensible, el material. Es la concepción platónica del uso del vocablo.

     Este término adquiere relevancia cuando el historiador y filósofo estadounidense Thomas Khun, publica en 1962 su obra “Estructura de las Revoluciones Científicas” la cual ciñe el significado de Paradigma a partir de un punto de vista científico como "realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica" (Kuhn, 1986) (Ibid, 2005). Sin embargo, con el transcurrir del tiempo adquirió multiplicidad de significados en todas las ciencias, lo cual generó conflictos en especial en las ciencias sociales. Dilucidar el origen de los mismos, ha sido la fuente de innumerables investigaciones.

     En un intento por poner fin a esta histórica ambigüedad, Masterman (1975) divide el término en tres categorías: Paradigmas Metafísicos o Metaparadigmas, referidos al conjunto de creencias, Paradigmas Sociológicos agrupa las instituciones políticas o estado de derecho y Paradigmas de Constructos que se refiere a las herramientas, modelos, lenguaje y reglas de la investigación científica.  

     Cada una de las mencionadas interpretaciones dio origen a lo que hoy día es consenso en las Ciencias Humanas y Sociales, y corresponden al Paradigma Cientificista (o Positivista),  refiere a la ciencia (física) y la metodología científica; la filosofía de la ciencia como ciencia de la ciencia. Paradigma Ideológico (ó Critico), involucra los valores del grupo científico, a la ideología y por último el Paradigma Hermenéutico (Constructivista o Interpretativo) concibe los paradigmas como interpretaciones del lenguaje dialéctica y hermenéuticamente. Ortiz (2000)

     Otros autores, han clasificado el término desde otros puntos de vista, lo cual se ha expresado en otras categorizaciones aplicadas en las diferentes Ciencias.

     Destaca el papel de Guba (1990), citado por González (2005), que agrupa las interrogantes del espacio problema y lo define como la Dimensión Ontológica. Se refiere a la forma y naturaleza de la realidad y por lo tanto, de lo que se quiere conocer, además debe reunir meritos que justifiquen esfuerzos individual o colectivo que busquen la solución de esta situación.  La pregunta que hace referencia a la relación entre el sujeto cognoscente o investigador y el objeto o realidad que está por conocerse constituye la Dimensión Epistemológica, y por último la pregunta que alude a la manera como el investigador procede a buscar el conocimiento de la realidad que le interesa, es la Dimensión Metodológica.

     En este sentido, paradigma hace referencia a un modo de ver el mundo, una realidad que ha despertado un interés particular y el modo de resolverlos. Ante este dilema, se debe distinguir  los enfoques o modelos de investigación teóricos, metodológicos o epistemológicos, con los que se hace frente a una problemática.

    Las mencionadas dimensiones de Guba (Ibid), lo llevan a definir tres categorías: Paradigma (Post) Positivista, Paradigma de la Teoría Crítica y Paradigma Constructivista. Cada una de ellas diferenciadas en tres dimensiones: la Ontológica  donde solo se aproxima a la realidad (Post positivista); realista crítica (Teoría Crítica) y la realidad solo existe en forma de múltiples construcciones mentales y sociales (Constructivista).

     En el mismo orden de ideas, la Dimensión Epistemológica distingue: objetivismo débil (Post positivista), subjetivista (Teoría Crítica) donde los valores son fundamentales para la investigación;  y el Paradigma Constructivista donde no hay separación entre sujeto y objeto, es subjetivista. Por último la Dimensión Metodológica que alude al tipo de técnicas, métodos e instrumentos utilizados en la búsqueda del conocimiento; en este sentido se identifica como experimental y manipulativa al Post positivismo, con metodologías participativas a la Teoría Crítica. Finalmente, Hermenéutica y Dialéctica las metodologías utilizadas por el Constructivismo.

     Autores como Karr y Kemmis (1988), derivan del Paradigma de la Teoría Crítica aplicado a la enseñanza, tres posiciones diferentes de acuerdo a la relación entre teoría y práctica. Postulan que el conocimiento es un proceso continuo de reflexión sobre la acción; de acuerdo a esta concepción clasifican  tres posiciones paradigmáticas: Positivista, Crítico e Interpretativo. A continuación, se analizará brevemente cada uno de ellos.

     La historia atribuye los inicios del Positivismo a Auguste Comte, el cual manifestaba que el único conocimiento válido derivaba  de las ciencias empíricas. Se desarrolló como una corriente de pensamiento en la cual el conocimiento verdadero se lograba por medio de la aplicación del método científico, en un principio asimilado por las Ciencias Naturales, cuya realidad existente podía ser conocida plenamente por el sujeto cognoscente. Luego fue adoptado por las Ciencias Sociales, donde sus precursores señalan que la búsqueda de las causas de los fenómenos sociales se garantiza con la aplicación de este único método.

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