Pensamiento Científico Y Formación Docente

Antes de desarrollar el tema, comenzaré por definir, de forma simple, algunos conceptos claves para una mayor comprensión del texto.

La noción de formación suele ser asociada sobre todo a nivel profesional. La formación de una persona, por lo tanto, está vinculada a los estudios que cursó, al grado académico alcanzado y al aprendizaje que completó, ya sea a nivel formal o informal.

La epistemología es la rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento, ocupándose de problemas tales como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a la obtención del conocimiento y los criterios por los cuales se justifica o invalida.

El conocimiento científico es un saber crítico, metódico, verificable, sistemático, ordenado, universal, comunicable (por medio del lenguaje científico) y racional.

El conocimiento científico es crítico porque trata de distinguir lo verdadero de lo falso. Se distingue por justificar sus conocimientos, por dar pruebas de sus verdad, por eso es fundamentado, porque demuestra que es cierto.

Se fundamenta a través de los métodos de investigación y prueba, el investigador sigue procedimientos, desarrolla su tarea basándose en un plan previo. Su verificación es posible mediante la aprobación del examen de la experiencia.

Es sistemático porque es una unidad ordenada, lo nuevos conocimientos se integran al sistema, relacionándose con los que ya existían. Es un saber unificado porque no busca un conocimiento de lo singular y concreto, sino el conocimiento de lo general y abstracto, o sea de lo que las cosas tienen de idéntico y de permanente. Es universal porque es válido para todas las personas sin reconocer fronteras ni determinaciones de ningún tipo, no varía con las diferentes culturas. Pretende conocer la realidad tal como es, la garantía de esta objetividad son sus técnicas y sus métodos de investigación y prueba. Es comunicable mediante el lenguaje científico, que es preciso e unívoco, comprensible para cualquier sujeto capacitado; y por último, es racional porque la ciencia conoce las cosas mediante el uso de la inteligencia, de la razón.

El principal aporte que el conocimiento científico le brinda a la formación docente es aquel relacionado con la justificación de los conocimientos a tratar, la mirada crítica y universal, que sirva para la integración dentro del aula, y de los contenidos mismos a enseñar. Apropiarse del uso de la razón como instrumento de verificación ante cualquier circunstancia.

Cambian los tiempos y las modalidades, pero la escuela tiene una función específica, para la cual fue pensada y creada: socializar por vía del conocimiento. Desde su inicio, las escuelas han tratado de construir un conocimiento no dogmático ni arbitrario, vez es más urgente erradicar de las prácticas las certezas dogmáticas que impiden pensar con otros.

El desafío es que el conocimiento escolar se construya con convicciones, con preguntas, con sensibilidad, con avidez de pensamiento.

El mundo de hoy requiere de docentes capaces de decidir de forma crítica, autónomamente y con gran responsabilidad, los contenidos que abordará dentro del aula. Es la escuela la encargada de insertar al niño en el conocimiento científico, erúdito, tomando como punto de partida sus conocimientos previos. El docente no sólo enseña a resolver problemas, sino también debe estimular a los alumnos a plantearse la realidad como un problema que merece ser indagado y estudiado. Convertir la realidad en situaciones problemáticas, para evitar que el alumno se conforme con aprender lo que se le enseña dentro del aula, para prepararlos como sujetos críticos de la realidad, autónomos en la toma de decisiones, para desarrollar la capacidad de curiosidad en cualquier ámbito de la vida.

Los avances tecnológicos requieren,

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