Formacion Docente

Mi reflexión sobre el análisis de la lectura, de los diferentes puntos de vista de cada uno de los filósofos, pedagogos y juristas; acerca de la educación en el siglo XVIII, así como las problemáticas que tuvieron al enfrentarse con las instituciones tradicionales, fue la necesidad de crear un Ministerio de Educación encargado de la supervisión de la educación y la instrucción, así mismo se debería asegurar el acceso de los ciudadanos en la educación con igualdad de oportunidades.

Para una mejor comprensión debió ser el esfuerzo hecho por el estado educador, donde tenía que ser necesario profundizar en el análisis de la evolución que ha sufrido la escuela pública desde sus orígenes, a continuación presentaré como participaron dichos filósofos.

Estas voces se levantaban para pedir una intervención innovadora del estado en el campo de la instrucción, tradicionalmente confiada a la iglesia.

Louis René de la Chalotais (Jurista y pedagogo):

Éste pedagogo expresa que el objetivo principal de la educación consiste en establecer una verdadera igualdad entre los ciudadanos, rechazaba la enseñanza tradicional que era exclusiva de los laicos porque decía: “es justo que los jóvenes del estado sean educados por personal del estado”. Proponiendo un plan para el establecimiento de escuelas con sus propios programas, en los que tenían una gran importancia la enseñanza de la historia y las ciencias naturales, dándole mayor importancia al intelecto, que para él era lo más importante.

Se oponía a la acción de los Hermanos de las escuelas cristianas, que desde principios de siglo iban difundiendo la instrucción entre los trabajadores, porque temía que esto los separara del ejercicio de las profesiones más humildes y necesarias.

Johann Bernhard Basedow (Pedagogo):

Este personaje sostenía, el laicismo y el estatismo de la enseñanza: “Aquí no existen católicos, ni luteranos, ni reformados, sino sólo cristianos… Nosotros queremos formar sólo europeos”

Su aportación decisiva fue el intento de hacer atractiva y universal la enseñanza, así como la importancia que da la formación de los maestros. Sostuvo también una educación religiosa difusa, apoyada en un vago deísmo y en una moral natural. Él creía en una bondad natural del hombre, defendiendo la intervención del educador en la formación del niño.

El periodo más triste de la edad cristiana, en el pasado, dio a la universidad y en general a la instrucción pública el carácter que se conserva todavía, pero no podemos esperar descubrir en él muchas cosas buenas y útiles.

Ya que en cada estado era necesario un ministerio de gran autoridad para la educación y la instrucción.

En Alemania desde que Carlos V proclamó que la escuela debía ser fragua no solo de clérigos sino también de magistrados, asumiendo con ello las exigencias de los reformados.

Gabriel Bonnot de Mably (Filosofo):

Creía que la propiedad privada era la fuente de todas las desgracias, hablaba sobre las leyes relativas a la educación, que la república debía dar a los ciudadanos.

En su De la législation ou príncipes des lois habla con desprecio de los “maestros mercenarios, cuyo objetivo es enseñar tristemente en un collége un poco del mal latín y muchas tonterías” concluyendo “no toca a los pedantes, que no tienen ninguna idea de la sociedad ni de los recursos que la mueven o la hacen florecer, pretender el honor de educar a los ciudadanos”.

Anticipaba “la más perfecta igualdad entre los ciudadanos, o al menos entre las diferentes clases”, y diseñaba un proyecto de instrucción “publica y general”, en la cual estaba comprendida la instrucción militar, para aprender a ordenar y a obedecer, el derecho natural, “que podríamos llamar el derecho de igualdad entre los hombres”, dado que “la naturaleza no ha hecho a unos nobles y a otros vulgares”.

Gaetano Filangieri (Jurista y pensador):

En el libro iv de

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