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Politraumatismo

verocobo29 de Agosto de 2013

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POLITRAUMATISMO

La actuación principal ante un politraumatizado es un factor predeterminante en la supervivencia y disminución de secuelas del paciente, siendo la actuación de Enfermería imprescindible y fundamental dentro de los Equipos de Emergencias Prehospitalario, así como para realizar una buena actuación integral del paciente.

Aunque dentro de los Equipos de Emergencias el planteamiento de actuación está siempre dentro del trabajo en equipo y en la coordinación de sus distintos miembros. No debemos olvidar que El proceso de Atención de Enfermería es el esquema fundamental para nuestra actuación. De su desarrollo, junto con el trabajo en equipo dependen la calidad de nuestras actuaciones profesionales, así como el bienestar, el restablecimiento de la salud y la mejora de la calidad de vida de nuestros pacientes.

POLITRAUMATIZADOS: son aquellos sujetos en los cuales el accidente traumático provoca simultáneamente la aparición de varias lesiones de igual ó distinta naturaleza en diversas estructuras y/o sistemas orgánicos, cuya coexistencia agrava extraordinariamente riesgo vital del paciente.

Son pues, traumatizados que presentan lesiones de más de un sistema u órgano.

La etiología del politraumatizado es la existencia de dos o más agentes traumáticos o bien de uno que actúe sobre dos o más partes del cuerpo.

El paciente politraumatizado es habitualmente un individuo previamente sano y en edad activa de la vida que, de manera brusca sufre un traumatismo capaz en ocasiones de alterar sus constantes vitales y comprometer su vida.

El tratamiento correcto de estos enfermos exige la existencia de una infraestructura extrahospitalaria en cuanto a medios técnicos y humanos ágil y moderna, personal bien adiestrado en medidas de soporte vital y capaz de acudir al lugar del accidente en minutos.

El tiempo de demora en la asistencia es un factor determinante en la evolución del enfermo.

De lo mencionado hasta ahora, se deduce el interés de delinear un método o PROTOCOLO de asistencia inmediata a estos pacientes que permita una adecuada valoración y correcto tratamiento de urgencia. Estas reglas son.

1º.- No hacer más daño del que existe.

2º.- En primer lugar valorar y tratar las urgencias vitales, asegurando la permeabilidad de la vía aérea, control respiratorio y circulatorio (ABC de la RCP).

3º.- No pasar al siguiente estadio sin haber resuelto el anterior.

4º.- No olvidar que el enfermo es un proceso dinámico y, por tanto, debemos reevaluar continuamente sus constantes vitales.

5º.- Si durante la exploración el paciente presenta problemas urgentes nuevos, iniciar el protocolo asistencial desde el principio.

6º.- Tras resolver los problemas vitales, pasaremos a la valoración secundaria en la que se realizará un análisis pormenorizado de la cabeza a los pies en busca de posibles lesiones para su tratamiento.

VALORACIÓN DE CONSTANTES VITALES.

* Frecuencia Cárdiaca: El punto de palpación habitual de la F.C. es la arteria Radial, pero si no lo encontramos, debemos recurrir a las grandes arterias Carótida y Femoral.

El pulso carotídeo es el último en perderse y desaparece cuando la T.A.S. es menor de 50-60 mmmHg. En general, sis e presnta pulso radial la T.A.S. es mayor de 80 mmHg. El pulso a nivel inguinal suele estar presente con T.A.S. superior a 70 mmHg.

Debemos fijarnos en la calidad ó amplitud del pulso: sí es débil ( filiforme) o lleno; en la regularidad: si es rítmico o no. Además se deben valorar los pulsos tibial posterior y pédio para asegurar la correcta circulación en extremidades inferiores.

* Frecuencia respiratória: La inspección de la caja torácica y de los movimientos respiratorios serviran para conocer la frecuencia, presencia de taquipnea o bradipnea, regularidad, así como la profundidad de las respiraciones y el trabajo respiratorio.

* Tensión Arterial : Tomaremos la T.A. según la técnica habituañ, tomando la T.A. sistólica y diastólica, si esto no fuera posible, intentaremos tomar la T.A.S., mediante el pulso radial.

* Temperatura: valoraremos hipo ó hipertermia.

VALORACIÓN DE OTROS SIGNOS DE INTERES.

* Color de la piel: Depende fundamentalmente de la mayor o menor presencia de sangre circulante en el lecho capilar de la piel. Tanto el enrojecimiento, la palidez, como la cianosis o la ictericia, tienen importancia clínica. Si el paciente no es de raza blanca, para valorar la coloración debemos de examinar las mucosas, las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Recordar que los estados de hipertensión arterial, hipotermia e intoxicación por CO suelen acompañarse de piel enrojecida. La piel Pálida es habitual en los estados de shock. La cianosis en insuficiencia respiratoria por hipoxemia y la ictericia en enfermedades hepáticas o de la vía biliar.

* Relleno capilar: Se refiere a la capacidad del aparato circulatorio para restaurar la circulación en un lecho capilar, previamente presionado, siendo normal que invirtiera menos de 2 segundos.

* Tamaño pupilar y respuesta a la luz: El traumatismo craneoencefálico (T.C.E.) y algunas drogas pueden modificar el tamaño pupilar y la respuesta de las pupilas a la luz.

* Nivel de conciencia, movilidad y respuesta al dolor: Valorado como ya es sabido mediante la ESCALA DE GLASGOW.

RECONOCIMIENTO PRIMARIO

En esta fase debemos de identificar y valorar los problemas que comprometen la vida del paciente, para lo que seguiremos los siguientes pasos:

1º.- Control de la vía aérea: La primera actuación estará dirigida a la exploración de la vía aérea, valorando el nivel de conciencia y la relación de este con una posible obstrucción en ella, en cuyo caso hemos de proceder a la permeabilidad.

Si la obstrucción de las vías aéreas es causada por un cuerpo extraño, procederemos inmediatamente a retirarlo y limpiar la cavidad bucal.

Hay que tener en cuenta que, estando el paciente inconsciente, lo más probable es que la lengua se haya desplazado hacia atrás ocluyendo las vías respiratorias. Este problema se corrige mediante la maniobra FRENTE-MENTÓN.

Ante la sospecha de lesión cervical debemos inmovilizar el cuello en posición neutra con la colaboración de un ayudante, mientras se establece la vía aérea permeable. Posteriormente colocaremos un collarín cervical y/o saquitos de arena laterales hasta descartar lesión por Rx.

En muchas ocasiones se hace imprescindible la colocación de una cánula orofaringea o cánula de Güedell para asegurar el paso de aire. Si no es efectivo debemos permeabilizar la vía aérea mediante intubación oro/naso traqueal, o en último extremo establecer una vía aérea quirúrgica ( cricotiroidectomia)

2º.- Control respiratorio: Una vez asegurada la permeabilidad de la vía aérea hemos de comprobar si el aire entra y sale correctamente de los pulmones. Procederemos a desvestir el tórax para visualizar los movimientos respiratorios valorando la profundidad y frecuencia de los mismos.

Al mismo tiempo, observaremos si presenta algún signo de traumatismo torácico que pueda alterar su correcta ventilación, ya que, si el enfermo presenta dolor intenso, disnea y/o movimientos paradójicos del tórax hemos de sospechar una fractura-hundimiento de la caja torácica causante de una insuficiencia respiratoria grave debido a un neumotórax abierto o tórax inestable. Se descomprimirá el neumotórax por medio de la colocación de un drenaje pleural. En caso de neumotórax abierto, procederemos a su cierre mediante la colocacion de un apósito que sobrepase los bordes de la herida, fijando tres bordes y dejando uno libre a modo de válvula.

3º.- Control Circulatorio y de la Hemorragia:

* Control circulatorio.

Inicialmente podemos obtener suficiente información a través del pulso, coloración de la piel TAS y TAD, haciendonos una idea de la gravedad de la situación y marcando la siguiente pauta de actuación:

- A todo paciente politraumatizado debemos canalizarle dos vías periféricas de grueso calibre, que permitan la infusión masiva y rápida de líquidos. Es el estado hemodinámico del paciente y su respuesta a los líquidos administrados los factores que determinarán la cantidad y caracteristicas de los catéteres y las zonas colocación dde los mismos. Inmediatamente después de canalizar las vías, procederemos a la extracción de muestras para analítica ( hemograma, bioquímica, estudio de coagulación y pruebas cruzadas).

Si la urgencia de la situación lo requiere se administrará sangre sin cruzar.

- Es importante tener al enfermo monitorizado ya que nos informa de la frecuencia , ritmo y regularidad del latido cardiaco.

* Control de la Hemorragia:

La hemorragia externa, interna o ambas nos exigen una actuación rápida, pues pueden comprometer la vida del paciente.

El primer paso es la detección e identificación de hemorragia externa importante, ante la cual hay que realizar compresión directa manual. En hemorragia externa leve podemos emplear el vendaje compresivo y férulas neumáticas.

Cualquier objeto penetrante que ha producido una herida y hemorragia nunca debe ser retirado ya que podremos provocar un aumento de la hemoragia. Se procederá a la extración por el cirujano en el quirófano.

Se desaconseja el empleo de torniquetes por ser más perjudicial que beneficioso.

4º.- Breve valoración neurológica: Tras solucionar los problemas vitales, realizaremos una somera valoración del nivel de conciencia y de las pupilas.

5º.- Desvestir

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