Problemas Electricos En Panama

1. del siglo pasado, que favorece la sequía y altera las lluvias, algo que los “desarrollistas” del capitalismo nunca tomaron en cuenta en Panamá.

Un crecimiento urbano exagerado en la Ciudad de Panamá, y que se expande hacia las provincias. En concreto, los rascacielos, los malls y el cemento reemplazaron los bosques, los parques, el acceso a la saludable brisa marina; ahora cuando sopla una brisa, esta contacta el cemento, se calienta más y sofoca a toda CRISIS ENERGÉTICA EN PANAMÁ

La crisis energética en Panamá es tan solo un fragmento de la crisis mundial en cuanto a producción de energía. Los indígenas y los científicos alertaron durante décadas que eso vendría, pero los gobiernos no hicieron caso y eso se debe al capitalismo; un sistema que consume sin control los recursos naturales de nuestro planeta; que prefiere deforestar para poner malls y rascacielos en vez de mantener bosques para que el pueblo respire.

Hasta el día de hoy los capitalistas y gobernantes tildan a los indígenas y ambientalistas de “enemigos del desarrollo”, argumentando que la economía debe prosperar. A pesar de que existen soluciones técnicas, tales como la reforestación, las energías alternativas y un mejor reparto de las tierras y recursos naturales, pero estas soluciones chocan contra el capitalismo y por ende son poco consideradas.

Desde hace décadas la sociedad de consumo no progresa en la dirección de lograr un equilibrio con la naturaleza y un crecimiento no destructivo de nuestro Planeta. Esto en Panamá, se manifestó de dos maneras.

1. Una brutal deforestación, particularmente desde mediados la ciudadanía. Ello trajo consigo una demanda innecesariamente aumentada de electricidad en ciudades como la capital.

Nuestro país tiene un clima cálido y húmedo. A diferencia de los países más distantes de la línea ecuatorial, no contamos con las cuatro estaciones del año, sino que tenemos solo dos temporadas: la seca (Diciembre-Abril) y la lluviosa (Mayo-Diciembre).

En los últimos años la inconstancia de la temporada lluviosa ha causado serios problemas en el consumo de la energía del país, esto pues el cincuenta y siete por ciento (57%) de la energía producida en Panamá es hídrica. Temiendo no poder generar suficiente energía para el consumo; el gobierno nacional ha tomado algunas disposiciones para ahorrar energía, como el cierre a horas más tempranas de la noche de los comercios nocturnos, también la reducción de tiempo funcional en los letreros luminosos y otros.

El problema energético se originó debido a:

• Extensión inusual de la temporada seca.

• Falta de lluvias y bajos niveles de agua en los embalses de las represas.

• La persistencia de una severa sequía.

• Mayor demanda de energía por nuevas construcciones.

• Tala de árboles en los bosques y a orillas de los ríos.

• Quema de pastizales.

• Malos hábitos del consumidor en el uso de la electricidad.

Retomando a la crisis energética del país nos atrevemos a decir que esta ha tocado fondo, así lo ha dicho el viceministro de economía Iván Zarak: “Es una realidad que no tenemos energía y queremos que el país siga funcionando”. Panamá tiene carencias en la generación y grandes debilidades en la transmisión de energía, mientras la demanda rompe récord de consumo.

Las actuales líneas de transmisión están copadas entre un 84% y 86%. La capacidad para transportar más energía está limitada. Sumado a esto, el país no tiene capacidad para generar más energía. Resolver este problema tomaría, por lo menos, tres años.

La situación se complica todas las estaciones secas, cuando las lluvias escasean y las hidroeléctricas, que generan el 57% de la energía que requiere el país, no pueden producir al 100%.

La estación seca del 2015, no está haciendo la diferencia y frente a este horizonte, la nueva administración de gobierno toma cartas en el asunto con medidas a largo, mediano y corto plazo, la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (ETESA), elabora un plan para reordenar el sector y enfrentar las vicisitudes que se presentarán en los próximos tres años como consecuencia de una mala planificación de las autoridades panameñas, que no llevaron el crecimiento económico a la par del desarrollo del sector energético.

Entre las opciones se señala la convocatoria a corto plazo de una licitación pública para la generación de 250 a 300 megavatios de energía eléctrica a través de plantas térmicas para suplir los requerimientos de la demanda nacional en los años 2015, 2016 y 2017.

Así mismo, se plantea la

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