Propagandas de los candidatos o campañas políticas

Se aproximan las elecciones primarias del 30 de junio de 2013. Por lo tanto, están de moda las diferentes propagandas de los candidatos o campañas políticas. Asimismo, los famosos debates y lo más probable es que en estos días aparezcan las franjas electorales una y otra vez en televisión.

Poco a poco se inicia la invasión de los diferentes candidatos/as en diversos lugares, calles, transporte público, televisión, Internet, diarios, etc. Paralelamente, a estos acontecimientos se acerca mi mayoría de edad y es en este momento, previo a mi cumpleaños, cuando comienzo a preguntarme: ¿Qué haré? ¿Votar y hacer valer mi derecho de ciudadana? O, simplemente, no votar, ya que el voto es voluntario debido a la nueva “Ley nº 20.568, que regula la inscripción automática y el voto voluntario”.1

Es todo un cuestionamiento, aunque desde pequeña me han enseñado a no dejarme pasar a llevar y siempre hacer valer mis derechos, por lo que creo que es necesario hacer valer nuestra opinión. Tenemos el derecho y deber de elegir a nuestro presidente de la república, parlamentarios y representantes al Consejo Regional (CORE). Formo parte de las nuevas generaciones de estudiantes secundarios, es decir, jóvenes más rebeldes que, desde la revolución pingüina del año 2006, han comenzado a sacar la voz en diferentes materias, principalmente, con críticas al Gobierno de turno, especialmente, sobre temas de educación.

Creo que los jóvenes, en primer lugar, deben votar y, luego de esto, manifestarse por las injusticias que en muchas ocasiones existen. Esto sería lo más coherente a mi juicio, ya que en la mayoría de los casos critican y critican y ni siquiera se toman la molestia de elegir a su presidente.

Si todos los jóvenes que se movilizan los (cuales son bastantes) votaran, se podría incluso sacar a un nuevo candidato con ideas innovadoras y más representativas de la mayoría, pues es cierto que gran parte de los candidatos no nos representan, como jóvenes.

Es una decisión no menor, ya que en algunos casos los candidatos no convencen del todo. Más de lo mismo aburre o simplemente lo nuevo es extraño y causa desconfianza. El abanico de opciones en estas elecciones es bastante amplio. Tenemos a la Oposición, el Oficialismo y a los independientes.

Los candidatos de la Oposición son Michelle Bachelet, Andrés Velasco, Claudio Orrego y José Antonio Gómez, los cuales se identifican con el pacto “Nueva Mayoría”, en que las diferencias no son muchas, aunque hay algunos más abiertos que otros respecto a temas contingentes como lo son el aborto, matrimonio igualitario, asamblea constituyente, educación de calidad, y reforma o eliminación del sistema de AFP. Sin embargo, hay que reconocer que entre ellos no discrepan demasiado.

Bachelet quiere mejorar la educación poniendo fin al lucro. Para poder financiar y garantizar un sistema de educación de calidad, propone una reforma tributaria, la cual, a su juicio, “tendrá implicancias directas en la vida de las personas y mejoras visibles en el desarrollo del país. Para alcanzar el desarrollo, Chile necesita hacer importantes Transformaciones en algunas áreas. Una de esas áreas es la reforma educacional, que

destierre el lucro, asegure la calidad, la gratuidad universal y la integración social. Esta transformación tiene un alto costo financiero. Sin reforma tributaria no podremos llevar adelante este cambio”2.

La idea de la ex presidenta es bastante buena, una educación gratuita y “de calidad” para todos los jóvenes estudiantes y las familias chilenas, especialmente, de clase media, que con tanto esfuerzo costean las carreras universitarias de sus hijos.

1 ley 20.568 http://www.chileatiende.cl/fichas/ver/9838

2 diario electrónico ,http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2013/06/20/bachelet-sale-a-explicar-detalles-tecnicos-de-su-propuesta-de-reforma-tributaria-ante-presion-de-la-derecha-y-velasco/

Muchísimos cambios puede proponer esta carismática mujer, pero, sin duda, creo que es necesario de una vez aclarar lo sucedido el 27 de febrero de 2010, ya que a pesar de todo el cariño que algunas personas le mantienen, un gran porcentaje de la población incluyéndome sigue muy dolido con ella por las enormes pérdidas humanas ocurridas a causa de las malas decisiones tomadas ese nefasto día.

Otro precandidato a la presidencia es Andrés Velasco economista quien también fue ministro de hacienda en el gobierno de Bachelet, perteneciente a la nueva mayoría pero sin militancia en un partido político. El asemeja sus pensamientos y su idea de gobierno con los candidatos de la alianza los cuales tienen un estereotipo de hombres impecables, empresarios, nuevas ideas, hacer surgir el país con una nueva forma de gobierno.

La candidatura de Velasco se basa principalmente en la “igualdad de oportunidades y tratos para todos los individuos donde estas de designen de forma pareja y no solo estén marcadas por un apellido o cuna. También propone cambios rotundos y a fondo en materia de salud, educación y empleo” 1.

Aunque a mi parecer Velasco tiene similitudes con los de la alianza también tienen pensamientos totalmente opuestos. Como lo son los “temas referentes al matrimonio igualitario, los miembros de la alianza lo rechazan categóricamente como también el aborto ya sea feticidio o aborto terapéutico” 2.

Otro aspecto en el cual discrepa Velasco con los de la alianza y actual gobierno es que dice que el país está siendo prácticamente administrado como si fuera una empresa y claramente no corresponde porque se está tratando con personas no solo con dinero.

Concuerdo con Velasco si bien Piñera y su gobierno actual puede estar manejado el país como una empresa capitalista, como un gran proyecto del cual somos parte, cada individuo cumpliendo un rol diferente. Donde se están explotando recursos y miembros de aquel proyecto. Pero a la vez me parece que esta forma de conducir el país ha dado grandes frutos, en poco tiempo se han logrado cosas que en 20 años no se lograron. Esto me sabe amargo y dulce.

Por su parte, el candidato José Antonio Gómez quien actualmente es senador propone enfáticamente

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