Propaganda Política - Goebbels

Acerca de los peligros de la Propaganda Política.

En principio el poder de la propaganda es la ideología y su objetivo el poder político. En tiempos de la Aldea Global la ideología ha sido desplazada por la comunicación en sistemas de redes audiovisuales, en donde el cómo y el cuándo de esta última reemplazan al qué y para qué de la primera.

El profesor Jean-Marie Domenach sintetizó en tres las bases de la propaganda política moderna: el descrédito, la contradicción y la ridiculización del enemigo. Efectivamente, en casi toda propaganda –que puede ser en tiempos electorales o no- se desarrollan estos elementos, con diversos tipos de combinaciones.

Sumado a los cambios tecnológicos de la modernidad, la percepción del soporte humano de los cadidatos postulados también ha cambiado. Si bien los líderes carismáticos no han desaparecido, los nuevos liderazgos fundan sus bases en la figura personal. Para ello sirve muy bien la televisión, escenario que exige cuidados especiales de la imagen y los gestos que los líderes de ayer no requerían. Por eso suele decirse que en política, la fotogenia es la medida de la imagen. La imagen activa la credibilidad del político y es su ley. El sociólogo Regis Debray subraya que: “La mitad del tiempo del gobernante de hoy es comunicación, lo que no quiere decir que comunique valores, conocimiento o ideología, solamente proyecta su imagen." Derrida será aún más categórico: "En el político de hoy , la imagen es el discurso.”

Todo esto ha llevado que en el presente, a los requisitos de los candidatos se sumen los aspectos de su vida personal y no tanto al de su trayectoria política o sus proyectos. Es así que se valorar la edad, la salud, el entorno familiar, el recorrido profesional y su reconocimiento social. Mejor si se agrega honorabilidad y respetabilidad. Y tanto mejor si sabe verbalizar y traducir en palabras sencillas los sentimientos cotidianos de la gente. Bajo este panorama, Francisco Izquierdo, señala que:"El candidato en el curso de la campaña no puede hacer lo que quiere, sino lo que le conviene más a su caudal de votos. Y cualquier cosa suma, pero hay que tener mucho cuidado con las restas."

En tiempos de elecciones generales , la planificación y tecnificación de los medios para llegar al inconsciente colectivo constituye una amenaza para la concepción de la democracia y la libertad, parece reducir al absurdo el proceso democrático, que a fin de cuentas descansa sobre la presunción de que los electores toman decisiones racionales basándose en los hechos.

Y aún un peligro más:

La ejecución de campañas publicitarias políticas , cuando es diseñada por líderes oportunistas y sustentada por técnicos publicitarios inmorales, ha demostrado en el marco de la historia contemporánea que pueden despertar y trabajar subjetividades incontrolables y peligrosas. No sólo es capaz de cambiar una tendencia o proyecto fundacional, también puede llegar a construir otra ideología.

Vamos a acercar una serie de materiales inquietantes acerca de cómo se procesa la propaganada en términos políticos extremos.

Esto habrá que calibrarlo porque es indudable que muchos de los conceptos y estrategias generales que se mostrarán a continuación , funcionan hoy en el marco de cómo es entendida la publicidad comercial de las grandes Corporaciones cuando está dirigida a la conquista del Mercado .

La Teoría de la Propaganda Política en elsiglo XX.

Introducción a modo de información general.

Entre los documentos recuperados por las fuerzas de ocupación norteamericanas en Berlín al finalizar la segunda guerra mundial, se encontraron con cerca de 6.800 páginas de un manuscrito dictado por el entonces Ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels. Se trata de un diario personal en forma de anotaciones numeradas y noticias del momento y abarca el período que va desde el 21 de enero de 1942 al 9 de diciembre de 1943. El texto está mecanografiado a triple espacio en estilo gótico alemán, con amplios márgenes y sobre grueso papel con marca de agua. En una de sus partes se trabaja sobre la publicidad política aplicada a los medios: cómo debe ejecutarse, qué elementos deben sustentar credibilidad y cómo realizar el seguimiento y evaluación de las propuestas; en definitiva toda una teorética sobre la manipulación de masas al servicio de un régimen.

Fragmentos de estos materiales fueron traducidos por Louis P. Lochner en 1948 e insertados por L. W. Doob en "Goebbels y sus principios propagandísticos", en Sociología de la Comunicación de Masas, M. de Moragas , Barcelona, 1982, 2ª ed. Págs, 472-495.

El documento original se encuentra hoy en el Hoover Institute and Library on War, Peace and Revolution en la Universidad de Stanford.

Traducido totalmente al inglés a partir de 1989, se han discriminado una serie de principios: Los 11 Generales y los 19 Estratégicos.

Los 11 Principios Generales de la Propaganda según Joseph Goebbels

1. Principio de simplificación y del enemigo único. "Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo."

2. Principio del método de contagio. "Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada."

3. Principio de la transposición. "Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4. Principio de la exageración y desfiguración. "Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave."

5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase:

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