Prácticas chamánicas estudiadas y comparadas a lo largo y ancho de los cinco continentes.
abrahamsohnMonografía13 de Enero de 2017
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ÍNDICE
Introducción 2
Vocación Chamánica 3
Iniciación 4
Cosmovisión 5
La Montaña Cósmica 5
El Árbol del Mundo 6
Simbolismo, indumentaria y música 7
Obtención de los poderes 7
Prácticas esquimales, norteamericano y suramericano 8
Prácticas en el continente asiático y oceánico 8
Plantas Medicinales 10
Reflexión y comentarios 12
Bibliografía 14
Introducción
El estudio que ofrecemos a continuación es un acercamiento a las prácticas chamánicas estudiadas y comparadas a lo largo y ancho de los cinco continentes.
Presentamos un breve estudio acerca de estas mismas desde el chamanismo esquimal, norte y sur americano, el chamanismo indoeuropeo, el asiático central y septentrional, culminando en el sureste asiático China y el Tíbet.
Debido a la brevedad del ensayo, hemos recogido las prácticas y rituales chamánicos que hemos observado comunes entre diferentes comunidades y los hemos descrito con mayor detalle y precisión. A pesar de ser un estudio comparativo y descriptivo no queremos que el lector quede con cierta impresión superficial sobre el estudio presentado, pues precisamente hemos escogido las prácticas comunes de las diferentes zonas geográficas aisladas e incomunicadas entre sí hasta hace muy poco tiempo, para poner un interrogante sobre la mesa y reflexionar sobre la conexión intrínseca y el propósito último del chamanismo. El chamanismo no es una religión, religión entendida no como la unión con Dios, que en latín es este su significado original (religaré=unir)sino la religión entendida como un dogma sustentado por un sistema de creencias y rituales a los cuales atenerse. En ciertas ocasiones ha sido catalogado como una religión, pero justamente lo que distingue al chamanismo de las religiones monoteístas como puede ser la cristiana o la judía, es que estas últimas separan al individuo de la experiencia mística y hacen de ella algo inalcanzable en el aquí y ahora, haciendo de esta, un acto de mera devoción. El chamanismo en cambio, parte única y exclusivamente de la experiencia individual y gracias a ella los que lo practican son conocedores, se abstienen a cualquier creencia y tienen como finalidad el autoconocimiento y la auto sanación.
Las palabras mago, brujo, medicine-men y chaman han sido utilizadas en muchas ocasiones como sinónimos debido a la falta de conocimiento que en esta cultura tenemos de ellas, por eso nos gustaría hacer un pequeño inciso para concretarlas.
“Porque desde luego, el chamán es él también, un mago y un hombre médico: se cree que puede curar, como todos los médicos y efectuar milagros fakíricos, como todos los magos, sean primitivos o modernos. Pero es además psicopompo, puede ser también sacerdote místico y poeta. En la masa gris y “confusionista” de la vida mágico religiosa de las sociedades arcaicas considerada en su conjunto chamanismo ofrece ya una estructura propia y descubre una historia que conviene precisar”[1]
A pesar de observar prácticas chamánicas en todo el mundo, estas prácticas son por excelencia un fenómeno siberiano y central-asiático aunque debemos puntualizar que estas regiones han tenido un contacto directo con prácticas hindús. La palabra shaman proviene del ruso tungús y haciendo mención a Eliade puede decirse que: “Chamanismo es la técnica del éxtasis.”[2]
Este fenómeno coexiste con otras formas de magia y religión, pero lo que hemos podido observar es que la técnica del éxtasis inducida por el chaman es la técnica sagrada por excelencia y es exclusiva del chaman que la practica, podríamos decir pues, que es el gran maestro de lo sagrado.
El chamanismo se nutre de la mitología, el arte ritual, el simbolismo y cualquier herramienta que pueda ayudar a su propósito, todo esto no es una invención propiamente suya sino que el chaman se nutre de todo lo que la cultura le pueda brindar y hace de ello una experiencia. La técnica extática incluye en todos los casos estudiados, el vuelo mágico, el acceso a fuerzas celestiales e infernales (no entendidas las celestiales como buenas y las infernales como malignas, sino entendidas como fuerzas complementarias) y el libre ascenso-descenso entre ambas, poderes adquiridos, el uso del fuego y los guías y espíritus cuidadores.
“El fuego”, cualquiera que sea su naturaleza, transforma al hombre en “espíritu”; por esto los chamanes están considerados como amos del fuego(…)el “dominio del fuego” o la iniciación equivalen, en cierto modo, a una iniciación”[3]
Vocación Chamánica
Tanto a lo largo del continente asiático como los casos observados en América, África y Europa la vocación chamánica puede suceder de dos maneras, la primera es una vocación hereditaria, es decir los propios miembros de la familia transmiten todo el conocimiento al futuro chamán. En ocasiones se transmite por línea materna y en otras ocasiones por línea paterna, esta profesión es hereditaria entre por ejemplo, los Niyimas del Sudán meridional, entre los Batak,, entre tribus de las Guayanas y Amazonas como los Cobeno, Macuschi o Shipibo. Sin embargo, en otras muchas ocasiones se admite obtener estos poderes mágico-religiosos de manera espontánea, ya sea en un sueño, en visiones, “accidentes” o de manera voluntaria.
Cuando esta vocación no se transmite por un linaje familiar, en la mayoría de ocasiones la llamada a la vocación se presenta como una “enfermedad”, por ejemplo, en Samoa los epilépticos se convierten en adivinos [4] o los numerosos casos árticos en los cuales se relaciona la histeria con el trance chamánico o las relaciones existentes entre desequilibrio mental y las diferentes formas de chamanismo sur-asiático y oceánico. Estos son algunos ejemplos de cómo la llamada de la vocación chmánica viene en forma de lo que nosotros entendemos como enfermedad. No es de extrañar puesto que tanto el verdadero religioso como el místico están muy cerca de la revelación que fundamenta la existencia humana, es por esto que el futuro chamán siente la necesidad en muchas ocasiones de aislarse o de pasar largo tiempo en soledad para permitirse el espacio que dicha revelación necesita. Pareciera que, tras caer enfermo fuese la misma enfermedad la que permitiera cuestionarse a sí misma acerca de lo que es y junto con esto comenzar a realizar una reconversión de valores, creencias y patrones acumulados hasta entonces. De esta manera permitir que todos ellos salgan a la luz de la conciencia para ser expulsados y llegar al cuestionamiento de sí mismos, profundizar realmente en la existencia humana y sus raíces.
“Pero el mago primitivo, el hombre-médico o el chaman no es solo un enfermo: es, ante todas las cosas un enfermo que ha conseguido curar, y que se ha curado a sí mismo”[5]
Iniciación
Todo chamán necesita una iniciación, esta introduce al futuro chaman ante las puertas de lo desconocido, la finalidad de la iniciación tiene como objetivo la transformación del hombre “común” en un experto de lo sagrado. La iniciación es tanto teórica como práctica, y todas ellas tienen el mismo esquema: sufrimiento, muerte y resurrección. Podemos entender la relación que hay entre enfermedad-iniciación, pues es esta misma la que constituye el sufrimiento, la agonía, el dolor transformándose este una muerte simbólica y de esta manera renacer. El hombre nuevo que sale tras la experiencia agónica y dolorosa de la muerte es aquel que ha trascendido su propia corporalidad y mortalidad y ha vuelto a ayudar al resto. La iniciación hay que entenderla, no como una muerte literal sino como una muerte mental, donde son abandonadas todas las creencias, identificaciones, patrones mentales y suposiciones que hacen del cuerpo y mente la identificación con lo que somos. Los sueños, las enfermedades, visiones y los trances extáticos son en sí mismos iniciaciones y son la puerta hacia lo desconocido. A continuación narraremos una ceremonia de iniciación chamánica de origen Yakuta, una vez obtenido el título de chaman es interesante observar que en las ceremonias de curación de una persona enferma tanto el paciente como el chaman participan de la misma manera en dicha ceremonia(no como sucede en occidente.)
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