Psicología. Prejuicios

Gastón Navarro

Evalúa los factores biológicos, cognitivos y socioculturales que intervienen en el origen del prejuicio

Es evidente que ningún factor por sí solo puede explicar completamente el origen del prejuicio o cómo reducirlo, por tanto se trata de un origen multicausal de este fenómeno social. La interacción de los tres niveles de análisis, demuestran que la sociedad y la cultura contribuyen a enseñar ciertos estereotipos y prejuicios que afectan al pensamiento y la percepción de las minorías sociales. Esa percepción aprendida induce a una activación fisiológica relacionada con emociones  negativas en contra del exogrupo, y por tanto reducir el efecto del prejuicio significa una intervención multifactorial sobre este tema tan complejo.

El prejuicio es una actitud, es la combinación de una respuesta emocional y cognitiva en un contexto cultural concreto, que además puede basarse en un estereotipo, por tanto  no solo se trata de categorizar a las personas por su aspecto, sino que esas creencias van acompañadas por respuestas emocionales negativas.

Existen ciertos orígenes biológicos del prejuicio, influenciada por la amígdala. Se basa en una investigación de Hart en el año 2000, y encontró que cuando los participantes blancos y negros se les daba una foto con partes de caras de individuos de otros grupos étnicos, ambos grupos aumentaba de la actividad de la amígdala, aun así en ambos grupos no se notó un cambio en su estado emocional. Esto está relacionado con lo que encontró Phelps, una correlación entre una mayor activación de la amígdala al ver fotos de los rostros con unas puntuaciones sobre unos test sobre el prejuicio. Fiske, además, con ayuda de un escáner cerebral, realizo unas pruebas enseñándole a personas fotos de otras personas pobres o sin techo, y pudo observar que se activaba la parte de la amígdala llamada ínsula, una parte que solo se activa al ver objetos inanimados, esto quiere decir que cuando veían fotos de otras personas, las observaban como objetos y no como personas.

Esta idea evolutiva actualmente está desfasada, porque en nuestra sociedad vemos que existen personas que ayudan a otras más desfavorecidas, en contra de nuestra predisposición genética.

En cuanto a los factores cognitivos, Tversky y Kahnemann acuñaron en 1982 el término de heurísticos, y afirman que las personas realizan muchos juicios basándose en el uso de estos, es decir la información que tenemos más accesible y disponible, y llegan a influir incluso en tomas de decisiones importantes.

Los heurísticos son atajos cognitivos, para no tener que estar reconsiderando la información y poder tomar decisiones cotidianas de forma rápida, utilizamos estos heurísticos. Son esquemas cognitivos que realizamos de forma automática como atajos en el proceso de pensamiento para ahorrar tiempo en el proceso de la información. Por lo tanto estos heurísticos tienen una influencia en la interpretación del comportamiento de los demás.

Realizamos juicios de valor, lo que significa que hacernos una evaluación del entorno, que aunque nos hacen ganar tiempo, caen en la tentación de los estereotipos. Aunque son útiles por el ahorro cognitivo, es necesario realizar un proceso para luchar contra estos estereotipos 

Darley y Gross en 1983 muestran como las personas utilizan información de un vídeo grabado previamente a una chica para realizar un juicio sobre su situación. En una situación ambigua, inferimos la situación, en este caso el pronóstico de la vida de esta chica. 

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