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RELACIÓN ENFERMERO - PACIENTE EN LAS UNIDADES DE TERAPIA INTENSIVA.


Enviado por   •  9 de Febrero de 2014  •  1.727 Palabras (7 Páginas)  •  828 Visitas

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Capitulo I

Planteo del problema.

Desde el ejercicio profesional cotidiano en diferentes servicios de las Unidades de

Terapia Intensiva (UTI) a diario se observan hechos de la práctica profesional que

se los puede calificar de rutinarios ya que, se limitan a acciones desarticuladas,

segmentadas y otras prescriptas desde la medicina. Dentro de ellas se enumeran

las siguientes: al ingreso de cada turno de trabajo posterior al pase de guardia,

deviene el control de signos vitales (tensión arterial, temperatura, frecuencia

cardiaca, frecuencia respiratoria) que se continúa cada dos horas. Seguidamente

se administra la medicación (ampollas, comprimidos, grageas, geles, pomadas,

etc.) en los diferentes horarios según la indicación médica y por la vía que está

oportunamente indicada (vía oral, oftálmica, intramuscular, endovenosa, nasal,

intradérmica, subcutánea) también se lleva a cabo la higiene de los pacientes

generalmente en el turno mañana. En los otros turnos lo realizan sólo si la

situación lo requiere y si el paciente no puede realizarlo por sus propios medios.

Con el armado o acondicionado de la unidad del paciente se tiene la misma

modalidad. Durante el resto de la jornada las actividades de la enfermera giran

en función a: el control y/o instalación de venoclisis, control de drenajes en sus

diferentes modalidades, el cambio de soluciones para hidratación parenteral, la

administración de oxígeno, colocación y/o cambio de sondas naso gástricas,

vesicales etc.; el control y valoración de diuresis, catarsis, ingresos y egresos

hídricos, la curación de heridas quirúrgicas, y/o traumatismos varios, de escaras

simples siempre que estas no revistan mayor complejidad, colocación y/o cambio

de bolsas para colostomía, aspiración de secreciones del tracto respiratorio

cuando la situación lo requiere. Se valoran las secreciones de los pacientes (orina,

heces, hemesis, etc.) y se registra oportunamente.

La movilización de los pacientes así como la rotación para la prevención de

escaras también forman parte del accionar de las enfermeras.

La relación enfermero – paciente (REP) se circunscribe a la interacción en los

diferentes procedimientos que el profesional debe ejecutar; lo que consiste en

saludos y en ocasiones en información del procedimiento que se va a realizar, que

en reiteradas oportunidades no se comunica o se realiza de modo parcial o

ambiguo.

Este encuentro entre enfermero y paciente no tiene objetivos preestablecidos, en

lo que hace a relaciones terapéuticas, tampoco de tipo comunicativa, ni a

observar estados en el paciente que se podrían conocer mediante un diálogo

distendido y ameno. No se han observado en los servicios protocolos que

contempla esta relación lo que se interpretó como una carencia en la

planificación del servicio de enfermería y en consecuencia esa interacción se lleva

a cabo desde lo intuitivo, las apreciaciones y/o observaciones personales. El

diálogo o la conversación entre esta díada se sucede en función a temas de la

ocasión careciendo de una indagación acerca de las emociones y sentimientos

que embargan al paciente en esta situación critica de su vida y de este modo

difícilmente se puedan detectar necesidades no satisfechas; en síntesis no se

puede afirmar que tiene como objetivo establecer una relación con el paciente

con fines terapéuticos.

Se aprecia claramente que esta interacción no reúne los aspectos necesarios para

considerársela dentro del marco de una relación de persona a persona que

permita al asistido comunicar o expresar todo el cúmulo de sentimientos,

emociones, sufrimientos que esta atravesando a causa de su situación. Este tipo

de relación priva a la persona de poder pedir la ayuda que considera necesaria

dado que carece de un marco óptimo para poder expresarlas y a la enfermera de

nutrir su experiencia y conocimiento en materia de interacción humana. En

consecuencia se deja a la persona en una condición netamente pasiva y

depositaria de una serie de procedimientos técnicos en donde solo interesa el

cuerpo del sujeto en tanto ente biológico lesionado, enfermo.

Los sentimientos, las emociones, las percepciones, los temores, las

preocupaciones inherentes a la persona y al sitio donde se encuentra alojada

(UTI) no son tenidas en cuenta.

Las acciones de corte administrativo giran en función de registros donde se

asientan las diferentes actividades llevadas a cabo a lo largo del turno de trabajo,

a veces suelen incluir observaciones particulares de los profesionales.

Las características físicas y estructurales diferencian a la UTI de las unidades de

hospitalización

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