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Reflexión analítica y crítica sobre la ciencia


Enviado por   •  24 de Abril de 2017  •  Documentos de Investigación  •  2.925 Palabras (12 Páginas)  •  167 Visitas

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Reflexión analítica y crítica sobre la ciencia.

Introducción.

        Desde la época antigua el hombre ha tratado de explicarse los fenómenos de la naturaleza; de ésta manera surgieron explicaciones a través de mitos  y leyendas: historias mediante las cuales los dioses eran los que creaban diversos fenómenos y procesos de la naturaleza. Sin embargo, desde el siglo V a. C, el hombre a través de su capacidad de razonamiento fue dejando de lado dichas formas de entender el mundo y comenzó a explicarse la naturaleza de una manera más racional con el fin de comprobar lo que se expresaba.

        De ésta manera las primeras reflexiones científicas se destacaban por ser teorizaciones previas, e incluso las personas de ciencia sólo se dedicaban a repetir dichas ideas y, cuando era comprobable, formularlas como leyes, aunque en la mayor parte de los casos su vigencia se verificaba de acuerdo a los resultados de nuevas experiencias. Sin embargo, con el paso del tiempo el razonamiento se fue haciendo cada vez más complejo y, durante la edad moderna se gestaron métodos y técnicas de comprobación más exactas, lo que dio origen al pensamiento científico tal y como lo conocemos en la actualidad.

        Con dichas propuestas, el científico comenzó a ser fiel a la experiencia, al objeto de conocimiento (ser objetivo), pues el sujeto (la persona) debía reducirse a la mínima expresión, de modo que prejuicios, opiniones y gustos cedieran su lugar a la razón, la cual debía enfrentarse a los datos de los sentidos para encontrar en ellos la verdad.

 El concepto de ciencia en la Época Antigua. 

        Platón (428-348 a.C.), filósofo ateniense, vierte su concepto de ciencia en sus obras Menon, La República y el Teettes; es en  ésta última obra en la que dedica expresamente al tema. Para Platón la ciencia permite conocer la causa de un objeto, conocer por qué el objeto no puede ser diferente de lo que es. Dicho conocimiento, según éste filósofo, se fundamenta en el recuerdo de las ideas que son las causas o principios de las cosas sensibles y que el alma conoció en el mundo superior.

        Aristóteles (384-322 a.C.), Su obra se caracteriza por introducir el conocimiento de los datos empíricos en su campo de estudio. Las obras del “Estagirita” que muestran su concepto de ciencia son la Metafísica, los Analíticos, la Física, y en el libro sobre la Biología y el tratado sobre plantas, los vientos y las corrientes de agua, en un momento en el que ciencia y filosofía eran conceptos equivalentes.

        Al seguir la línea aristotélica, los estoicos piensan que el hombre virtuoso es aquél que alcanza la felicidad a través del conocimiento, piensan que la ciencia es la comprensión segura, cierta e inmutable fundada en la razón. De ésta manera los griegos y los medievales, pensaban que la ciencia parte de una observación que permita captar la causa de los fenómenos por medio de la razón.

        Esta concepción de ciencia parte de la demostración, entendiendo la demostración como una proposición universal sugerida de la experiencia cotidiana, pero que se independiza de ésta y da origen a una fundamentación posterior de un fenómeno particular. Esta forma de hacer ciencia se finca en la realidad porque no altera el fenómeno, sino que extrae su conocimiento de la cotidianidad. Forma de concebir la ciencia que, como se comentó anteriormente, se tuvo durante la Edad Antigua y la Edad Media.

        El concepto de ciencia en la Época Moderna.

        Fue hasta el siglo XVI, cuando Nicolas Copernico en su De revolutionibus orbium coelestium fundamenta la teoría heliocéntrica del sistema solar, mediante la cual afirma que el sol es el centro del sistema solar y la tierra gira alrededor de él, iniciando con ello la llamada Revolución Copernicana, un cambio en la forma de la investigación científica que culmina en el siglo XVII con Isaac Newton y el perfeccionamiento de los métodos de investigación y comprobación de los hechos.

        Dentro de ésta Revolución, Descartes declaró “No hay nada mejor repartido entre los hombres que la razón”. Con ello, la solidez de la Ciencia residía en el respaldo empírico (comprobación), pues toda afirmación científica surgía de una serie de observaciones y recibía de ellas su validez. De ésta manera la ciencia producía un conocimiento universal, pues no exigía del observador compartir creencias o juicios de valor con quien había formulado una proposición, sino simplemente hacer uso de un lenguaje común y una metodología aceptada.

        Dentro de dicho contexto David Hume, un filósofo, economista e historiador escocés, durante el siglo XVIII (1711-1776) hizo el primer llamado de atención sobre el hecho de que la Ciencia va más allá de los datos de la experiencia, pues, según dicho investigador, la Ciencia busca establecer leyes causales (explicaciones comprobables de causa-efecto) o generalizaciones de los fenómenos observados durante la experiencia.

        En éste sentido, para Hume la causalidad escapa a la experiencia, pues tiene un origen diverso de ella, ya que es aportada por el sujeto sin otro fundamento que la costumbre y la conveniencia. Asimismo destaca que de la relación causal no tenemos percepción debió a que vemos que algo ocurre primero y algo después, pero no vemos que lo segundo se deba a lo primero. En todo caso podemos decir que siempre que hemos visto que sucedía A acto seguido ha sucedido B. Pero que B es consecuencia de A y que siempre después de A se dará B, es algo que no podemos afirmar basados en el solo dato empírico, de esta manera la Ciencia va más allá de los sentidos.

        Además Hume afirma que el sujeto interviene en la construcción de la Ciencia con sus costumbres y necesidades, buscando un conocimiento que le permita operar efectivamente y con éxito: en este sentido no se diferencia del conocimiento vulgar.

        Para entonces,  Isaac Newton a finales del siglo XVII y principios del XVIII, demostró que la Ciencia estaba viva y que no era necesario demostrar su posibilidad, sino sus condiciones de posibilidad, o sea: ¿Cómo es posible la Ciencia? ¿Cómo responder a la crítica de Hume que parecía reducirla a mera costumbre? En otras palabras el conocer no estaba ya en el objeto (como creían realistas, empiristas e idealistas) sino en el sujeto (hombre que investiga), pues el sujeto no es mero espectador, es el que construye el objeto del conocimiento, fundamento de la ciencia moderna partiendo de sus propios supuestos o estructuras a priori (antes de comprobar algo), pues sin ellas el hombre jamás conocería debido a que son la condición de posibilidad de todo conocimiento gracias a que el intelecto conoce el objeto (fenómeno) que construye a partir del caos de sensaciones que le envían los sentidos aplicando sus formas a priori de la sensibilidad, en una palabra, sus sentidos.

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