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Relatoría Ecología del Desarrollo Humano


Enviado por   •  17 de Agosto de 2020  •  Síntesis  •  3.481 Palabras (14 Páginas)  •  118 Visitas

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ECOLOGIA HUMANA

Relator: María del Pilar Sandoval Cabarcas

Cuando se habla de ecología evocamos la amenaza que rodea al ecosistema global del planeta y en él, a la mayoría de las especies; situación que ha sido generada por nosotros mismos como un boomerang que en su viaje de regreso nos coloca también en la posición de víctimas. El hombre víctima del hombre.

La ecología humana ha sido considerada una importante perspectiva relacionada con la sociología que estudia las conexiones de la población con el ecosistema para lograr su adaptación.

Urie Bronfenbrenner (1917 - 2005) psicólogo estadounidense, en su obra La Ecología del Desarrollo Humano plantea que los ambientes naturales son la principal fuente de influencia sobre la conducta humana (citado por Torrico et al, 2002) y que el  desarrollo humano se da en acomodación progresiva y mutua entre un ser humano activo en proceso de desarrollo, y las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en los que está inserto.

Ochaita y Espinosa (Ochaita & Espinosa, 2004) afirman que el modelo ecológico de Bronfenbrenner pretende abordar la comprensión de la interacción que se produce entre el sujeto y los sistemas o contextos de desarrollo, que afecta a todas las etapas del ciclo vital (dimensión temporal); sin dejar de lado la importancia de los factores biológicos en el desarrollo psicológico, el papel activo del propio sujeto y los efectos de los grandes cambios culturales (macrosistémicos) en el desarrollo de los individuos.

De este modo plantea la importancia de realizar el análisis de los diferentes contextos en los que se desarrolla el sujeto, para comprobar si son capaces de satisfacer las necesidades básicas de los seres humanos, reconociendo la influencia del papel activo del sujeto en las interacciones con el medio.

Según este enfoque, los sistemas son considerados de modo dinámico y global; siendo necesario tener en cuenta todos sus elementos y las múltiples relaciones que se forman entre todos y cada uno de ellos.

Bronfenbrenner concibe el medio ambiente  en cuatro sistemas, cuyas características y condiciones afectan al propio proceso de desarrollo: microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema.

El Microsistema es la capa más cercana al sujeto e incluye los comportamientos, roles y relaciones característicos de los contextos cotidianos en los que éste pasa sus días, es el lugar en el que la persona puede interactuar cara a cara fácilmente, como en el hogar, el trabajo, sus amigos (Bronfenbrenner, 1979). El microsistema puede ser un entorno que potencialice el desarrollo del sujeto pero bajo condiciones negativas puede ser destructivo, tal es el caso en el estudio de la violencia intrafamiliar.

Dentro de las variables implicadas en los diferentes microsistemas, Torrico cita: personalidad, actitudes, cogniciones/pensamientos, prejuicios, valores, educación.

Estas relaciones generan influencias bidireccionales; por ejemplo, las figuras paternas pueden afectar las  creencias y el comportamiento del niño y a su vez, el niño también afecta las creencias y  comportamiento de los padres. Estas influencias se producen entre todos los niveles del medio ambiente. A nivel de microsistema, las influencias bidireccionales son más fuertes y tienen el mayor impacto en la infancia. Sin embargo, las interacciones a nivel exterior todavía pueden afectar las estructuras internas.

Bronfenbrenner  considera la díada como un componente básico para el desarrollo de las dos personas que la componen que, además hace posible la formación de estructuras interpersonales más amplias, como las tríadas, tétradas y demás. Dentro de las relaciones diádicas se reconoce la importancia de las díadas de desarrollo que son las que cumplen las condiciones óptimas para el desarrollo y el aprendizaje. Estas díadas se definen como situaciones en las que interactúan el sujeto en desarrollo y una persona a la que esté apegado emocionalmente y se va produciendo una transferencia del control de la actividad desde este último al primero.

El estudio del desarrollo que se lleva a cabo en los microsistemas no debe sólo estudiar la interacción diádica, sino tener en cuenta la totalidad del sistema interpersonal que funciona en un entorno determinado. Aunque el objetivo del estudio sea una díada (Ej: interacción entre el bebé y su madre en la realización de ciertas actividades), se debe tener en cuenta la influencia indirecta de terceros (Ej: el padre). Esta influencia ha sido llamada efecto de segundo orden: dependiendo de la actividad concreta de que se trate y de las relaciones interpersonales implicadas, la presencia de una tercera persona puede tener un efecto facilitador o inhibidor del desarrollo.

Los roles se identifican en función de las distintas posiciones sociales en una cultura, en relación con la edad, sexo, parentesco, trabajo o estatus social. Cada cultura genera las expectativas sobre el cumplimiento de los roles y las  relaciones interpersonales derivadas de ellos, de modo que el rol implica una integración de los elementos de la actividad y relación, en función de las expectativas de la sociedad. El rol tiene sus raíces en el macrosistema de orden superior (ideología y estructuras institucionales que se asocian con él).

Bronfrenbrenner  nos advierte que cuando una persona cambia su rol, se produce, casi de forma inmediata, un cambio en cómo se trata a esa persona, ella misma altera su forma de actuar e incluso lo que piensa y siente sufre una transformación.

El Mesosistema comprende las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa activamente (familia, trabajo y vida social/redes sociales). Esta capa proporciona la conexión entre las estructuras del microsistema del sujeto. Ejemplos: la relación entre el maestro del niño y sus padres, entre su iglesia y su barrio, relaciones entre el hogar, la escuela y el grupo de pares del barrio; relaciones entre la familia, el trabajo y la vida social. Es por tanto un sistema de microsistemas. Se amplía cuando la persona entra en un nuevo entorno (Bronfenbrenner, 1979).

Las relaciones posibles a nivel intersistémico son: participación en entornos múltiples, comunicaciones entre entornos y Conocimiento entre entornos.

1. Participación en entornos múltiples - forma más elemental o primaria que toma la conexión entre dos entornos, necesaria para que exista el mesosistema. El sujeto vinculado a más de un entorno (niño-familia-escuela) implica una red social directa o de primer orden a través de los entornos  en que participa. Esta red –o mesosistema- se pone en marcha cuando la persona se incorpora por primera vez al entorno nuevo, es decir cuando se produce una transición ecológica. La persona concreta que realiza la transición es denominada  vínculo primario y a las otras personas con ella relacionadas se les llama vínculos complementarios. La díada en que uno de los entornos incluya una persona que sirva de vínculo se llama díada de vinculación.  Cuando la persona no participa de forma activa en ambos entornos y lo hace a través de un tercero que funciona como vínculo intermediario entre ellos, se establece una red de segundo orden y se llama vinculación indirecta.

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