SOCIOCRITICA MEDISO DE COMUNICACION
favidi8 de Julio de 2013
3.620 Palabras (15 Páginas)425 Visitas
ESCUCHA, PEQUEÑO HOMBRECITO
CATEGORÍAS: CIUDADANOS EN ESPAÑA, CIUDADANOS Y POLÍTICA
CARTA ABIERTA A ALBERT RIVERA
"Te distingues de los hombres realmente grandes, sólo por un rasgo. El gran hombre ha sido como tú un pequeño hombrecito, pero ha desarrollado una cualidad importante: ha aprendido a ver dónde era pequeño en su pensamiento y en sus acciones. En la realización de una tarea escogida por él mismo ha aprendido a darse cuenta de la amenaza que representaba su pequeñez y su mezquindad. Entonces el gran hombre sabe cuándo y en qué es pequeño. El Pequeño Hombrecito no sabe que es pequeño y tiene miedo de saberlo. Cubre su pequeñez y debilidad con fantasías de fuerza y grandeza -la fuerza y la grandeza de otros hombres-. Está orgulloso de sus grandes generales, pero no de sí mismo. Admira las ideas que no tuvo y no las que sí pensó. Cree mucho más en las cosas que no comprende, y no cree en la veracidad de las ideas que entiende más fácilmente".
¡Escucha pequeño hombrecito!
Wilhelm Reich (1947)
Ni siquiera habíamos nacido, Albert, cuando el autor del opúsculo que he elegido para titular esta carta que te dedico, abandonaba discretamente la vida tan querida para él, en una siniestra cárcel norteamericana, posiblemente ayudado por una “mano amiga”. Un infarto de miocardio se puede inducir fácilmente.
Wilhelm Reich, fue precisamente el interprete más curioso del psicoanálisis freudiano, pues mientras sus colegas (con la excepción de Jung), comprendían que la libido debía interpretarse de forma simbólica, el se propuso entenderla literalmente. Y dirás tú, que puedes continuar tu vida sin saber estas cosas, ya, ya se que no son de tu interés, pero es bueno saber de todo, Albert, aunque no procure beneficio material inmediato. Más tarde seguiremos hablando de Wilhelm Reich.
Pronto será 1 de noviembre y se cumplirá un año de tu llegada al parlamento catalán como representante de Ciutadans, junto a Antonio Robles y Pepe Domingo. Pero lamento decirte que ya no estaré entre vosotros para celebrarlo juntos, y no por que piense abandonar este mundo, sino porque me voy del partido.
Y me voy del partido por que me siento decepcionado con todo lo que ha ocurrido y no ha ocurrido durante este tiempo, apenas un año, no voy a suavizarlo en estos momentos; sencillamente seguiré los pasos de otros muchos que me han precedido en la desafiliación, pero que no lo han hecho por que ya no se sientan Ciutadans, sino más bien por lo contrario, porque Ciutadans ya no les siente a ellos como suyos con sus principios, valores, e intereses.
Hay coincidencias interesantes en la vida Albert, por ejemplo en tu caso, llegaste a la política desnudo, con aquel extraordinario cartel en el que sólo ocultabas tus atributos con las manos. Hermosa alegoría de lo que ha sido tu vida política hasta ahora: un cartel con un muchacho desnudo.
Nadie se atreve a decirte que sigues desnudo Albert, en esta corte de admiradores en que se ha convertido nuestro partido, y nadie se atreve a decirte que el traje a la medida que te ha hecho tu querido mentor, el profesor de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional por cuota catalana, era realmente una sutil manera de cargarse nuestra formación política contigo como cabeza de turco. El traje nuevo del emperador nunca ha existido, más que en tus ambiciosos sueños, y en las insidiosas palabras del sastre.
Cuando Arcadi Espada exclamó con su atribulada ironía, que la victoria de Albert Rivera en el II congreso de Ciutadans no era una buena noticia, sentenció el futuro de este partido. Y días más tarde, cuando le preguntaron a Albert Boadella por Ciutadans, su hijo putativo más querido, se dejó decir que lamentablemente este partido se había corrompido mucho más deprisa de lo que se esperaba, extendiendo en ese mismo instante su certificado de defunción política. Luego vino el ominoso silencio de UPD, la indiferencia de Rosa Díez, Savater y Gorriarán, para dejarlo aún más claro, durante la presentación de esta nueva formación política la pasada semana en Madrid.
Realmente solo queda remar hasta el final de la legislatura, haciendo valer la cohesión y la fuerza de los que se han quedado en el partido, algunos de ellos porque temen pasar a ser “homeless políticos”, otros porque siguen pensando que ahora será más fácil alcanzar sus objetivos, y otros porque piensan que al final surgirá “el milagro” y la UPD y Ciutadans irán juntos a las elecciones generales.
Será cuestión de pocos meses saber la deriva de Ciutadans, la gran esperanza política de España hoy tiene competidores, y lo que antes pudo ser un proyecto común transversal y nacional, se ha convertido en un duelo al sol, no solo por el futuro, sino por la propia supervivencia política.
El problema Albert, es que parece ser que Ciutadans sí cuenta en el proyecto de UPD, junto con la mayoría de sus militantes, pero no está en la cabeza del triunvirato que tú desnudez les arrebate. Así que parece más un problema de personas que de ideas, en el que no hay tantos problemas con la nave, como con el capitán y sus asesores. Cuestión de confianza y de libertad.
Se te podrían haber disculpado muchas cosas por tu edad y tu inexperiencia, de hecho se hizo cuando medios afines al PP y al PSOE publicaron tus ambiciones políticas y tu coqueteo con la derecha catalana. ¿Habrá sido Piqué el que se fue de la lengua?. Nunca lo sabremos, pero da igual.
Lo que no admite excusas Albert, es el coste de oportunidad que tu ambición ha supuesto para la lucha contra el nacionalismo opresor y por la regeneración democrática de este país, objetivos que todos los que acudimos a Ciutadans compartíamos.
Escucha, pequeño hombrecito! es un contraste de dificultades y luchas internas de un científico y médico natural, que analizó durante años primero como ingenuo espectador, luego con extrañeza y finalmente con horror, cómo el hombre del común en medio de su vulnerabilidad sufre y se rebela; cómo admira a sus enemigos y cómo en el mismo momento en que asumiendo la función de representante del pueblo, accede al poder, lo ejerce con mayor crueldad que la que él mismo sufrió anteriormente por el sadismo de las clases dominantes.
Vivimos los conflictos existentes entre naturaleza y cultura, individuo y sociedad, sexualidad y sociabilidad. Las experiencias individuales, grupales y sociales, nos sirven para formular principios válidos que sirvan de fundamento para una nueva educación destinada a nuevas generaciones.
Hay situaciones sociales y personales que no se pueden cambiar, cuando dependemos de “otros”, lo interesante de hacer parte de una sociedad, es tratar de hacer la diferencia individual en valores éticos, porque lo que hay internamente, muy pronto se deja ver en la relación con otros individuos.
¡ESCUCHA PEQUEÑO HOMBRECITO!
Wilhelm Reich fue uno de los discipulos de Sigmund Freud, su maestro le describió como un “hombre brillante”(1), a diferencia de Freud mostro interés acerca de la sexualidad y sus estudios relativos a este tema. La separación de su maestro se debió en gran manera a la autoridad que cada uno quería imponer.
Sus estudios se basan en dos características fundamentales: la primera La salud mental de una persona se puede medir por su potencial orgásmico “quiere decir que un individuo psíquicamente sano disfruta del sexo libremente, sin traumas o inhibiciones, y una persona neurótica no. En cierto modo, las personas tenían miedo a romper sus bloqueos porque eran incapaces de sentir el placer de la distensión, de relajarse, de dejarse llevar. Inventó pues el Análisis Caracterológico. De esta manera, antes de pretender llegar al centro del problema psíquico del paciente mediante charlas y circunloquios que se prolongaban años y años”2.
Como segunda medida “La psique de una persona y su musculatura son funcionalmente equivalentes” “con esto, Reich plantea que los bloqueos psíquicos se corresponden a contracciones musculares crónicas. Un ejemplo: una persona con miedos tiene perpetuamente tensos los muslos y los hombros, pues es la manera que tiene el cuerpo de prepararse para protegerse la cabeza y echar a correr, reacción lógica ante un peligro. Así, Reich se dispuso a combatir las enfermedades mentales a través de la liberación de las tensiones musculares crónicas, lo que dio resultados notables”2.
Ahora bien en su escrito “escucha pequeño hombrecito”, evidenciamos la critica de una sociedad, una sociedad esclavizada por el poder político. Nos introducimos en el paradigma crítico, en la búsqueda de un modelo político que transforme la voluntad del hombre hacia una nueva vida. Carr y Kemmis (1988) “La construcción de una teoría social...
.La necesidad y la lucha incansable de analizar la manipulación de las grandes maquinarias, las altas jerarquías y las grandes naciones al "pequeño hombrecito" que sin duda es la sociedad, es el panadero el zapatero, el estudiante, el obrero, es aquél que lucha diariamente por llevar alimento a su hogar, pero también es el sometido que no levanta la frente y toma las riendas de su propio destino.
Wilhelm Reich, describe las incapacidades para lograr ser un gran hombre y las define como el estancamiento en el que se quedó ese pequeño hombre por no tener fuerza ánimo y valentía de reconocer, aceptar y convertir sus debilidades en grandes fortalezas, para llegar a ser aquel que contempla a diario.
Resalta que ese miedo que reside en nuestro interior, se camufla en una especie de ser protector,
...